Sean más o menos horas, lo cierto es que todos necesitamos dormir. Y para descansar correctamente, hay quienes necesitan de un verdadero ritual: horas muy concretas, ponerse un pijama especial, utilizar ciertas sábanas, dormir con una postura u otra...
Sin embargo, hay un pequeño detalle al cual no todo el mundo presta atención, pero puede ser verdaderamente determinante. Hablamos de la cantidad de luz que dejamos filtrar por la ventana cuando nos echamos a dormir. Algo que parece poco importante, pero tiene gran impacto sobre nuestro cuerpo.
Dormir a oscuras puede ser más importante de lo que crees
Según un estudio realizado por la Facultad Feinberg de Medicina de la Universidad Northwestern, la luz tiene un papel fundamental en la forma que dormimos. Según las conclusiones extraídas de la investigación, lo más recomendable es dormir a oscuras, sin un mínimo destello de luz.
"Los resultados de este estudio demuestran que una sola noche de exposición a la iluminación moderada de la habitación durante el sueño puede afectar la glucosa y la regulación cardiovascular, que son factores de riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y síndrome metabólico", compartía Phyllis Zee, quien ha dirigido el equipo de investigación.
Es decir, el dormir con algo de luz, no solo afecta a cómo descansamos, sino a nuestra salud cardiovascular, de forma directa. Y es que, al parecer, la luz puede alterar nuestra frecuencia cardíaca, como parte de respuesta del sistema nervioso simpático. Lo creáis o no, dormir sin luz tiene un impacto positivo sobre nuestra salud.
Y aunque todavía sea necesario esperar el resultado de más estudios, es innegable que, de algún modo, el exceso de luz artificial puede ser perjudicial para nuestra salud. Sin ir más lejos, Mario Motta, cardiólogo de la Asociación de Medicina Estadounidense, señalaba que “hay mayores índices de cáncer de próstata y mamá entre personas que viven en entornos donde hay luz artificial en las calles”.
¿Cómo podemos mejorar nuestros hábitos de sueño?
El primer paso, a la vista está, es dejar de dormir con algún tipo de luz artificial en nuestra habitación. Sin embargo, también existen otros "truquitos" con los que poder descansar sin ningún tipo de consecuencia negativa para nuestra salud.
Para ello, se recomienda seguir algunas de las pautas que recoge la higiene del sueño, un conjunto de prácticas que permiten mejorar la calidad del sueño y evitar algún que otro desbarajuste en nuestro sueño.
El primer consejo consiste en ser constante, pues lo ideal sería conseguir que todos los días te acuestes y te levantes a la misma hora. Además, estas horas deberían encontrarse durante la noche, no por el día.
Siguiendo en esta línea, los especialistas recomiendan que la cama sea un lugar en el que solo se duerma. Es decir, debemos hacer entender a nuestro organismo que en la cama no se ve la televisión o se come, sino que se descansa. De este modo, tu cuerpo tenderá a dormirse antes al tumbarse en ella.
¿Qué debemos evitar para higienizar nuestro sueño?
Mejorar la calidad de nuestro descanso también está relacionada con ciertas restricciones. Por ello, se recomienda evitar productos que contengan cafeína, alcohol... Debemos eliminar todos aquellos estimulantes que afecten a nuestro sueño. Asimismo, es aconsejable rehuir de todas aquellas películas, series o libros que puedan alterar tu calma. Siempre y cuando te expongas a ellos antes de irte a dormir, claro está.
También, se aconseja no estimular al cerebro con una conexión continuada a internet o con actividad física demasiado forzosa. Pese a la energía que puedas sentir en tus momentos de insomnio, lo mejor será optar por aquellas actividades que te resulten relajantes.