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Mujer embarazada sujetándose la barriga

Dolor del parto: ¿Cómo afrontarlo de forma exitosa?

La información sobre el dolor asociado al parto es clave para minimizar el sufrimiento de la madre.

El parto es uno de los procesos que más incertidumbre y miedo despierta entre las mujeres. Las personas que lo ha vivido cuentan su experiencia de una manera en ocasiones agradable y en otras horrible, y esto hace incrementar el temor a que se acerque el importante momento de dar a luz.

Dudas acerca del bienestar del bebé, del dolor que se siente al concebir, de si es mejor un parto natural o uno con anestesia y múltiples preguntas más son las que rondan por la cabeza de la mujer embarazada. A continuación vamos a mostrar algunas claves para afrontar el dolor del parto de una manera exitosa, para que tanto el bebé como la madre sufran lo menos posible.

La información como reductor del estrés en el embarazo

Lo primero que una mujer necesita saber cuando está embarazada es de cuántos meses está y cuanto es el tiempo que le queda para prepararse para el momento del parto.

A partir de aquí es necesario conocer los efectos que el desarrollo del embarazo tiene sobre el organismo para adaptarse a la situación y no alterarse por síntomas que no se puede identificar o controlar.

Estar informadas acerca de los síntomas que se pueden producir, de las semanas que dura un embarazo, de la fecha prevista y del grado de dolor que el parto provoca son algunas de las claves para reducir el estrés y el miedo que genera una nueva situación.

Es importante recordar que, en nuestra sociedad, el embarazo es un proceso que está muy controlado por médicos y matronas. Así, ante cualquier duda o síntoma extraño es relevante acudir al médico de cabecera para reducir el estrés y el malestar que estas dudas pueden generar.

Mujer con vestido rosa embarazada
Es importante tener información sobre el embarazo | Getty Images

El último trimestre de embarazo

En la preparación para el parto y el dolor asociado a este es importante saber cómo transcurrirá el último trimestre de embarazo, durante el cual el feto crece a pasos agigantados preparándose para un funcionamiento orgánico independiente del cuerpo de la madre.

Recordamos que un embarazo normal tiene una duración de 9 meses, es decir, 40 semanas. En el último trimestre el cuerpo de la madre y la posición del feto se preparan para expulsar y para ser expulsado, respectivamente. Además es necesario preparar todo aquello que el bebé necesitará en el momento en el que nazca.

Síntomas del parto como hinchazón, retención de líquidos, dolor lumbar y de estómago o el aumento exagerado el volumen de la tripa son comunes en los últimos tres meses de embarazo. Estos signos son normales y han de ser interpretados como tal.

En este último trimestre se empieza a planear con el ginecólogo el tipo de parto que se querrá llevar a cabo y las posibles actividades que se pueden realizar para que el momento de dar a luz sea lo menos doloroso posible tanto para el bebé como para la madre.

El dolor del parto: características principales

La información es sumamente importante para hacerse una idea de en qué consiste ese esperado momento, como es el tipo de dolor que se sentirá, cómo controlarlo y cuáles son las posibles complicaciones que se pueden manifestar una vez cumplida la fecha del parto.

El dolor del parto puede ser muy intenso, aunque el grado dependerá del umbral de dolor de cada persona y del tipo de parto que se elija. Lo que tienen en común todos los partos es la fluctuación del dolor, que se debe a las contracciones y a su ritmo.

Tipos de contracciones

Las contracciones aparecen como consecuencia de que el cuello del útero se está preparando para hacer posible que el bebé salga del cuerpo de la madre, de este modo las extensiones y las contracciones del útero facilitan el movimiento del bebé, pero producen un dolor intenso.

-Las primeras contracciones: las contracciones prodrómicas:

Estas contracciones empiezan siendo puntuales, e indican que el cuerpo de la madre se está preparando para el parto. A medida que pasan las horas y se dilata la vagina aumentan su frecuencia y su intensidad.  En un primer momento se identifica como un dolor lumbar.

-El momento del parto se aproxima: contracciones de dilatación:

En este punto el dolor es más intenso y se localiza en la barriga. El bebé está colocándose en el canal de parto y las contracciones tienen un ritmo más regular: dolor, pausa, dolor, pausa. Suelen durar unos 30 segundos, pero se dan de manera espaciada en el tiempo.

Se nota un dolor en el bajo vientre que se irá intensificando a medida que pase el tiempo. Es importante no ingerir alimentos a partir de este momento y procurar controlar la frecuencia de las contracciones.

-El bebé está listo para salir: contracciones de transición:

Una vez se ha dilatado unos 4 centímetros, el bebé está en posición y recorriendo el trayecto del cuello del útero que lo llevará al exterior del cuerpo de la madre. En este momento las contracciones son largas, pudiendo llegar a durar hasta un minuto.

Esto incrementa mucho el dolor y el malestar; además, el tiempo de reposo es mínimo, ya que las contracciones se dan cada minuto y medio aproximadamente. Justo en este punto es cuando se decide el tipo de parto que se quiere llevar a cabo:

  • Parto natural: sin anestesia (epidural), el dolor persiste y se incrementa

  • Parto normal: es en el que se pone la epidural y el dolor desaparece

  • Parto por cesárea: cuando las opciones anteriores fallan y el bebé no puede pasar por el canal vaginal

Realmente la decisión se toma mucho antes, pero en función de circunstancias como la fatiga de la madre, la presión arterial o complicaciones en la posición del feto se decide llevar a cabo un tipo de parto u otro.

Bebé en una incubadora
Existen tres tipos de parto | Getty Images

-Momento del parto: las contracciones de expulsión:

Una vez pasado un largo proceso de dolor queda el último empujón (nunca mejor dicho). En este momento las contracciones son muy frecuentes, intensas y dolorosas, pero son las últimas por lo que la gran mayoría de madres las soportan mejor.

El proceso de empujar ha de ser intermitente para que la madre no se agote; así, se empuja y se descansa hasta que el bebé asoma la cabeza. En este momento se comprobará que la posición del bebé y del cordón umbilical es correcta y se procederá a la parte final del parto.

¿Cómo afrontar el dolor del parto? 4 claves eficaces

Además de tener la información necesaria para elaborar unas expectativas en base a cómo va a ser el dolor del parto, una de las claves para aliviar el sufrimiento es conocer posturas corporales, modos de respiración y masajes que lo minimicen.

1. Clases de preparación al parto

Estas clases tiene su inicio en el tercer trimestre de embarazo, aproximadamente un par de meses antes de dar a luz. Se exponen conocimientos teóricos similares a los que hemos explicado en base al dolor del parto y se hacen ejercicios de gimnasia prenatal.

Lo importante de estas clases es preparar y fortalecer el organismo para que reducir la intensidad del dolor de parto. El procedimiento es similar a entrenar los meses anteriores a una competición con el objetivo de preparar al organismo para el esfuerzo que se le viene encima.

Por ello se enseñan técnicas de relajación, modos de respiración y posturas que ayudan a reducir el dolor y favorecen la salida del bebé del conducto uterino. Acudir a estas clases con la pareja fortalecerá el vínculo y hará sentir a la mujer más confortable y protegida.

2. Distraer la atención: la visualización

En ocasiones, y cuando el dolor es muy intenso, conviene apartar la atención de este y focalizarla en lo que está sucediendo a nivel general, reubicar el contexto y recordar que el sufrimiento acabará más pronto que tarde -y que tendrá su recompensa.

Visualizar el recorrido del bebé por el interior del organismo, cómo se va moviendo y avanza hacia el exterior, o practicar previamente visualizaciones que evadan a la mujer del momento del parto puede ser de gran ayuda. Recordemos también que focalizar la atención en el dolor hace que éste se intensifique.

En ocasiones el uso de música relajante también tiene efectos beneficiosos, ya que se ofrece la posibilidad de orientar la atención a estímulos placenteros y de este modo reducir los elevados niveles de estrés y tensión que se están experimentando.

3. Masajes por parte de la pareja

Cuando el parto se afronta en compañía de la pareja, este y el dolor que implica se vuelven más llevaderos. Tener apoyo psicológico es importante en este tipo de situaciones, pero además la pareja puede ser de gran ayuda si realiza masajes en aquellas zonas donde se acumula la tensión.

La zona lumbar, el cuello o los hombros son susceptibles de ser masajeados para aliviar el dolor. Es importante que se practique en la preparación preparto el tipo de masaje adecuado para cada situación y momento del desarrollo del parto.

Persona examinando la espalda de una mujer
Que la pareja realice un masaje hace el dolor más llevadero | Getty Images

4. Encontrar la postura que más alivie

Según los síntomas de parto y los dolores que se presenten, existen posturas que ayudan a la relajación muscular y por ende a la reducción del dolor. Es recomendable permanecer de pie en las fases iniciales del parto, ya que la gravedad juega a favor de la salida del bebé y ayuda a la dilatación.

Adoptar una postura de cuadrúpedo es también recomendable cuando el peso de la barriga sea excesivo para las lumbares. Estar recostada sobre uno de los lados del cuerpo ayudará a relajar los músculos pélvicos y aliviar el dolor de espalda.