Especialmente en una época en la que cada vez más personas desean perder peso rápidamente, ha surgido una nueva tendencia alimentaria: la 'dieta del bocadillo'. Se trata de una opción que ha captado la imaginación de muchos al ser, aparentemente, una solución fácil para deshacerse de esos kilos de más. Sin embargo, según los expertos, esta dieta plantea preocupaciones importantes.
¿Te gustaría perder peso comiendo bocadillos? Esa es la propuesta de la nutricionista Terica Uriol. Ha creado un método basado en la pirámide alimenticia y el consumo de pan. Según esta nutricionista, se trata de una forma de adelgazar sin pasar hambre y sin hacer ejercicio. Pero, ¿es realmente saludable y efectiva esta dieta? ¿Qué riesgos tiene para la salud?
¿En qué consiste la ‘dieta del bocadillo’?
La ‘dieta del bocadillo’ se basa en el principio de que para perder peso hay que comer de todo, pero en las cantidades adecuadas. Según Uriol, el secreto está en seguir la pirámide alimenticia, que tiene como base los hidratos de carbono (arroz, pasta, patatas y sobre todo pan).
Estos alimentos aportan energía y saciedad, y se pueden combinar con otros más ligeros como verduras, frutas, huevos, carnes magras, pescados o quesos bajos en grasa.
El bocadillo es una forma práctica y sencilla de comer pan, siempre que se elijan ingredientes saludables. Estos podrían ser pollo, jamón serrano, queso (light), atún, sardinas o tomates.
En este sentido, Uriol recomienda comer un bocadillo en el desayuno y otro en la cena, y una comida normal en el almuerzo. Además, se pueden tomar dos piezas de fruta al día y un yogur desnatado.
¿Qué alimentos se deben evitar?
La ‘dieta del bocadillo’ tiene una serie de restricciones que pueden resultar difíciles de cumplir. Por un lado, se deben eliminar las grasas, tanto de origen animal como vegetal. Uriol afirma que si no se consumen grasas cuando el cuerpo las necesita, éste recurrirá a sus reservas acumuladas y se perderá peso.
Sin embargo, esta afirmación no tiene evidencia científica y puede ser perjudicial para la salud. Las grasas son necesarias para el funcionamiento del organismo, ya que forman parte de las membranas celulares, las hormonas y el sistema nervioso. Además, ayudan a absorber las vitaminas liposolubles (A, D, E y K) y aportan sabor y saciedad a los alimentos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir un mínimo de un 30 % de calorías procedentes de las grasas. Siempre, eso sí, que se elijan las de mejor calidad, como el aceite de oliva, los frutos secos o el pescado azul.
Por otro lado, se deben evitar los alimentos ricos en azúcar, como la bollería, los dulces o los refrescos. Esto es algo positivo, ya que el azúcar es un nutriente vacío que solo aporta calorías y favorece el sobrepeso, la diabetes y las caries. Sin embargo, también se deben limitar otros alimentos que contienen azúcares naturales, como la miel, la mermelada o el chocolate.
¿Qué beneficios y riesgos tiene la ‘dieta del bocadillo’?
La ‘dieta del bocadillo’ puede tener algunos beneficios para algunas personas que quieren perder peso sin renunciar al pan. El pan es un alimento que aporta hidratos de carbono complejos, que son una fuente de energía para el cuerpo y el cerebro. Además, el pan integral tiene fibra, vitaminas y minerales que mejoran el tránsito intestinal y previenen el estreñimiento.
Sin embargo, también tiene muchos riesgos para la salud. Al restringir las grasas y las proteínas se puede provocar una deficiencia nutricional que afecte al crecimiento, al desarrollo muscular, al sistema inmunitario o a la salud ósea. Además, al basar la dieta en hidratos de carbono, se puede aumentar el nivel de glucosa en sangre y favorecer la resistencia a la insulina.
Otro aspecto negativo de la ‘dieta del bocadillo’ es que no promueve el ejercicio físico como parte de un estilo de vida saludable. El ejercicio físico es fundamental para mantener el peso, mejorar la salud cardiovascular, prevenir el estrés y aumentar el bienestar.
La OMS recomienda hacer al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana, o 75 minutos de actividad física intensa.
¿Qué opinan los expertos?
Los expertos coinciden en que la mejor dieta es aquella que se adapta a las necesidades y preferencias de cada persona. Que incluye todos los grupos de alimentos en proporciones adecuadas y que se combina con el ejercicio físico y otros hábitos saludables.
Sobre esta dieta en concreto, consideran que puede crear una relación negativa con la comida, basada en el miedo, la culpa o la obsesión. Por eso, recomiendan acudir a un profesional cualificado que pueda ofrecer un asesoramiento personalizado y un seguimiento adecuado.
Por todo ello, debemos advertir que nos encontramos ante una dieta que tiene muchos riesgos para la salud. Ya que restringe las grasas y las proteínas, elimina alimentos saludables y no fomenta el ejercicio físico.
Además, no tiene evidencia científica ni garantiza una pérdida de peso eficaz y duradera. Por eso, lo más recomendable es seguir una dieta equilibrada, variada y adaptada a cada persona, que se complemente con el ejercicio físico y otros hábitos saludables.