Cuando decidimos empezar una dieta, lo más probable es que lo primero que hagamos sea consultar internet. Esto, a priori, puede parecer algo normal y habitual. Pero lo que debes saber es que, lejos de la realidad, a veces la sobre información puede ser un peligro.
En el caso de las dietas lo podemos ver muy a menudo: dietas exprés, dietas milagro... y en definitiva, mil y una promesas que sugieren que perder peso puede ser algo fácil y rápido. Pero no te dejes engañar, porque los expertos lo tienen claro, y por ello, han lanzado un mensaje.
Alimentos prohibidos en las dietas: ¿Qué dicen los expertos?
Podemos decir con gran certeza que, la mayoría de personas que empiezan una dieta, consideran necesario restringir el consumo de determinados alimentos. Y es que esto, aunque puede ser efectivo en algunos casos, también se puede realizar de forma errónea.
Según el Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa), el 65% de las personas que quieren perder peso suelen optar por restringir determinados alimentos en sus dietas. Y esto, según los expertos, es una práctica nada recomendable.
De la misma forma que si nos duele un diente vamos al dentista o si se nos estropea el coche vamos al mecánico, con la alimentación pasa lo mismo. Si queremos empezar una dieta para perder peso, lo más recomendable es acudir a un nutricionista.
Y es que los dietistas y nutricionistas son, precisamente, las personas que más nos pueden aconsejar en este tipo de casos. Quien mejor que ellos para conocernos, asesorarnos y elaborarnos un plan dietético adaptado a nuestras necesidades.
Ahora bien, como esta premisa es algo que no todo el mundo suele llevar a cabo, dichos profesionales no han dudado en lanzar un mensaje de advertencia a la población. Al parecer, restringir alimentos de nuestra dieta puede acabar desencadenando problemas serios de salud.
La doctora Maria Cruz Manzaneque señala lo siguiente: "Seguimos creyendo que lo que le ha funcionado a mi amigo o a mi vecino me va a funcionar a mí".
Así mismo, también destaca que "este tipo de dietas que restringen alimentos provocan problemas a corto plazo y otros que, desgraciadamente, se pueden llegar a cronificar".
Debemos tomar conciencia de que cuando se trata de nuestra salud, no todo vale. Realizar este tipo de dietas sin ninguna base ni respaldo puede pasarnos factura, y más aún, si la realizan adolescentes o jóvenes también puede desencadenar en trastornos de la conducta alimentaria.
Por esta razón, la doctora Manzaneque considera importante desterrar el mito de que una dieta es algo temporal, rápido y a corto plazo. De nada vale cuidar nuestro organismo durante un tiempo y, después, volver a los mismos hábitos que llevábamos a cabo al principio.
Así pues, lo que podemos extraer de todo esto que es que las famosas 'dietas restrictivas' parecen no ser la mejor opción si queremos adelgazar. Todas ellas tienen una cara oculta que a priori no vemos, sin embargo, lo importante es saber que una buena alimentación es algo que debemos llevar en el día a día.
Si quieres empezar una dieta, hazlo bien
Tal y como comentábamos al inicio, cuando tengamos el propósito de empezar una dieta para perder peso lo que debemos hacer, en primer lugar, es acudir al nutricionista. Reiteramos la necesidad de no saltarnos este paso porque, este profesional, es quien está capacitado para diseñar un plan dietético saludable.
Para conseguir que nuestro propósito no se convierta en una pesadilla, debemos tener claro que, si hay que restringir alimentos, estos deben ser analizados por el profesional que nos trate. Si eliminamos de nuestra dieta alimentos básicos, además de perder grasa muscular, podremos obtener un efecto rebote.
Este efecto rebote, como bien sabrás, es lo que se conoce como la recuperación de los kilos perdidos en muy poco tiempo. Por lo tanto, al tratarse de una de las consecuencias más habituales, conviene no caer en el error de cometerla.
Sin embargo, algo que sí podemos empezar a hacer por nuestra cuenta (a la par que acudimos al nutricionista) es empezar a eliminar malos hábitos. Quitar el alcohol, el tabaco o las comidas ultraprocesadas, por ejemplo, es un gran inicio.