Hay una dolorosa enfermedad que aparece sobre todo a partir de los 60 años. Una afección que muchas personas sufren en silencio, y con la que se ven condenadas a convivir por el resto de sus vidas. Sin embargo, lo cierto es que los expertos tienen algunos consejos que ayudan a paliar sus efectos, e incluso a curar-la.
La enfermedad a la que nos referimos es la famosa gota. Aunque muchas personas pueden ser diagnosticadas con ella desde mucho antes de cumplir esa edad, lo cierto es que se manifiesta sobre todo una vez cruzada la línea de los 60 años. Descubre a continuación cómo puedes controlar esta enfermedad.
¿Qué es exactamente la gota?
La gota es una enfermedad artrítica que ocurre cuando el ácido úrico, o urato, se cristaliza en la articulación. La causa de la acumulación de ácido úrico es su producción en el cuerpo más abundante de lo normal o su secreción reducida.
El ácido úrico es el producto final del metabolismo de las purinas del cuerpo, cuyo alto valor aumenta el riesgo de desarrollar gota. Normalmente, el ácido úrico se excreta con la orina, pero en las personas con gota, la secreción de ácido úrico y el metabolismo de los uratos están alterados.
Los límites superiores del rango normal en sangre suelen ser 480 µmol/l en hombres y 350 µmol/l en mujeres. Aunque hay que tener en cuenta que estos valores pueden variar en función del laboratorio.
Sabemos que la prevalencia de la gota ha aumentado en nuestro país en los últimos años y es más común en hombres de mediana edad. Los hombres son más susceptibles a la gota que las mujeres, porque la cantidad de urato en los hombres es mayor que en las mujeres.
La prevalencia de la gota ha aumentado como resultado de los cambios en el estilo de vida y el mayor consumo de alcohol, así como el de medicamentos para enfermedades del corazón.
¿Cómo se trata la gota?
Todo dependerá del momento en el que nos encontraremos. El tratamiento agudo de un ataque de gota es el reposo de la articulación, una bolsa de hielo en el área inflamada y un medicamento antiinflamatorio.
Después de un ataque de gota, también se evalúan medidas para reducir la concentración de urato en la sangre. El tratamiento a largo plazo de la gota debe ser un cambio en la dieta y el estilo de vida, cuyo objetivo es prevenir la artritis.
Si la persona con gota tiene sobrepeso, la dieta también es una buena idea, porque la dieta puede prevenir la gota y reducir los niveles de urato. Como resultado de la alimentación y la dieta para la gota, el tratamiento médico permanente no siempre es necesario para el tratamiento de la gota.
Sin embargo, si los cambios en la dieta y el estilo de vida no hacen que la concentración de urato disminuya, es posible comenzar con medicamentos que reduzcan la producción de urato en el cuerpo.
¿Sabías que la gota se puede prevenir con una dieta adecuada? Así puedes cuidarte
Respecto a la dieta, las últimas recomendaciones es fomentar una dieta cardiosaludable, además de mantener un control adecuado del peso.
1. Alimentos que deben evitarse
Existen una serie de alimentos que no pueden consumir aquellas personas que ya han sido diagnosticadas de gota, ya que suelen ser alimentos que contienen muchas purinas. De acuerdo a los expertos, con la ayuda de la dieta para la gota, el valor de urato se puede reducir alrededor de 50-100 µmol/l.
Así, a continuación resumimos qué alimentos no son adecuados: órganos internos como el hígado, piel de pescado y aves, pescados pequeños, piel de pollo, preparaciones con levadura, legumbres, champiñones, espárragos, mariscos y crustáceos. Y finalmente alcohol, especialmente cerveza.
2. Alimentos ideales y que pueden comerse
Podemos mencionar los productos lácteos, cereales integrales (excepto el germen de trigo), huevos, frutas y bayas, la mayoría de las verduras, grasas saludables, fuentes de proteínas (como el pollo sin piel, el pavo), proteínas vegetales… café, té y cacao.
Optando por una alimentación adecuada, bajar de peso y realizar una actividad física regular, será muy útil a la hora de controlar la gota.