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Diferentes verduras como el brócoli, tomate o apio

¿Qué es la dieta FODMAP para el colon/intestino irritable?

Qué alimentos consumir y cómo realizar una dieta FODMAP para reducir los síntomas del colon irritable.

Uno de los tratamientos alternativos para lidiar con los síntomas del colon irritable es la realización de una dieta FODMAP. Esta pauta alimentaria consiste en reducir y eliminar el consumo de determinados hidratos de carbono sencillos que no son bien asimilados en las personas que padecen el síndrome del intestino irritable.

Para realizar esta dieta es importante llevar a cabo dos procesos previos para determinar qué azúcares y en qué cantidades nos provocan los síntomas del colon irritable. A continuación os explicamos en qué consiste una dieta FODMAP, qué alimentos se relacionan con ella y cómo llevarla a cabo.

¿Qué es una dieta FODMAP?

El concepto FODMAP hace referencia a  un grupo de cinco azúcares presentes en determinadas comidas. Estos azúcares son la lactosa, la fructosa (consumida en exceso), los fructanos, los galactanos y los polioles. Esta palabra proviene de las siglas en inglés de oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables.

Se da el caso que bastantes personas no tienen una buena absorción de los FODMAPs. Cuando el organismo no tolera alguno de estos azúcares, se manifiestan los siguientes síntomas:

  • Distensión o inflamación del abdomen.

  • Gases.

  • Dolor de estómago.

  • Náuseas.

  • Diarrea (heces blandas).

  • Estreñimiento (heces duras o dificultad para defecar).

En estos casos, se recomienda realizar una dieta baja en FODMAPs, para evitar y reducir estos síntomas. Este tipo de dieta se realiza en dos fases. En el primer paso se eliminan todos los alimentos con alto contenido en los cinco tipos de azúcares nombrados anteriormente y en la segunda fase se reintroducen. De esta manera se intenta determinar qué azúcares causan los síntomas y en qué cantidades.

La dieta baja en azúcares puede ayudar a las personas que padecen problemas gastrointestinales, como por ejemplo gas, distensión abdominal, diarrea, síndrome del intestino irritable o colon irritable. Gracias a esta pauta alimentaria baja en FODMAPs, se eliminan determinados alimentos que pueden causar estos síntomas.

Si tenemos alguno de estos síntomas es importante acudir a un nutricionista para que nos paute y nos guíe en la realización de una dieta específica para el colon irritable.

¿Quién debe realizarla o para quién está indicada?

Una dieta baja en FODMAPs ayuda a aliviar y a reducir determinados síntomas que se padecen  en enfermedades relacionadas con el intestino. Algunas de las dolencias en las que la aplicación de esta dieta puede ayudar a mejorar el estado de salud son:

  • Síndrome del intestino irritable (colon irritable) con diarrea.

  • Síndrome del intestino irritable mixto.

  • Diarrea funcional (heces blandas crónicas sin dolor abdominal).

  • Distensión o inflamación del estómago, si persisten los síntomas.

  • Sensibilidad al gluten no celíaco.

  • Enfermedad celíaca. Aunque la enfermedad esté bajo control, si los síntomas persisten se suele aplicar una dieta baja en FODMAPs.

  • Enfermedad intestinal inflamatoria. Aunque la enfermedad esté bajo control, si los síntomas persisten se suele aplicar una dieta baja en FODMAPs.

  • Proliferación excesiva de bacterias intestinales (SIBO).

Sin embargo, esta dieta no es aconsejable para todas las personas. Es posible que si se sufren algunos de los síntomas antes mencionados, mejorando nuestra dieta, practicando más ejercicio y reduciendo el estrés, mejoren nuestros problemas intestinales.

¿Cómo empezar este tipo de dieta?

La dieta baja en FODMAPs se realiza en dos fases para poder determinar qué alimentos causan los síntomas de colon irritable. En la fase uno se eliminan de nuestra dieta, durante un periodo de 2 a 6 semanas, los alimentos que presentan un alto contenido en los azúcares mencionados.

En la segunda fase de re-introducen estos alimentos de una manera estructurada. De esta manera se consigue determinar cuál de los cinco azúcares produce los síntomas gastrointestinales.

A continuación vamos de detallar cómo empezar una dieta baja en FODMAP:

1. Primera fase

En el primer paso de realización de esta dieta debemos eliminar de nuestro consumo todos aquellos alimentos con un alto contenido en FODMAP. También tenemos que suprimir aquellos que nos causen una reacción alérgica. Esta fase solo la realizaremos durante unas semana.

Los alimentos que presentan un alto contenido en estos azúcares y que por lo tanto tendrían que suprimirse de nuestra dieta en esta fase son:

  • Frutas como: manzanas, albaricoques, cerezas, mangos, nectarinas, peras, ciruelas y sandía.

  • Verduras y legumbres como: alcachofas, espárragos, alubias, coles, coliflor, ajo, lentejas, setas y cebollas.

  • Productos lácteos como: leche, quesos suaves, yogur, natillas y helados.

  • Edulcorantes como: miel y sirope de maíz alto en fructosa.

  • Alimentos que tienen edulcorantes que terminan en “-ol” como: sorbitol, manitol, xilitol y maltitol.

  • Alimentos con trigo o centeno.

2. Segunda fase

En esta segunda fase se tienen que  re-introducir en la dieta los alimentos que anteriormente hemos eliminado. Si acudimos a un nutricionista, este nos orientará y guiará sobre cómo reincorporar los alimentos altos en FODMAP.

En esta fase deberemos llevar un registro de cómo nos sentimos después de consumir determinados alimentos. De esta manera nos ayudará a determinar cuáles son los azúcares que nos están provocando los síntomas y en qué cantidades nos los causa.

A partir de los resultados obtenidos y una vez establecidos los azúcares que nos provocan el malestar, se elaborará una dieta exclusiva para nosotros, evitando los alimentos que nos sientan mal.

Recomendaciones a la hora de realizar una dieta FODMAP

A la hora de realizar una dieta FODMAP para el síndrome del intestino irritable  puede parecernos en un primer momento algo abrumador. Por esa razón es importante tomarse con calma la nueva dieta y acudir a un nutricionista que nos guíe durante todo el proceso y nos paute los pasos a seguir.

Cuando se realiza esta dieta es importante aprender a leer las etiquetas de los alimentos y de los ingredientes que contienen. Esto nos ayudará a seguir mejor la dieta y a no consumir alimentos que nos pueden provocar un empeoramiento de los síntomas del colon irritable.

Una de las recomendaciones a la hora de elegir qué alimentos queremos consumir es dar prioridad al consumo de productos no procesados, como frutas, verduras, legumbres, nueces, semillas y edulcorantes no procesados, con bajo contenido en FODMAP.

Además, toda la proteína pura de origen animal (pollo, pescado, pavo, huevos, carne de res, etc.) y grasas (aceite de oliva, aceite de canola, mantequilla, etc.) tienen un bajo contenido de FODMAPs.

Si se quiere consumir alimentos procesados, tenemos que buscar aquellos que contengan sólo ingredientes que podamos reconocer. Además, mientras más pequeña sea la lista de productos, mucho mejor. Este tipo de alimentos suelen incluir ingredientes con alto contenido en azúcares que no son fáciles de reconocer, como pueden ser: miel, ajo, cebolla, lácteos, leche, trigo, soja. Es importante leer la lista de ingredientes de manera cuidadosa.

También hay que tener en cuenta que los productos etiquetados como “sin gluten” no necesariamente significa que su contenido sea bajo en FODMAPs. Tenemos que asegurarnos de revisar la lista de ingredientes para comprobar que no hay alimentos “prohibidos”.

Hay que saber diferenciar entre las frases “puede contener” y “procesado en una planta que también procesa” de la frase “contiene”. Solo tenemos que tener en cuenta los ingredientes especificados en el apartado “contiene”.

Si hemos acudido a un nutricionista para que nos establezca una dieta FODMAP, es importante llevar encima la lista de alimentos que nos ha pautado a la hora de ir a comprar. De esta manera, podremos realizar la compra de una manera más fácil.