Manejar un vehículo aun teniendo el permiso en regla está prohibido para algunos conductores, así mismo lo ha recordado la Dirección General de Tráfico (DGT). Según detalla el organismo, hay ciertas condiciones con las que queda totalmente restringido el uso del coche.
No, en esta ocasión no nos referimos a la conducción tras la ingesta de alcohol. Aunque esta es una de las normas en las que se echa más hincapié, no debemos pasar por alto otros factores que también pueden alterar las capacidades que se requieren a la hora de permanecer al volante.
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El motivo por el que la DGT te puede prohibir la conducción
Conducir con seguridad implica contar con una serie de aptitudes motrices, perceptivas y cognitivas mínimas. Por eso, es imprescindible que todos los conductores se sometan a una prueba psicotécnica antes de renovar el carnet.
Sin embargo, puede darse el caso de que un usuario, pese haber superado dicho test, no se encuentre en un estado óptimo para la conducción y, eso, también implica restricciones al volante.
Ahora bien, hay una circunstancia en concreto por la que la DGT prohíbe la conducción a los conductores durante dos semanas. Esta normativa afecta directamente a las personas con marcapasos que, para poder manejar un vehículo, deberán disponer de un informe médico favorable renovado cada cierto tiempo.
Tras la colocación del implante, en caso de disponer del permiso B, el paciente deberá respetar dos semanas de reposo y renovar su informe médico cada tres años. Para los que dispongan del permiso C o uno superior, tendrán prohibido circular durante las cuatro primeras semanas y deberán renovar su informe médico cada dos años.
Otras enfermedades incompatibles al volante
Como hemos mencionado, tener el carnet de conducir en vigencia no siempre otorga el libre derecho a desplazarse con el coche. Y es que, según se establece en el Artículo 13 de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, “el conductor debe estar en todo momento en condiciones de controlar su vehículo”. A continuación, te detallamos las enfermedades que son incompatibles con la conducción.
1. Digestivas
En caso de haber pasado por un trasplante renal, el conductor puede renovar el carnet a los seis meses después de la intervención. Por otro lado, si se ha sometido a una nefropatía con diálisis, deberá disponer de un informe médico favorable que le otorgue una vigencia de entre 1 y 10 años.
2. Oncológicas
Si padeces una enfermedad de carácter oncológico, podrás renovar el permiso de conducir entre 1 y 5 años, siempre en función del grado de dolencia. Ahora bien, en caso de sufrir un trastorno oncohematológico, la renovación podrá ser de máximo un año para aquellos que no tengan dolencias graves, al menos, durante tres meses.
3. Psiquiátricas
Por lo que respecta a las enfermedades psiquiátricas, hay ciertas de ellas que son totalmente incompatibles con la conducción, siempre y cuando no se presente un informe médico favorable. Algunos de estos trastornos son: ansiedad, depresión, demencias, delirium, trastornos de la personalidad, trastornos catatónicos y trastorno del sueño.
4. Crónicas y degenerativas
La conducción queda terminantemente prohibida para los conductores que padezcan enfermedades crónicas y degenerativas como: párkinson, alzhéimer, esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica o trastorno pulmonar obstructivo crónico.
5. Cardiacas
Las enfermedades cardiacas también pueden condicionar las capacidades que requiere una conducción segura. En el caso haber padecido un infarto agudo o de contar con prótesis valvulares, el conductor podrá renovar el permiso tras los tres primeros meses.