La Covid-19 es la enfermedad causada por el coronavirus conocido como SARS-CoV-2. Aunque este virus apareció por primera vez en nuestro país hace algo más de dos años, a día de hoy todavía sigue presente entre nosotros.
Hoy en día gran mayoría de afectados por el coronavirus logra pasar la enfermedad sin ningún tipo de secuelas. Sin embargo, también hay pacientes que desarrollan lo que conocemos como "covid persistente". Se trata de una prolongación de la enfermedad que puede resultar muy dificultosa en el día a día.
¿Qué es el Covid persistente?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el Covid persistente como "la condición que ocurre en individuos con antecedentes de infección por SARS-CoV-2, generalmente tres meses después del inicio". Los síntomas pueden durar "al menos dos meses y no pueden explicarse con un diagnóstico alternativo".
Por lo tanto, se trata de una enfermedad derivada en sí misma del coronavirus. Según un informe de Sanidad, un 15% de adultos la padecen, mientras que en niños el porcentaje está entre un 5% y un 10%.
¿Cuáles son los síntomas?
De la misma forma que ocurre cuando nos contagiamos por Covid-19, la evolución y los síntomas de la prolongación del virus pueden tomar variad formas. Los más habituales son fiebre, tos, cansancio o pérdida del gusto y olfato.
Lo más habitual es que, si nos contagiamos, estos síntomas disminuyan o desaparezcan en un periodo de cuatro semanas. No obstante, hay casos en los que dichos síntomas persisten, y las secuelas que pueden acarrear son preocupantes. Si esto ocurre, debemos ponernos en alerta y acudir al médico.
¿Por qué aparece el Covid persistente?
Aunque los expertos todavía no han podido confirmar una razón, existen varias hipótesis. La que parece ser más probable es la de que el virus se mantiene en el organismo, de tal forma altera nuestro sistema inmunológico y desemboca en otros problemas.
También es importante destacar qué dicen los estudios recientes al respecto. Un artículo publicado por la revista Nature sugiere que quizás hayan encontrado la causa del Covid persistente.
En otros estudios, como el Ami Bhatt de la Universidad de Stanford, se han encontrado también algunos hallazgos. Bhatt ha llegado a la conclusión de que los fragmentos del SARS-Cov-2 pueden permanecer en el intestino durante meses después de que una persona se haya contagiado. De esta forma, la oncóloga y profesora adoptó este hecho como "el covid fantasma".
¿Hay otras partes que pueden estar involucradas?
Además de estos estudios, se han realizado otros en los cuales los resultados han sido similares. Pero esta vez, el descubrimiento fue más allá: los fragmentos del virus no solo se pueden presenciar en el estómago.
Es lo que sostiene el patólogo Joe Yeong, del Instituto de Biología Molecular y Celular de la Agencia de Ciencia, Tecnología e Investigación de Singapur. El experto cree que esos mismos fragmentos que hallaron en el estómago también se podrían "esconder" en otros tejidos del cuerpo.
Para llegar a esa conclusión, Yeong realizó un estudio en el que recolectó tejido de 44 autopsias diferentes, con el factor común de que todas ellas fueron diagnosticadas de COVID-19.
Para su sorpresa, encontraron fragmentos en tejidos como el corazón, los ojos y el cerebro. Además, algo sorprendente también es que se detectó ARN viral incluso 230 días después de coger la infección.
Muchos investigadores siguen trabajando bajo diferentes hipótesis. Pero lo que está claro es que se trata de un hecho que habrá que seguir estudiando.