La Navidad es un tiempo de paz, de armonía, un tiempo para dejarte llevar por el espíritu navideño y disfrutar de la compañía de la familia. Pero como muchos bien saben, la Navidad es también un tiempo de excesos.
Durante la Nochebuena, el día de Navidad y los días siguientes, dejamos la dieta a un lado y nos dejamos llevar por el estrés, lo cual acaba pasando factura en nuestra salud. Para que este año tengas unas fiestas más sanas y felices, hemos repasado las enfermedades que aparecen por Navidad, y cómo evitarlas.
1. Enfermedades cardiovasculares
Según se publicó en el ‘Journal of the American Heart Association’ y advirtió la Federación Española del Corazón (FEC), en Navidad hay un repunte de enfermedades cardiovasculares y aumenta el riesgo de infarto. De hecho, el 25 de diciembre es la fecha en que se registran más muertes por infartos cardíacos. En este aumento intervienen dos factores: en primer lugar una dieta saturada de colesterol, sal y azúcar; y en segundo lugar, el estrés.
Por lo que respecta al estrés, lo ideal es preparar las reuniones familiares con días de antelación y delegar tareas a los demás. En cuanto a la dieta, debemos tener presente que hay alternativas al consumo de azúcar, y es que la mayoría de marcas de turrones y dulces del mercado disponen de una gama baja en azúcares. Tampoco debemos descuidar el nivel de colesterol, que se dispara con el consumo de carnes y marisco: los langostinos y las gambas tienen 200 miligramos de colesterol por cada 100 gramos.
No obstante, si queremos estar más tranquilos y disponer de la mejor atención médica por si surgiera cualquier imprevisto, cabe destacar que en Navidad los seguros médicos ofrecen promociones de duración limitada y descuentos que podemos aprovechar.
2. Enfermedades respiratorias
En segundo lugar, y según un estudio elaborado por Derek M. Wyse y David Malloch, a partir del 25 de diciembre también se produce un aumento de las enfermedades respiratorias y alergias. Este hecho, bautizado como la ‘Alergia del árbol de Navidad’, se debe a que durante estas fechas muchas personas están más expuestas al polen que desprende el árbol de Navidad o la decoración navideña. La explicación es sencilla y la forma de prevenir alergias aún más: utilizar árboles de plástico.
3. Inflamaciones
Entre el vino blanco para acompañar los langostinos, el chupito digestivo, el cava y el ambiente lúdico-festivo que se crea en casa, acabamos bebiendo más de la cuenta y nuestro páncreas paga las consecuencias. La pancreatitis es una inflamación del páncreas causada por un consumo excesivo de alcohol que causa dolores abdominales y problemas digestivos.
Se ha comprobado que también hay un repunte importante de gastritis o inflamación del estómago. Las causas son las mismas: estrés y exceso de alcohol. Los síntomas son parecidos al anterior, aunque en este caso se suma la falta de apetito y las náuseas. En cualquiera de los dos casos, hay una única manera para prevenir inflamaciones durante la Navidad: evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
4. Gastroenteritis
En Navidad también son muy comunes los trastornos gastrointestinales, principalmente por tres motivos: el cambio de rutina, las comidas abundantes y las bebidas alcohólicas. Por lo tanto, recomendamos llevar una dieta equilibrada y comer alimentos que favorezcan el correcto tránsito intestinal, como cereales, frutas, verduras y legumbres. También debemos tener cuidado con la ingesta de productos en mal estado, especialmente mayonesas y salsas, ya que en estas fechas hay una tendencia a aprovechar el excedente de comida del día anterior.
5. Depresión
En Navidad estamos más sujetos a situaciones de estrés, ya que generamos unas expectativas sobre las reuniones sociales y familiares que quizás no se pueden cumplir. A esto le sumamos la presión de los preparativos y el cambio de rutina, factores que pueden provocar ansiedad y conducir a una depresión. Tampoco ayuda la reducción de horas de sol en invierno y una menor producción de melatonina, una hormona que influye en nuestro estado de ánimo.
En cualquier caso, hay pequeños detalles que nos pueden dar un empujón: según un estudio publicado en el ‘Journal of Environmental Psychology’, llenar la casa de adornos navideños, tanto en el interior como en la fachada, puede favorecer las relaciones sociales con nuestro entorno, ya que ofrecemos una imagen más abierta y comunicativa. También podemos ayudar a nuestro cuerpo a regular los niveles de melatonina (y por lo tanto, nuestro estado de ánimo) con las nueces, el plátano, el tomate o las cerezas, entre otros alimentos.