Poco a poco el país entero se está desconfinando y cada vez las medidas son más permisivas. Con esta desescalada del estado de alarma, que en principio finalizará el 21 de junio, la gente ha empezado a salir habitualmente y las mascarillas se están usando mucho más.
Las tres pautas que han recomendado desde la Organización Mundial de la salud (OMS) para evitar la propagación del coronavirus son el distanciamiento social, lavarse correctamente las manos y llevar mascarilla.
Ya hicimos referencia en un artículo anterior a los efectos de la cuarentena en la piel, específicamente debidos al lavado de manos y la utilización de geles hidroalcoholicos. Esto llega a tener consecuencias muy notables en las manos, que se pueden resecar y agrietar. Para evitarlo se deben utilizar jabones suaves e hidratarlas constantemente.
Al igual que pasa con las manos, también está pasando cada vez más con la cara. Muchas personas están acudiendo a sus dermatólogos de confianza para que les aconsejen sobre los cambios que están notando en el rostro durante las últimas semanas.
Las mascarillas pueden causar dermatitis y hongos
En la mayoría de casos que se han observado de nuevas afectaciones en la piel de la cara en los últimos días, el causante siempre ha sido el mismo: el uso de mascarillas. Debemos tener en cuenta que cualquier nuevo hábito que introduzcamos en nuestra rutina puede afectar a nuestra piel, y con las mascarillas pasa lo mismo.
Los expertos coinciden en que las dos afectaciones más repetidas son la dermatitis en la piel por humedad e irritación y los hongos en la boca, también por humedad.
El uso de mascarillas es obligatorio, por lo que no llevarlas no es una opción, pero lo que sí se debe hacer es llevarlas correctamente. Con el calor y el vaho del aliento se pueden humedecer, lo que puede provocar estas dolencias. La solución es cambiar la mascarilla siempre que se note que se ha humedecido y, en caso de no notarse pero llevar bastante tiempo con la misma, también cambiarla sistemáticamente.
Para no coger hongos es esencial también una perfecta higiene bucal. Lavarse los dientes después de cada comida y usar un enjuague diariamente. En el caso de la irritación en la piel la solución es más complicada, pero se recomienda intentar no salir cuando se empiece a observar afectación e hidratarse el rostro al menos dos veces al día.
En cuanto a qué mascarillas son peores para estas dolencias, la mayoría coinciden en que todas provocan más o menos los mismos efectos. Así que deberás tener en cuenta la duración recomendada de cada tipo de mascarilla y, en caso de que sean lavables, lavarlas con la asiduidad que recomiende el fabricante.