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pepino con rodajas

Los mejores diuréticos naturales

En caso de retención de líquidos, o acumulación de desechos y toxinas, los diuréticos naturales pueden ser de muchísima ayuda.

Cuando orinamos, nuestro organismo tiende a deshacerse de una gran cantidad de desechos, como las toxinas endógenas (producidas dentro del metabolismo), exógenas (provenientes del exterior), urea, agua y exceso de minerales. Y es aquí donde los diuréticos naturales pueden ser de muchísima ayuda.

Pero lo cierto es que, antes de la eliminación de todos estos residuos o desechos, el organismo ha llevado a cabo previamente una serie de labores de identificación, procesamiento y transporte, apoyándose del sistema linfático para asegurar el correcto transporte de ciertos nutrientes.

Los diuréticos son de mucha utilidad a la hora de ayudar al cuerpo a eliminar una mayor cantidad de agua y sal de lo normal. Para ello, actúan sobre los riñones, a diferentes niveles (en función del tipo de diurético), y aumentan la producción de orina.

De hecho, los riñones son unos órganos que se encuentran naturalmente “programados” para filtrar la cantidad necesaria tanto de agua como de sal, asegurando con ello su adecuado equilibrio en nuestro cuerpo. 

Sin embargo, los diuréticos lo que hacen es modificar estos parámetros de regulación, siendo muy útiles a la hora de tratar diferentes problemas de salud. No en vano, es muy común que se prescriban en una serie de situaciones distintas.

Por ejemplo, en caso de retención de agua y sal relacionada con algún tipo de insuficiencia renal, hepática o cardíaca. En este tipo de patologías, estos órganos fallan, por lo que la retención de agua con exceso de sal conduce a una hinchazón anormal (formación de edemas.

En caso de hipertensión arterial, significa que la sal retiene un exceso de agua en el cuerpo, aumentando con ello el volumen sanguíneo. Por su modo de acción, los diuréticos son de utilidad a la hora de disminuir la presión en las arterias.

Es más, como coinciden en señalar los expertos, en el caso de la hipertensión los diuréticos son considerados como los fármacos principales, dado que pueden ser administrados al comienzo del tratamiento, o en combinación con fármacos antihipertensivos. 

Y cuando el especialista administra, por ejemplo, tres medicamentos o fármacos distintos, uno de ellos debe ser siempre el diurético, dado que se considera que el tratamiento será mucho más eficaz. Curiosamente, muchos pacientes no responden bien al tratamiento médico a menos que se incluya un diurético.

Por otro lado, cuando existen determinadas enfermedades raras ciertos fármacos diuréticos tienden a actuar sobre la aldosterona, una hormona, involucrada en el equilibrio de agua y sal, pudiendo ser igualmente prescritos en caso de mujeres con síndrome de ovario poliquístico o cualquier otro tipo de enfermedad hormonal.

Como vemos, aunque es cierto que existen una buena cantidad de fármacos diuréticos, que se prescriben ante la aparición de determinadas enfermedades y patologías, ¿sabías que existen también algunos diuréticos naturales que ejercen los mismos efectos, pero sin muchos de sus efectos secundarios?

Es el caso, como veremos, de los alimentos diuréticos, que, como su propio nombre indica, consisten en alimentos que promueven una mayor producción de orina  (diuresis), estimulando el trabajo de eliminación del cuerpo.

Piña sobre una mesa
Los diuréticos naturales son opciones únicas para tratar la retención de líquidos. | Getty Images

Té verde

El té verde, conocida científicamente bajo el nombre de Camellia sinensis, es considerada como una planta altamente antioxidante, la cual es comúnmente utilizada en la elaboración de tés. Además, es desintoxicante y diurética, cien por cien natural.

Lo cierto es que muchos de sus beneficios provienen de la presencia, en su composición, tanto de catequinas como de cafeína. No en vano, la cafeína es capaz de ejercer un importante efecto desintoxicante y diurético, siempre y cuando, claro está, no sea consumida en exceso. 

Por otro lado, las catequinas actúan drenando el cuerpo, mientras protege a los riñones y al hígado

Col rizada

Popularmente conocida en los últimos años con el peculiar nombre de kale, la tradicional col rizada (la de toda la vida), es uno de los vegetales estrella de las verduras de hojas de color verde.

De hecho, es enormemente valorada por su alta acción antioxidante y protectora, además de ser muy baja en calorías. Es una fuente excelente de fibra y vitamina C, que también brinda interesantes cualidades antioxidantes.

¿Sabías que la vitamina C es un nutriente esencial útil para prevenir y reducir la acumulación de ácido úrico  en el organismo? Se trata de una cualidad interesante, dado que cuando el ácido úrico se encuentra en niveles excesivos, puede acabar dañando los riñones, aumentando el riesgo de cálculos renales.

Una de las principales ventajas es que puede ser cocinada de diferentes maneras. Por ejemplo, puede ser consumida cruda en ensaladas, cocida al horno o incluso usarla para elaborar una deliciosa sopa de invierno. 

Es más, también puede ser usada para preparar un delicioso batido diurético, utilizando no solo col rizada verde, sino también manzana y jengibre. Es maravilloso, además de muy nutritivo y diurético.

Jengibre

De reconocido sabor picante, el jengibre (Zingiber officinale), por su composición, es un alimento muy útil a la hora de favorecer la eliminación de líquidos a través de la micción (es decir, a través de la producción de orina, y su salida posterior del cuerpo).

En concreto, contiene una elevada cantidad de potasio (alrededor de 1320 mg por cada 100 gramos de producto), que actúa gestionando el correcto equilibrio hídrico del organismo, a la vez que regula la cantidad de sodio.

Eso sí, es conveniente tener especial cuidado de no consumir demasiado potasio, debido principalmente a que se trata de un mineral que se acumula en el cuerpo.

Por otro lado, también debemos indicar que el jengibre tanto contiene agua  (alrededor de 9,94 gramos por cada 100 gramos), así como determinadas enzimas con interesantísimas cualidades diuréticas.

Por ello, aunque no sea muy conocido por esta cualidad, la realidad es que se convierte en un alimento excelente para hidratarnos diariamente. ¿Lo mejor? Combinarlo con jugo de limón, convirtiéndose así en una bebida tremendamente saludable.

Limón

A menudo tiende a recomendarse como una opción saludable tomar un vaso de jugo de limón o agua de limón  por las mañanas, preferiblemente con el estómago vacío. 

Sin embargo, como coinciden en señalar muchos nutricionistas, debemos advertir que no se trata de una opción muy recomendada, ya que no solo podríamos terminar con un incómodo dolor de estómago, sino porque acabaremos estropeando el esmalte. 

¿Lo mejor? Optar por añadirlo en forma de jugo combinándolo con otras frutas, o simplemente añadir unas cuantas gotas a nuestra ensalada.

Sea como fuere, no hay duda que el limón es reconocido y conocido por fortalecer el sistema inmunológico, depurando el organismo y, sobre todo, favorecer la eliminación de los desechos.

El limón aumenta la cantidad de orina presente en el cuerpo, además de actuar como un excelente “limpiador” de los diferentes vasos sanguíneos presentes en los riñones.

Como ya te hemos comentado anteriormente, una buena opción es combinar el limón con el jengibre. Por ejemplo, es posible usarlos en forma de jugo depurativo, o hacer una infusión de jengibre con limón y miel. Incluso hay quien aconseja combinar el limón con el perejil  como opción para disfrutar de una importantísima acción tanto diurética como depurativa.

Alcachofas

La alcachofa es una hortaliza muy popular, reconocida principalmente por su alto contenido en fibra, minerales y vitaminas que ayudan a la eliminación de agua y sal, por lo que actúa indirectamente para el buen funcionamiento de los riñones.

Además, contiene una amplia cantidad de cobre, que permite la formación tanto de nuevo colágeno como de hemoglobina, a la vez que aumentan y mejoran el flujo de bilis desde la vesícula biliar, de forma que ayuda a reducir el exceso de líquidos en el organismo debido a que, además, contiene cinarina, una sustancia química con muchos beneficios.

Pepino

Al igual que el tomate, que conoceremos en el próximo apartado, el pepino contiene una enorme cantidad de agua, motivo por el cual es un alimento que hidrata muchísimo. 

Pero una de sus principales ventajas es que no solo contiene agua, también silicio  y azufre, útil para regular y favorecer la evacuación del ácido úrico por parte de los riñones.

Es más, el pepino tiene efectos diuréticos porque también contiene cafeína y ácido ascórbico (o, lo que es lo mismo, vitamina C). Así, todas estas sustancias originan un aumento en la frecuencia y cantidad de orina. Y lo que es aún mejor: puede consumirse crudo en ensaladas, combinando con otros alimentos, o en forma de jugos o batidos.

Tomate

El tomate es también considerado como uno de los diuréticos más naturales y saludables. Y, además, son tremendamente ricos en agua, proporcionando alrededor de un 90 por ciento de agua, reforzando su virtud diurética.

Además, es rico en potasio, magnesio y fibra, ayudando a aliviar tanto los riñones como en el proceso de drenaje natural del organismo.

Pero para disfrutar al máximo de sus diferentes virtudes es de vital importancia intentar consumirlos crudos siempre, preferiblemente en forma de ensaladas, ya que podemos añadir muchos otros vegetales y hortalizas con cualidades diuréticas.

Apio

También destaca por ser otro diurético natural, gracias a su elevadísimo contenido en agua, minerales y, como no podría ser menos, fibra.

Es un vegetal verde que tiene un elevado contenido en sodio y potasio. No obstante, su contenido en potasio es muy superior al de sodio, lo que ayuda sin duda alguna a la hora de reforzar su propiedad diurética.

Al promover la producción de ácido úrico, el apio optimiza la evacuación de la orina. Además, también ayuda a hidratar el cuerpo, proporcionando minerales.

Como ocurre con la mayoría de los diuréticos naturales, lo mejor es consumirlo crudo, ya que ayuda a conseguir que sus diferentes efectos diuréticos se encuentren mucho más concentrados. Pero si no te convence mucho su sabor, puedes añadirlo a jugos de frutas.

Agua

Aunque es cierto que no se trata de un alimento en sí, el agua es considerado posiblemente como uno de los diuréticos naturales número uno.

No en vano, beber suficiente agua es una de las mejores cosas que podemos hacer a la hora de conseguir que nuestros riñones funcionen correcta y adecuadamente. Y favorece la producción tanto de orina como de la evacuación de líquidos.

Al diluir la orina y ayudar a eliminar los diferentes desechos del cuerpo, el agua ayuda a facilitar enormemente el trabajo de los riñones, lo que acaba contribuyendo, al final, a un mejor estado de salud, protegiéndolo frente a la formación, por ejemplo, de los cálculos renales.

Eso sí, a la hora de hidratarnos no solo debemos pensar en el agua. También es importantísimo consumir frutas y verduras con alto contenido en agua, como por ejemplo es el caso del pepino  (contiene un 97 por ciento de agua), sandía y melón  (compuestas por un 90 por ciento de agua, aproximadamente), o incluso las cerezas (con un 70 por ciento de agua).

Perejil

El perejil  es otro de esos alimentos diuréticos conocidos popularmente por su elevado contenido en agua (alrededor de un 85 por ciento), además de magnesio, potasio y otros nutrientes que, precisamente, ayudan a que los riñones funcionen de forma correcta.

Nuevamente, lo ideal es consumirlo crudo, pudiendo incorporarlo a las comidas en forma de guarnición, o añadirlo a jugos de frutas y batidos. Es más, también es posible usarlo como hierba seca en polvo (especia) para espolvorearlo sobre ensaladas o cualquier otra comida.

Un consejo: añadido como hierba fresca finamente picada a las tortillas, o a las claras de huevo, se convierte en una opción repleta no solo de vitamina C, sino también de proteínas de alto valor biológico.

Acerola

Aunque menos conocida en nuestro país, la acerola se caracteriza por ser una fruta similar a las cerezas. Concretamente, se trata de una fruta tropical  que no debe, de hecho, ser confundida con las tradicionales cerezas “clásicas”, dado que no pertenece en realidad a la misma familia.

Actúa como un potente diurético, con efecto uricosúrico, lo que significa que favorece la eliminación urinaria del ácido úrico, estimulando la actividad de los riñones y aumentando la producción de orina. 

Esto es debido a que es capaz de estimular la actividad de los riñones, a la vez que aumenta la producción de orina.

Una de sus principales ventajas es que puede ser consumido en forma de fruta, en polvo o como complemento alimenticio (por ejemplo, en cápsulas o tabletas). Eso sí, el polvo de acerola dispone de un sabor afrutado y fragante realmente delicioso, que puede ser añadido a jugos de frutas.

¿Cómo saber si necesito tomar diuréticos naturales?

Como siempre te indicamos, en todo lo que se refiere a la salud, es de vital importancia preguntar siempre al médico antes de tomar cualquier tratamiento o alimento natural  con la intención de tratar o prevenir algún tipo de patología o enfermedad.

En el caso de los diuréticos naturales, es posible que surjan dudas acerca de si deberíamos o no consumirlos. Como hemos visto, básicamente consisten en alimentos naturales que consumimos diariamente, por lo que la clave únicamente está en añadirlos a nuestra dieta diaria, y, sobre todo, no excedernos nunca en su consumo.

Los diuréticos, como igualmente te hemos explicado ya, tienden a actuar sobre los riñones porque son los encargados de filtrar la sangre, evacuando los diferentes desechos y toxinas a través de la orina.

Sin embargo, en ocasiones es posible que los riñones no puedan eliminar correctamente los líquidos de desecho acumulados, algo que suele ocurrir por el seguimiento de una dieta con exceso de sodio (sal), por problemas hormonales, trastornos circulatorios, determinadas patologías o, incluso, durante el embarazo.

Pero, ¿qué síntomas pueden advertirnos acerca de la existencia de una eliminación inadecuada de líquidos del cuerpo? Por ejemplo, suele ser común que surjan algunos signos como:
 

  • Sensación de hinchazón
  • Acumulación de agua en ciertos tejidos (o incluso retención de agua)
  • Problemas venosos, como sensación de pesadez en las piernas (piernas cansadas) o varices
  • Aumento de peso
  • Problemas en la piel
  • Presión sanguínea elevada (hipertensión arterial)
  • Colesterol elevado
Empezar bien una dieta➡️