No todos los trabajadores a la hora de jubilarse llegan a los 35 o 37 años que exige la ley para percibir una pensión íntegra. La Seguridad Social no quiere que nadie se quede fuera del sistema, de ahí que también conceda prestaciones a los que tengan 15 años cotizados.
Una de las grandes preocupaciones de cualquier persona cuando se retira de la vida laboral es conocer la paga que le quedará de jubilado. En función de eso podrá saber cómo encarar los últimos años de su vida y si tendrá la capacidad de mantener los gastos que tenía.
Son muchos los que perderán poder adquisitivo al dejar el trabajo. Pero a cambio es probable que ganen en salud y tiempo libre, que es algo a lo que también hay que darle valor. Y más en estos tiempos de crisis y presión laboral.
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Para saber con exactitud la pensión que nos quedará, la Seguridad Social tiene en cuenta las bases de cotización de los últimos 25 años. Revisarán las 12 bases de cotización que hubiera presentado el trabajador a lo largo de su vida. Y se valorará la media de 300 bases de cotizaciones que se dividirán por 350.
Una vez realizada la media se aplica un porcentaje que estará condicionado al periodo cotizado. La cantidad mínima es de 15 años o 5.475 días. Por lo tanto, para concretar el porcentaje a aplicar se parte desde este periodo citado.
¿Qué ocurre cuando la pensión no llega a lo mínimo?
En el caso de que el dato que se obtenga se encuentre por debajo de la pensión mínima, la Seguridad Social adoptará medidas. Le incorporará el complemento por mínimos hasta que llegue a la cuantía establecida en cada ejercicio.
Después de 15 años cotizados habrá que valorar una serie de factores para conocer la pensión que nos quedará. Si no se llega al mínimo, también existe la posibilidad de pedir una pensión de carácter asistencial, aunque todo dependerá de las circunstancias personales.
La importancia de los últimos 25 años de cotización
Para calcular la pensión de jubilación, lo conveniente sería llegar a la edad legal de retirada. Sobre todo para no sufrir grandes pérdidas con la paga. La Seguridad Social tiene en cuenta para hacer el cálculo la cotización de los últimos 25 años.
Eso sí, la intención del Gobierno, como han dejado entrever en alguna ocasión es ampliarlo a toda la vida laboral. Esto supondría un duro golpe para los trabajadores, que verían muy mermadas sus prestaciones.
La confección de la base reguladora consiste en la suma de las últimas 300 bases de cotización. Se acabarán dividiendo entre 350. Este resultado saldrá de la suma de todas las pagas ordinarias y extras que percibiese el jubilado durante 25 años.
Con ello se busca fijar una correlación entre los valores de la cotización y transformarlas en 12 pagas ordinarias y dos extraordinarias. En la suma de las bases se tienen en consideración las 12 pagas anuales, más los cobros de las extras de julio y noviembre.
El endurecimiento de las condiciones para jubilarse
Las nuevas medidas que tiene previsto implantar el Ministerio de José Luis Escrivá están orientadas a endurecer las condiciones de acceso a las pensiones. Se van retrasando los años de retirada legal, con el propósito de llegar a los 67 años en 2027. En 2023 ya se alcanzan los 66 años y seis meses.
Cada vez son mayores, además, las penalizaciones por adelantar la retirada. En cualquier caso, a algunas personas es posible que les resulte más interesante aunque pierdan algo de dinero. Sobre todo cuando se traten de trabajos de gran dureza o se gestionen negocios que estén en situación crítica a punto de desaparecer.