La concienciación social sobre el importante papel que juega el deporte en el mantenimiento un estilo de vida sano ha permitido que un alto porcentaje de la población introduzca de manera regular grandes dosis de actividad física en sus vidas.
Inevitablemente, esto lleva a que se creen modas en torno al deporte y las distintas formas de practicarlo. Un claro ejemplo de esto es el CrossFit, que está contraindicado para muchas personas a pesar de tener una cantidad de seguidores inmensa, y en determinados centros parece que se busca más aprovecharse y estafar al usuario que conseguir un buen rendimiento físico.
¿Qué es el CrossFit?
El CrossFit es una técnica de entrenamiento que reúne principios de varias disciplinas existentes como la halterofilia, los circuitos y el HIIT (ejercicio intermitente de alta intensidad). Además incorpora otras características y elementos filosóficos.
El objetivo principal de esta técnica es desarrollar la fuerza y la resistencia aeróbica general y muscular. Los más fieles seguidores del CrossFit aseguran que sus metas van más allá, ya que se pretende preparar a la persona, mediante entrenamientos variados y ejercicios complejos, para cualquier situación que requiera esfuerzo físico, siendo por tanto un entrenamiento “completo”.
La metodología a seguir suele consistir en un entrenamiento dividido en tres partes: una primera parte de calentamiento, para estirar, calentar y evitar lesiones; la parte A, cuyo objetivo es trabajar la fuerza y la técnica para realizar correctamente los ejercicios; y por último la parte B, que da paso a un entrenamiento más centrado en trabajar la resistencia disminuyendo la cantidad de peso y los descansos y aumentando las repeticiones.
CrossFit: marca registrada
A diferencia de la halterofilia, el culturismo, el levantamiento de potencia (powerlifting) y otros muchos géneros dentro de los entrenamientos de fuerza, el CrossFit es una marca registrada y mercantilizada de forma sistemática.
Esto no tiene por qué ser negativo per se, pero señala algo importante para entender este artículo, y es el hecho de que esta crítica no es hacia el CrossFit como deporte, sino como negocio.
¿Por qué está de moda?
Para entender por qué se permite que en el marco del CrossFit se lleven a cabo algunas prácticas cuestionables, en primer lugar debemos entender por qué se ha extendido tan masivamente alrededor del mundo. Los siguientes 5 puntos exponen por qué está de moda el CrossFit y a qué se deben sus extendidos problemas.
1. La infraestructura
De todos los tipos de gimnasio que existen, el destinado a ofrecer sesiones de CrossFit es uno de los más sencillos. Los gimnasios de esta clase requieren una inversión de capital muy baja, lo que anima a más de un “emprendedor” a optar por esta alternativa.
Bastará con unas cuantas barras y discos, un suelo apto y pocas cosas más para tener lo básico. En contraposición, los gimnasios clásicos requieren una amplia y cara maquinaria.
2. Los campeonatos
Una gran parte del marketing se asocia a los campeonatos. Existen torneos de crossfit realmente importantes a nivel mundial, y se caracterizan por ser muy vistosos y entretenidos.
Los característicos ejercicios de amplios movimientos y de alta implicación funcional llaman la atención de los espectadores que desean imitar a sus ídolos, de los cuales hablaremos a continuación.
3. Superhéroes “limpios”
Las grandes imágenes del CrossFit funcionan igual que en cualquier otro deporte: lo que la gente ve es sólo una pequeña porción de realidad. Sus estandartes se anuncian como deportistas que no consumen drogas para aumentar el rendimiento y venden el CrossFit como la única fuente de la que se alimentan sus músculos.
Nada más lejos de la verdad: lo cierto es que el Crossfit no es el mejor entrenamiento para ganar masa muscular. Muchos de estos “superhéroes” siguen además entrenamientos de hipertrofia muy distinta al CrossFit y consumen drogas ilegales, aunque de formas más comedidas que los culturistas profesionales. Pero, como siempre, el problema no es que hagan unas u otras cosas, sino que lo oculten y engañen a la gente.
4. Entrenamientos variados y divertidos
Sin duda, poder entrenar en sesiones grupales y con compañeros, realizando ejercicios variados, completos y con pocas pausas, permite al usuario disfrutar más fácilmente de la experiencia evitando monotonía y aburrimiento.
¿Por qué es una estafa?
En primer lugar, debemos aclarar que como cualquier negocio u organismo extendido a nivel internacional, siempre encontraremos personas que ejerzan correctamente y otras que no. El CrossFit no es una excepción. Sin duda existen gimnasios con buenos entrenadores que consiguen que los usuarios ejerciten como es debido siguiendo unas pautas razonables.
No obstante, como sucede frecuentemente con las modas, la realidad es un poco más oscura. Mucha gente se ha sumado a esta moda con un profundo desconocimiento de los principios básicos y nos referimos tanto a usuarios como a trabajadores -desde el empresario que monta el gimnasio hasta los entrenadores que preparan a los deportistas.
1. Precio y resultados
Teniendo en cuenta que los centros de este tipo suelen tener precios tan elevados como los de los gimnasios convencionales o incluso más, hay algo que no cuadra. Como hemos dicho son centros de entrenamiento muy sencillos y que requieren de poca inversión; sin embargo, las tarifas son altas.
Pero esto no resulta sorprendente: la cantidad de seguidores de este deporte es muy alta, de modo que puede fácilmente competir con el resto de gimnasios. Además ofrecen entrenamientos más entretenidos. Entonces, todos salen ganando, ¿no?
2. Los entrenadores
Si bien hay buenos entrenadores correctamente cualificados en CrossFit, lo cierto es que son una minoría. Muchos cuentan con poca formación en el área del deporte en general e incluso hay algunos con conocimientos nulos. En la mayoría de centros de formación basta con recibir un curso de pocas horas para poder decir que eres entrenador de CrossFit.
Teniendo en cuenta las características altamente demandantes de este tipo de entrenamiento, deberían ser entrenadores muy cualificados los que atendieran a los deportistas.
3. Entrenamiento (im)perfecto
El CrossFit se vende como el entrenamiento perfecto, un entrenamiento completo que te capacita para cualquier esfuerzo físico venidero. Nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que es un entrenamiento bastante inespecífico que entrena áreas distintas, por lo que mejorarás en fuerza, volumen muscular y resistencia y perderás grasa, pero no serás experto en ninguna de esas áreas.
Del mismo modo que un powerlifter será especialista en powerlifting, un CrossFitter será experto en rutinas de CrossFit, pero sería ridículo practicar este entrenamiento con el objetivo de prepararse un triatlón o para una competición de levantamiento de pesas.
4. Aspecto físico ficticio
En relación con el aspecto físico, y como comentábamos previamente, los profesionales de este ejercicio no sólo hacen CrossFit. Esto recuerda a la lógica de la campaña de publicidad de las (ya no tan) famosas pulseras Power Balance: todos los famosos llevaban una y, por lo tanto, tenían que ser efectivas.
Lo cierto es que jamás conseguirás de forma natural un cuerpo como los grandes del CrossFit haciendo solo CrossFit, como Rich Froning Jr., apodado “El hombre más en forma del mundo”; de hecho, deberás hacer sobre todo otro tipo de entrenamientos. El CrossFit puede ayudar a perder peso y ganar masa muscular, pero no hace milagros.
¿Cuáles son las contraindicaciones?
Cualquier deporte mal practicado puede ser dañino. Incluso practicándolo correctamente, si se entrena durante décadas con intensidades altas, acabará pasando factura, como les sucede a muchos profesionales de talla olímpica.
De nuevo, el problema es que la moda y la intensa mercantilización de este deporte favorecen la aparición de prácticas contraindicadas.
Según el nivel del usuario
El serio problema del CrossFit es, sin lugar a dudas, su aplicación en casos en que está contraindicado. Personas de todas las edades, capacidades físicas y morfologías se apuntan a gimnasios de CrossFit y comienzan desde el principio con rutinas típicas de esta disciplina. Craso error.
Lo cierto es que el CrossFit, debido a sus ejercicios compuestos, con pocos descansos y una alta complejidad, deberían practicarlo sólo personas con experiencia y capacidades deportivas medias-altas. Si a esto le sumamos un entrenador poco cualificado, el riesgo de que haya problemas aumenta más aún.
Otro ejemplo concreto es el de las personas con obesidad. El CrossFit puede haber demostrado ser eficaz para quemar grasa, pero no es en absoluto adecuado indicar a una persona con problemas de peso una rutina basada en sentadillas, peso muerto, Snatchs, Hangs Clean y demás ejercicios de alto nivel; sin embargo, esto se hace habitualmente en el contexto del CrossFit.
Riesgo de lesiones físicas
Las lesiones son frecuentes en este deporte por un motivo obvio e indiscutible: todos los ejercicios se hacen con pesos libres. Cuando trabaja con un amateur, un buen entrenador debe implantar una primera rutina basada sobre todo en ejercicios sencillos (en vez de compuestos) con pesos bajos (para adquirir técnica) y predominantemente guiados (máquinas y poleas).
Esto permitiría seguridad a la hora de entrenar, a la vez que serviría para preparar a una persona con un historia de baja implicación deportiva, pero no se hace así en muchos casos. Se asume que el CrossFit es útil para todo el mundo; luego vienen las lesiones de rodillas, codos, hombros y otras articulaciones.