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Un pasillo de supermercado con un carrito en primer plano y productos

Encuentran sustancias cancerígenas en hasta 10 alimentos que todos compramos

Se hallarían en productos muy habituales en nuestra cesta de la compra

Alerta entre los consumidores españoles. Acaban de detectar sustancias cancerígenas en una decena de alimentos que son muy comunes en nuestra dieta.

En las últimas horas se conocía que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria confirmaba la presencia de nitrosaminas en ciertos productos. Se tratan de sustancias cancerígenas y genotóxicas que se originan durante el procesamiento de los mismos.

Detectan que puede suponer un serio peligro para las personas. "El nivel de exposición a las nitrosaminas en los alimentos plantea un problema de salud para todos los grupos de población de la UE". Así lo recalcaba el presidente de la Comisión Técnica de Contaminantes de la Cadena Alimentaria.

¿Qué estudios se llevaron a cabo?

Para evaluar los posibles riesgos que tendría esta sustancia sobre los humanos se basaron en estudios con animales. Detectaron como el efecto más nocivo para la salud suelen ser los tumores hepáticos. Eso en el caso de ponernos en el escenario más pesimista. Los expertos llegaron a la conclusión de que todas las nitrosaminas presentes en los alimentos tenían el mismo riesgo que la nitrosamina más perjudicial.

Imágen de proteínas animales y verduras encima de una mesa
Las carnes y pescados están entre los alimentos afectados | Getty Images

¿En qué alimentos están presentes estas sustancias cancerígenas?

Después de realizar unas cuantas investigaciones, las autoridades alimentarias pueden confirmar que las nitrosaminas tienen demasiado protagonismo en nuestra dieta. Sobre todo porque se encuentran en productos cárnicos curados, pescado procesado, cacao y en distintas bebidas alcohólicas. Pero, sin lugar a dudas, los más expuestos a esta sustancia con las carnes y los productos derivados.

Explican que también existe la posibilidad de que tengan presencia en otra serie de alimentos. Es el caso de los vegetales procesados, leche y productos lácteos, cereales, alimentos fermentados o especiados.

Confiesan que en estos instantes hay muchas "lagunas de conocimiento" sobre la presencia de estas sustancias en ciertas categorías de alimentos. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria considera que hay una solución para reducir el consumo de dichas sustancias.

Básicamente habría que adoptar una dieta lo más equilibrada posible, en donde se incluyera una "variedad más amplia" de alimentos. La conclusión a la que ha llegado este organismo se compartirá con la Comisión Europea. Tendrán que debatir con las autoridades nacionales qué medidas deben adoptarse a partir de ahora.

No es una preocupación nueva

Al parecer, esa inquietud por esas sustancias no es algo nuevo. Desde el centro de investigación valenciano Ainia indican que esa preocupación viene ya de lejos. De hecho, la Unión Europea ya había regulado hace tiempo la presencia de nitrosaminas en juguetes, chupetes o cosméticos.

Cerveza
La cerveza se encuentra entre los artículos que contienen esta sustancia | Getty Images

En lo que se refiere al ámbito de la alimentación, distintos estudios vinculan el uso de nitratos y nitritos en la fabricación de productos cárnicos. Sobre todo en aquellos curados. Indican que también se han investigado otros alimentos y no se descarta una revisión de la normativa sobre aditivos.

Mucho cuidado a la hora de ingerir ciertos productos

Cada cierto tiempo, las autoridades europeas y nacionales advierten sobre los riesgos de determinados productos. De hecho, algunos llegan a ser retirados por la presencia de algún componente peligroso. Pero el consumidor también desempeña una labor importante en todo este proceso.

Debe asumir una cierta responsabilidad en lo que se refiere a la conservación y consumo de la comida. En algunas ocasiones los alimentos que guardamos en el frigorífico llegan a acabar con una capa de moho. Ya sea por un despiste o un olvido.

Pero en un intento por aprovecharlo hacemos un esfuerzo por retirar la parte con peor aspecto y comer el resto. Sin embargo es algo que no se debería realizar. Es cierto que el moho puede ser bienvenido en algunos alimentos como el queso Cabrales o Roquefort.

Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones es sinónimo de que estamos ante un artículo que no es fresco. Cuando cambia su textura, aspecto u olor será un claro indicio de que ha comenzado a fermentarse debido a la presencia de un microorganismo.