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Conductor cansado apoyado en el salpicadero del coche

El experimento fácil de la DGT: si ves esto, estás borracho y no deberías conducir

Este vídeo de la DGT es uno de los más ilustrativos sobre los efectos del alcohol

Beber y conducir son dos conceptos que nunca deberían ir de la mano. Cuando te pones al frente del volante y has bebido alcohol, son muchos los problemas que se pueden desencadenar. Y sus consecuencias serán catastróficas.

A pesar de que la DGT lleva ya muchos años recordando que lo mejor es mantener la tasa de alcohol al cero cuando vamos al volante, no todos los conductores respetan este hecho. Esto hace que los accidentes se multipliquen.

Por este motivo, desde la Dirección General de Tráfico han querido recordar, a través de un vídeo ilustrativo, cómo cambia nuestra percepción cuando bebemos y conducimos. Y es un experimento muy interesante.

Así nos afecta el alcohol al volante

Aunque puedas pensar que por un par de cervezas no pasa nada, lo cierto es que todos nuestros sentidos cambian desde el momento en el que bebemos alcohol. Esto, unido a la conducción, tendrá terribles consecuencias.

Conduciendo
Beber alcohol disminuye los reflejos al volante | Getty Images

1. Aumenta el tiempo de reacción

De 0,3 a 0,5 g/l de alcohol, aumentará el tiempo que tardas en reaccionar ante cualquier imprevisto. Además, se subestima la velocidad y aparecen los problemas de coordinación. Esto hace que el riesgo de sufrir un accidente se multiplique por dos.

2. Visión borrosa

De 0,5 a 0,8 g/l, la percepción de la distancia se vuelve mucho más borrosa. Además, es normal que aparezcan los problemas de visión. Esto hace que el riesgo de sufrir un accidente se multiplique por cinco.

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3. Graves problemas de percepción

De 0,8 a 1,5 g/l los problemas de percepción se vuelven graves y también se agravan los problemas de coordinación. Existe un aumento de la somnolencia, por lo que la conducción se vuelve peligrosa. El riesgo de que haya un accidente se multiplica por nueve.

4. Conducción muy peligrosa

De 1,5 a 2,5 g/l existen graves problemas de atención, percepción, coordinación y de control. Es decir, la conducción se vuelve muy peligrosa. De hecho, las posibilidades de que haya un accidente se multiplican por quince.

Perfil de un agente de tráfico parando a un coche blanco por un control
Los controles se agravan debido al peligro de conducir ebrio | Europa Press

Este vídeo de la DGT demuestra cómo cambia la percepción al volante cuando bebes

Por todo ello, la DGT desea evitar, como sea posible, que una persona termine poniéndose al volante se ha bebido. Lo mejor, de hecho, es apostar por una tasa de 0,0. Como has visto, los problemas derivados del alcohol pueden ser muy peligrosos.

Desde el organismo oficial, a través de su cuenta de Twitter, han publicado un vídeo donde se puede ver cómo cambia nuestra percepción al mezclar alcohol y conducción. Y esto es algo que está comprobado.

No caigas en los típicos mitos cuando te paran en un control

Al hilo de lo anterior, es necesario tener también en cuenta que, a pesar de que existen muchos mitos para no dar positivo en un control de alcoholemia, todos ellos son falsos.

Algunos de ellos son el esperar más de dos horas antes de coger el coche, beber mucha agua o café o sudar antes de conducir. Otros pasan por comer limones, dormir un poco antes o tomar bebidas energéticas. Ninguno de ellos funciona.

Cuidado con las multas que te pueden caer si conduces bajo los efectos del alcohol

Los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol son muchos. Por ello, la DGT cada vez impone sanciones más importantes en los controles de alcoholemia. Si el conductor supera la tasa de 0,25 mg/l en aire espirado podría enfrentarse a una sanción de 500 euros. Además, se le restarán 4 puntos del carné de conducir.

Por otro lado, si supera la tasa de 0,5 mg/l se le restarían 6 puntos y se enfrentará a una sanción de 1.000 euros. A partir de 0,60 se considera un delito penal. La condena es de entre tres y seis meses de prisión. Por otra parte, los conductores nóveles y profesionales no pueden superar la tasa de 0,15 mg/l en aire espirado.