¿Cómo ha cambiado la tecnología nuestras vidas diarias?
Por un lado, las nuevas tecnologías nos han facilitado mucho la vida pues podemos acceder a un gran número de servicios e información de una manera fácil y rápida. En cuanto a los servicios, se han creado un gran número de aplicaciones que proporcionan una asistencia integral a todos los usuarios, desde plataformas que se dedican a la oferta de alojamientos con un solo clic hasta la posibilidad de reservar un parking online, es decir, ya no es necesario dar vueltas y vueltas hasta encontrar un aparcamiento sino que ahora lo puedes reservar desde la comodidad de tu casa. Este servicio se puede reservar a través de My Parking, desde donde tienes la posibilidad de valorar con tranquilidad las diferentes opciones que te proporciona la plataforma y comparar los precios, las valoraciones o la distancia de los diferentes parkings para así elegir el que mejor se adapte a tus necesidades. Un servicio al que se puede acceder desde cualquier parte del mundo y a cualquier hora.
Sin duda alguna, la tecnología nos ha abierto un mundo de posibilidades y, gracias a ella, tenemos prácticamente cualquier producto al alcance de nuestra mano. Hoy en día, tenemos la suerte de poder realizar cualquier compra a través de Internet, desde la compra de alimentación semanal o mensual, hasta productos de belleza, decoración… Una ventaja increíble que nos permite realizar las compras con calma, comparar precios y poder adquirir todo tipo de productos desde casa, de manera fácil y sencilla.
Asimismo, otra de las ventajas que nos ofrece Internet es el acceso a la información. Se puede recopilar todo tipo de información desde cualquier lugar aunque, en ocasiones, la falta de control en Internet implica que no toda la información es veraz y de calidad por lo que es importante asegurarse de la veracidad y procedencia de esta.
Además, las nuevas tecnologías permiten que la educación sea cada vez más accesible. En las últimas décadas, se ha producido un importante crecimiento de la formación online y con ello, la proliferación de centros de estudios dedicados a la enseñanza a distancia. De la misma manera, lejos quedaron los tiempos en los que se tenía que ir a la biblioteca para recopilar información sobre cualquier tema, actualmente, tenemos acceso gratuito e ilimitado a Internet.
Otra de las grandes ventajas que nos ofrece la nueva era digital es la posibilidad de trabajar sin salir de casa. Las fronteras y la distancia ya no son un problema para establecer relaciones comerciales pues en esta época digital existen una gran cantidad de software que nos permiten estar conectados.
En definitiva, las ventajas que nos han proporcionado las nuevas tecnologías son muchas, dado que nos permiten acceder a todo tipo de servicios y productos, una educación cada vez más accesible y un mundo conectado globalmente en el que las fronteras no son un problema.
¿Somos capaces de vivir sin la tecnología?
Sin embargo, en esta era digital no todos son ventajas pues, en muchas ocasiones, y sin apenas percatarnos de ello, hacemos un uso excesivo de las tecnologías, sobre todo del teléfono móvil. Nos hemos acostumbrado a que la era digital domine nuestra vida, desde la alarma en el móvil que nos despierta cada mañana hasta la hora de dormir cuando comprobamos nuestras redes sociales.
Las redes sociales pueden ser un amigo y un enemigo al mismo tiempo. Si bien es cierto que con algunas redes sociales como Twitter o Facebook puedes interactuar con otros usuarios y utilizarlas de una forma sana e instructiva, con otras, como Instagram, se puede llegar a mostrar una realidad distorsionada e idílica de la que muchos jóvenes no son conscientes. Esto puede llegar a crear falsas expectativas y frustraciones en algunos de los usuarios pues anhelan la vida de otras personas sin darse cuenta de la falsedad de estas.
Según la OMS, el 25 % de la población mundial tiene problemas de conducta relacionados con el uso de las nuevas tecnologías, entre las que destacan la privación del sueño, la falta de relaciones sociales y familiares, irritabilidad y la continua necesidad de estar conectado.
Para frenar esta hiperconectividad es importante que seamos conscientes del problema y que, nosotros mismos, nos fijemos unas horas para estar offline y disfrutar de las relaciones personales sin un aparato electrónico de por medio. No podemos olvidarnos de disfrutar de los pequeños momentos de la vida, de un buen viaje, de una bonita puesta de sol o de una comida en familia. La tecnología puede ofrecernos muchas ventajas y está en nuestra mano utilizarlas de manera responsable.