Hay quien no puede empezar el día sin esta bebida excitante que ayuda a despertar el cuerpo y levantar el ánimo, pero para muchos el café se convierte en una peligrosa adicción. La pregunta que se hace mucha gente es: ¿Cuántos cafés al día puedo tomarme? ¿Cuál es la dosis diaria recomendada de café?
Café, ¿bueno o malo?
Para esto hay que empezar preguntándonos si el café es bueno o malo. Varios estudios señalan que el café es una rica fuente de propiedades antioxidantes que evitan el desgaste del organismo y previenen la aparición de enfermedades degenerativas. Además, es rico en potasio, magnesio, manganeso, cromo, prebióticos y vitaminas.
Entre otros beneficios del café, esta bebida estimula las contracciones de la vesícula biliar y el flujo de biliar ayudando así a prevenir la formación de cálculos renales que suelen formarse debido al colesterol. Las personas que consumen café diariamente también tienen menos riesgo de contraer Alzheimer, según los últimos estudios científicos.
Los compuestos del café también ayudan a bloquear la formación anormal de proteínas que causan la diabetes de tipo II, según datos de la Fundación Española de Nutrición. Además, el café es un antidepresivo natural porque favorece la producción de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la noradrenalina.
Café: Cuántas veces al día
Por todo esto, un consumo moderado de cafeína al día no tiene efectos negativos sobre la salud. Pero la cafeína es un estimulante y, como todo este tipo de sustancias excitantes, un consumo excesivo puede causar problemas a largo plazo.
Un exceso de cafeína tiene consecuencias negativas para el sistema nervioso, ya que produce insomnio, irritabilidad y taquicardias, y para el sistema digestivo, ya que aumenta la posibilidad de tener úlceras gástricas y problemas en el colon. Además, crea adicción y síndrome de abstinencia que lleva a dolores de cabeza, fatiga y dificultad para concentrarse.
Hay que tener en cuenta que la cafeína no afecta por igual a todas las personas, y sus efectos a corto y largo plazo dependen de las características de cada organismo. A algunas personas, por ejemplo, el café les causa alteraciones en el descanso y problemas de estrés y ansiedad que a la larga pueden resultar fatales. A otros, en cambio, la cafeína apenas les causa efectos.
Por lo general, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria recomienda un máximo de 400 miligramos de café diario, lo que corresponde a cuatro cinco tazas de café poco cargadas, o dos o tres muy cargadas. Cuando se combina con bebidas energéticas o alcohólicas, hay que reducir la dosis a la mitad (200 miligramos).
Para que el consumidor se haga una idea, un instantáneo descafeinado tiene uno 8 mg de cafeína, por 40 del instantáneo normal. El filtrado contiene unos 30 o 40 mg de cafeína, y el expreso entre 200 y 250. El té negro contiene 50 mg de cafeína en 200 mililitros, y una lata de refresco de cocacola 40 mg, por 80 mg en las bebidas energéticas.