Apostar por un negocio y que acabe yendo mal, siempre tiene consecuencias negativas para la persona o grupo que se encuentra detrás de este emprendimiento. Y si además, los problemas son a mayor escala, estamos antes un hecho que va a afectar a muchos puestos de trabajo y que va a tener a los empleados en vilo.
Por muy grande que sea la empresa y por mucho dinero que ingrese a través de sus marcas, eso no significa que todo lo que toque sea un éxito. Y eso le ha pasado al grupo Inditex con la firma de moda infantil Kiddy's Class. Las cuentas ya no cuadraban igual y esta marca ya cuenta los días para su desaparición por ser absorbida por Zara España.
40 tiendas de Kiddy's Class a la espera
En la actualidad, Kiddy's Class contaba con 40 establecimientos repartidos por toda España. La peculiaridad de su distribución es que llegaba a aquellos lugares donde la marca principal de Inditex no lo hacía. De esta forma, llenaba un vacío en el mercado de la ropa infantil en zonas alejadas de los grandes comercios.
A casi todos los efectos, actuaba como una entidad totalmente independiente del grupo mayoritario. Además, no se trata de algo reciente. Y es que la marca llevaba acercando la moda infantil de Zara a diferentes rincones desde hace 30 años. Pero las cuentas dejaron de cuadrar y aparecieron los números rojos.
Aunque sí que es verdad que Inditex no hacía públicos sus números, sí se pueden conocer estos a través de la información de los diferentes ejercicios que se deposita en el registro mercantil. Y los últimos que se han registrado han sido los que han provocado que se tome la decisión de la absorción.
Y es que el descenso de los beneficios ha sido notable. En los años 2019 y 2020, Kiddy's Class presentaba ejercicios que tenían un beneficio neto superior a los 5 millones de euros. El problema vino sin tener que esperar mucho tiempo. En tan solo un año, los datos favorables se convirtieron en pérdidas de 8,3 millones de euros.
Reubicación y contraprestaciones para los empleados
No es la primera vez que el grupo Inditex lleva a cabo la absorción de una marca. Para quienes desconozcan esta terminología, este proceso supone la unión de dos empresas tras la que la más pequeña o débil desaparece. Esto es así, ya que pasa a integrarse por completo en la más grande.
En este caso, lo que esto implica es los trabajadores se quedan sin su lugar de trabajo pasando a formar parte directamente de Zara España, por ser la empresa que absorbe a Kiddy's Class. Esta es la que decide, tras una mesa de negociación, las decisiones que toma con respecto a ellos y a los establecimientos donde trabajaban.
Todo empezó cuando en diciembre el grupo textil notificó vía Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME) que la sociedad que aglutinaba las operaciones de Zara en España había absorbido Kiddy's Class España. Dos meses después toda la cúpula directiva de la firma dimitió. En su momento, los trabajadores se quejaron haber sido ajenos a todo ello.
Ahora toca negociar en qué situación quedan los empleados. En otras absorciones del grupo, se ha procedido a la reubicación de estos en otras tiendas del grupo. Además, en caso de que fuera a una distancia superior a los 25 kilómetros, se incluía una compensación económica y una garantía de un puesto laboral similar.
Como ya te he explicado antes, Kiddy's Class se encargaba de llevar la moda infantil de Zara a aquellos lugares que no tenían un establecimiento del gigante del grupo cerca. Por ello, las reubicaciones no siempre serán la mejor solución. Por esa razón, en caso de que no sea viable para el trabajador trasladarse, en la mesa de negociación van a buscar que en estos casos se resuelva el contrato laborar con la mayor contraprestación posible para el empleado.