El dueño de los supermercados Día, el magnate ruso Mikhail Fridman, ha tenido que aprender a vivir con lo justo. El castigo impuesto por la UE le ha obligado, en cierta medida, a apretarse el cinturón. Desde que comenzara la invasión de Rusia a Ucrania, su riqueza se ha rebajado en 4000 millones de dólares.
En una entrevista concedida a Bloomberg detalla que no sabe cómo vivir. Este oligarca contaba con un patrimonio neto de 10 100 millones de dólares. Pero a raíz de estallar la guerra su situación financiera cambió por completo.
El dirigente de Día fue multado por la Unión Europea el 28 de febrero. Un par de semanas después, el Reino Unido haría lo propio. Cuando recibió las primeras sanciones por parte de occidente, no dudó en mostrar su malestar.
Consideraba aquellas medidas de "infundadas e injustas". Aseguraba que tenía intención de impugnarlas al no entender los motivos de ese castigo.
Su cuenta bancaria se ha visto reducida en 4000 millones de dólares. Friedman se pregunta cómo va a vivir a partir de ahora. "No lo sé, realmente no lo sé", añade resignado.
Hay que decir que el empresario ruso es cofundador de la firma de inversión londinense LetterOne. Se trata del fondo de inversión que cuenta con la propiedad de los supermercados Día. Además fue miembro de la junta directiva de la compañía bancaria rusa Alfa-Bank.
Las últimas sanciones impuestas supusieron la desactivación de la última tarjeta bancaria que le funcionaba. En la actualidad reside en el Reino Unido, en donde cuenta con una asignación mensual de 3000 euros. Para obtener más dinero precisa de un permiso especial.
El dueño de Día, en algún momento de la entrevista, trató de restarle trascendencia a lo que está sufriendo. "Mis problemas no son nada en comparación con los problemas de ellos", dijo. Hacía alusión a la población de Ucrania que estaba siendo víctima de los ataques de Rusia.
La postura de Putin de atacar al país vecino ha pasado factura a muchos multimillonarios rusos. En el caso de Friedman, se vio obligado a abandonar el puesto en el Alfa-Bank un día después del castigo de la UE. También salió de la directiva de LetterOne, la firma que había cofundado y que gestiona los supermercados.
Sigue sin entender la decisión que tomó Occidente y que perjudica mucho a sus cuentas. Pensaba que había una buena relación debido a sus viajes a Washington y al programa de becas de su banco. Recuerda que se beneficiaron de él británicos, estadounidenses y alemanes en 2004.
"Creíamos que éramos tan buenos amigos del mundo occidental que no podíamos ser penalizados", añadió. Él es uno más de los empresarios rusos a los que se les ha aplicado una sanción por parte de la UE. Lo que se busca con ello es paralizar la economía de Rusia y someter a un castigo a Putin.
El dueño de Día se mostró contrario al conflicto
Como encargado de los supermercados Día sabía claramente cuál era la postura a adoptar. Fridman se mostró contrario en todo momento a la invasión a Ucrania. A finales de febrero solicitó que se detuviera "el derramamiento de sangre".
Así se lo trasladó a los empleados de LetterOne, el fondo de inversión que gestiona la cadena de hipermercados. Mostraba en público su "profunda" tristeza por todo lo que estaba ocurriendo e indicaba que "la guerra nunca puede ser la respuesta".
Confesaba que "no hago declaraciones políticas. Soy un hombre de negocios con responsabilidades con mis miles de empleados en Rusia y Ucrania". En su opinión, este conflicto "costará vidas y dañará a dos naciones que han sido hermanas durante cientos de años".
Como encargado de Día, señalaba que "estoy seguro de que mis socios comparten mi punto de vista". Reclamaba una solución inminente, con el deseo de que acabaran los bombardeos por parte de su país.