Todos aquellos que tengan contratada una hipoteca variable ya empiezan a ver la luz al final del túnel. Esto es posible gracias a la contención que experimentará el Euríbor, el índice que se toma como referencia en este tipo de préstamos. Si bien hemos podido ver que se ha moderado, se espera que en poco tiempo baje de verdad.
Durante el mes de julio se alcanzaron unos niveles máximos de hasta el 4,2%. Suponía todo un récord que no se veía desde 2008. Todo ello repercutió de manera importante sobre el bolsillo de las familias españolas.
Las hipotecas variables sufrieron un encarecimiento de unos 250 euros de media, que al cabo del año se traduce en un desembolso de 3.000 euros. Cuando se empezó a elevar el Euríbor en mayo del año pasado, casi nadie esperaba que fuera a tener tanto recorrido. Desde entonces el crecimiento ha sido constante, casi a la par que el repunte de los tipos de interés.
En este sentido, el Banco Central Europeo se vio en la necesidad de implantar una serie de medidas con intención de frenar una inflación desbocada. Y la propuesta que se planteó fue este incremento de los tipos con ánimo de rebajar el consumo.
El alza del precio del dinero ha sido permanente, hasta llegar al 4,25% en estos instantes. Los analistas contemplan la posibilidad de que aún reste alguna subida más, por lo que se situaría en el 4,5 o 4,75%.
Hay motivos para ser optimista
En varios países europeos y en Estados Unidos, la inflación ha conseguido moderarse. Lo que supone un síntoma de que la situación podría normalizarse en cuestión de poco tiempo. Esto hace pensar también a los expertos que el Euríbor frenará su rápida escalada.
El propósito de la Reserva Federal de Estados Unidos y del Banco Central Europeo es que la inflación se consolide por debajo del 2%. En el caso de España, como recoge El Periódico de España, el IPC de junio creció hasta el 1,9%. Pero la situación de otros territorios hace inviable cualquier intento de frenazo.
Es el caso, por ejemplo de Alemania, que llegó hasta el 6,4%. Los analistas y las entidades también trabajan en una serie de previsiones con vistas a un futuro. Bankinter estima que el Euríbor rebasará el 3% hasta 2025.
Su departamento de análisis pronostica una caída de los precios próximo al 5% hasta 2024, mientras que el Euríbor cerrará 2023 con más del 4%. Un punto de vista muy parecido comparten en Housfy.
Señalan que el índice de referencia para los préstamos hipotecarios alcanzará sus máximos al término de este ejercicio. Lo elevan hasta el 4,5%, pero para ello será necesario que el organismo que dirige Christine Lagarde aumente el precio del dinero hasta el 4,75%. A partir de ahí sostienen que habrá un descenso que alcanzará el 2,2% en 2025.
La reacción de los hipotecados
El incremento de las cuotas mensuales ha obligado a los ciudadanos a apretarse el cinturón. Soportar subidas en las hipotecas de 200 o 300 euros no están al alcance de muchos. Pero algunos optaron por plantarle cara a la situación con una amortización de la deuda.
Es decir, recurrieron a los ahorros que tenían en el banco para reducir la cantidad que tenían pendiente de abono. De esa manera han podido respirar un tanto más aliviados, pendientes siempre de esa caída del Euríbor que parece que nunca llega.
A todo esto se le debe sumar las subidas de los precios, tanto en la alimentación como en los combustibles y la energía. Además, los sueldos no se han visto actualizados en la misma proporción, por lo que se produce una pérdida de poder adquisitivo.