Picar entre horas, sucumbir a los caprichos o comer cuando el organismo no lo necesita son algunas de las causas que llevan a las personas a ganar peso o que obstaculizan los esfuerzos por perderlo. En ocasiones el cuerpo nos engaña y emite señales que no son del todo reales; con frecuencia esto ocurre con la sensación de hambre.
En el siguiente artículo vamos a exponer los motivos por lo cuales sentimos vacío en el estómago, a diferenciar entre el hambre fisiológico y el psicológico y a proporcionar algunos trucos para eliminar la sensación de hambre sin necesidad de ingerir alimentos cuando el organismo no los necesita realmente.
¿Por qué aparece la sensación de hambre?
Agujero negro en el estómago, fuertes dolores abdominales, mareo y debilidad; así podríamos describir qué se siente al tener hambre.
Esta sensación puede deberse a múltiples factores, y en muchas ocasiones no es un grito que nos haga el organismo alertándonos de la necesidad de consumir nutrientes, sino que se trata de un proceso más bien psicológico.
Entender la diferencia entre el hambre real y el hambre psicológica o por aburrimiento es esencial para saber cómo contrarrestar este efecto. El hambre real o fisiológico aparece cuando nuestro cuerpo necesita energía para mantenerse en funcionamiento.
¿Qué es el hambre psicológico?
El hambre psicológico es aquel que se debe a causas ajenas a la necesidad de energía tales como el estrés, la ansiedad o el aburrimiento. Aparece de repente y se suele focalizar en un alimento en concreto, siendo solo este el que tiene la capacidad de saciar a la persona.
Este tipo de sensación la solemos asociar a los antojos que, quien más o quien menos, todas hemos vivido en algún momento.
Del mismo modo que en el hambre fisiológico el estómago emite sonidos, en el psicológico esto no sucede. Este es un punto clave para diferenciar cuándo nuestro cuerpo necesita combustible real y cuándo la ansiedad y el aburrimiento son los causantes de esa sensación de vacío en el estómago.
Es por ello esencial analizar el origen o el fondo de esta sensación de hambre y distinguir si necesitamos comer o es solo un capricho pasajero. Preguntarse a uno mismo si realmente se tiene hambre, evitar los alimentos ultracalóricos y llenar la nevera con otros ricos en nutrientes, así como combatir la ansiedad o el estrés con otro hábito (como el deporte), pueden ser de gran ayuda para prevenirel hambre psicológico sin la necesidad de comer.
5 trucos para combatir el hambre comiendo menos
Una vez distinguidos los factores que pueden hacer que aparezca en nuestro organismo la sensación de hambre o de vacío estomacal, vamos a daros algunos consejos para libraros de ella sin la necesidad de ingerir grandes cantidades de alimentos.
De este modo podréis evitar sumar calorías innecesarias a vuestra dieta. Así, estos trucos para combatir el hambre serán muy útiles a quienes quieran perder peso o, al menos, no ganarlo.
1. Huye del azúcar blanco refinado
La gran mayoría de alimentos calóricos y negativos para el organismo tienen entre sus componentes grandes cantidades de azúcar blanco refinado.
Este ingrediente, además de no aportar ningún valor nutricional, fomenta la aparición de antojos y la sensación de hambre poco después de haberlo ingerido. Además, el consumo de azúcar es el precursor de enfermedades como la obesidad y la diabetes.
Esto sucede porque el azúcar refinado hace incrementar los niveles de glucosa en sangre de manera acusada, pero, del mismo modo que se consigue combustible rápido, también se consume de manera fugaz en el organismo.
Así, poco después del consumo de azúcar refinado, el organismo vuelve a tener sensación de hambre, ya que el azúcar consumido ya ha sido metabolizado.
2. Bebe agua en abundancia
Para algunas personas es habitual confundir el hambre con la sed, y cuando esto ocurre deciden consumir alimentos para calmar esa sensación de que les falta algo en el estómago.
Beber agua cuando tenemos un antojo, antes de boicotearnos y comer eso que tanto nos apetece, es esencial para evitar ingerir alimentos que el cuerpo no necesita.
Un truco sencillo y útil es beber un vaso de agua antes de cada comida. De este modo aumentará la sensación de saciedad y, por ende, comeremos menos ya ocupa volumen en nuestro estómago.
La mejor forma es empezar a comer, beber, y seguir comiendo, ya que si se hace al inicio con el estómago vacío, al ser un líquido pasará de forma más rápida. Otra opción es preparar infusiones e ir ingeriéndolas a lo largo del día. De esta forma es casi seguro que conseguirás llegar a la siguiente comida sin picar nada entre horas.
3. Cumple con tu horario de comidas
Pasar más de cuatro horas sin ingerir ningún tipo de alimento va a hacer que cuando aparezca la sensación de hambre, no queramos comer sino más bien devorar.
Es esencial comer siempre a la misma hora (desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena) con el fin de que el organismo tenga la energía suficiente para funcionar de manera óptima y el metabolismo no se ralentice, lo cual aumenta las ganas de comer.
4. Come alimentos ricos en fibra
Ingerir alimentos que contengan gran cantidad de fibra es clave para mantener la sensación de saciedad durante todo el día.
La fibra se encarga de ayudar y favorecer el tránsito intestinal, así como de “ocupar” espacio en el estómago; por tanto, el consumo de alimentos integrales o fruta es ideal para no pasar hambre sin necesidad de consumir caprichos que harán subir de peso.
5. Evita el aburrimiento
Estar aburrido, sin nada que hacer o alguna actividad que nos motive puede llevar a sentir un vacío emocional que se traduzca en hambre psicológico y en atracones de comida que no van a hacer ningún bien a nuestra salud.
Realizar actividades que aporten alegría y fomenten la liberación de neurotransmisores como las endorfinas (encargadas de proporcionarnos sensación de bienestar) es de gran importancia para evitar picar entre horas.