Tan solo en nuestro país, cerca de 800.000 personas padecen la enfermedad de Alzheimer. Según estos datos, ofrecidos por la Sociedad Española de Neurología, el 60% de los casos son de demencia, mientras que otro 30% aún no estarían diagnosticados.
No obstante, independientemente de las cifras (que realmente son alarmantes), las personas que padecen Alzheimer deben batallar con una serie de síntomas. Sin embargo, el cuerpo del ser humano es sabio, y antes de que aparezca la enfermedad podría estar enviando algunas señales.
Los 10 síntomas que puede enviarte el cuerpo y que no deberías ignorar
Cuando hablamos de Alzheimer, estamos haciendo referencia a un tipo de demencia y enfermedad de deterioro cognitivo. Dicha enfermedad suele afectar procesos cognitivos como la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Sin embargo, la ciencia todavía no ha conseguido descubrir exactamente su origen.
No obstante, lo que sí se sabe es que una vez empieza a aparecer, la persona que lo va a sufrir puede experimentar una serie de síntomas. Por esta razón, a continuación vamos a ver cuáles son los más habituales, y también los que no deberías pasar por alto.
1. Dificultad en tareas habituales
Mantener una conversación, sentirse concentrado o experimentar dificultad en tareas comunes, como conducir, puede ser el inicio de la enfermedad. Los expertos indican que, si una persona empieza a experimentar todo esto, debería estar en alerta.
2. Olvidos del día a día
Uno de los principales cambios que se producen, además del que acabamos de ver, es el hecho de olvidar aquellas cosas que solemos hacer de forma habitual. En este sentido, olvidar la información que hemos adquirido más recientemente, podría ser una señal.
3. Desorientación
La desorientación es otra de las cosas que el cerebro de una persona con Alzheimer empieza a experimentar. Y es que la desorientación especial o temporal son, sin lugar a dudas, las primeras que se ven mermadas.
4. Pérdida del juicio
Está claro que la toma de decisiones, en muchas ocasiones, puede no ser fácil para ninguna persona. No obstante, en aquellos casos en los cuales la enfermedad está en pleno inicio, es habitual que se manifiesten decisiones erróneas, como por ejemplo descuidar la imagen personal.
5. Conversaciones complicadas
No es ninguna mentira cuando decimos que alguna vez hemos experimentado algún tipo de lapsus mientras hablábamos con alguien. Sin embargo, si estamos manteniendo una conversación y tenemos dificultades para continuarla, de forma habitual, podríamos estar hablando de un problema mayor.
6. Dificultad para entender imágenes
Juzgar la distancia en la que nos encontramos, determinar el color o el contraste de una foto o tener dificultades para leer son algunos de los síntomas que deberían mantenernos alerta. Y es que los expertos coinciden en que los problemas de visión también pueden ser una señal.
7. Aislamiento social
El aislamiento social es una de las consecuencias más catastróficas de la enfermedad del Alzheimer. De hecho, no es otra cosa más que el resultado de la dificultad de hablar o socializar con los demás. Por esta razón, las personas que lo padecen tienden a alejarse del resto de gente.
8. Cambios en la ubicación
Otro de los síntomas a los que deberíamos prestar atención es al hecho de colocar objetos en lugares inusuales. El hecho de perder cosas y no ser capaces de encontrarlas, por ejemplo, podría suponer una enorme dificultad. En estadios más avanzados de la enfermedad, las personas que padecen Alzheimer pueden llegar incluso a acusar a otros de haberles robado.
9. Humor y personalidad
Confusión, desconfianza, depresión y ansiedad son solo algunos de los estados anímicos que una persona con Alzheimer puede experimentar. El cambio de humor es otra de las señales que pueden alertarnos de que algo no va bien.
10. Resolución de problemas
Algo tan sencillo como recordar la receta de un plato o la vuelta de camino a casa puede transformarse en una auténtica pesadilla. Y es que la capacidad de concentración y la agilidad mental, en este tipo de casos, suele deteriorarse con el paso del tiempo.