En épocas del año donde los termómetros alcanzan sus máximos o mínimos, aumenta considerablemente la demanda de electricidad. Una causa muy relacionada con los repetidos cortes de luz y subidas de tensión que, en ocasiones, pueden llegar a estropear los electrodomésticos. Pero, ¿sabías que tienes derecho a reclamarlo?
Cuando tus electrodomésticos dejan de funcionar o han sido dañados debido a los motivos mencionados, como cliente, puedes interponer una queja ante la empresa energética. No obstante, se trata de un derecho muy poco conocido entre los consumidores.
Para acabar con esta falta de información, hemos querido recopilar los pasos que debes seguir para efectuar una reclamación en caso de daños originados por un suministro eléctrico defectuoso. Y ya te adelantamos que, en estas situaciones, puedes requerir una indemnización de hasta 2.000 euros.
Todo lo que debes saber si tus electrodomésticos sufren daños
En el ámbito del suministro eléctrico, los consumidores tienen derecho a recibir el servicio con unos mínimos de calidad. En este sentido, la normativa vigente en materia de defensa y protección de los consumidores y usuarios reconoce el derecho a la protección de sus legítimos intereses económicos y sociales. De la misma manera, también se considera la indemnización de los daños y la reparación de los perjuicios sufridos.
Por tanto, los usuarios afectados por un suministro eléctrico defectuoso, comúnmente derivado por las subidas de tensión, pueden y deben reclamar a la compañía por los daños que haya causado en sus bienes que, electrodomésticos por lo general.
¿Cómo reclamar?
Si tus electrodomésticos se han visto deteriorados por causas ajenas, relacionadas con una mala gestión por parte de la empresa energética, debes saber que puedes reclamarlo.
A continuación, te presentamos los principales pasos que debes seguir si quieres interponer una querella. Como afectado, te interesará saber que puedes pedir una indemnización de hasta 2.000 €.
1. Rellena la Hoja de Quejas y Reclamaciones
En primer lugar, debes solicitar y completar la Hoja de Quejas y Reclamaciones o, en su defecto, remitir un escrito a la compañía eléctrica de forma fehaciente. A ser posible mediante burofax o correo electrónico, comunicando y dejando constancia de la incidencia producida en el suministro.
En la carta enviada, también puedes incluir los daños ocasionados con motivo de la misma, a los efectos de la compensación económica a la que podrías tener derecho.
2. Acredita los prejuicios ocasionados
En el momento de hacer una reclamación, es importante acreditar los perjuicios ocasionados, al objeto de fijar la cuantía de la posible indemnización. Así pues, puedes incluir documentos como la fotocopia de los recibos de las compras de los productos deteriorados, facturas o presupuestos de reparación de los electrodomésticos estropeados, etc.
3. Solicita un arbitraje
En caso de no obtener respuesta a la reclamación, o bien esta no fuera satisfactoria, es aconsejable solicitar un arbitraje ante la Junta Arbitral de Consumo. A través de ellas, podrás asegurarte de obtener una resolución ágil, eficaz y vinculante para ambas partes. Estas Juntas Arbitrales pueden encontrarse tanto a nivel estatal, como a nivel autonómico, provincial y municipal.
En este tipo de reclamaciones es fundamental contar con pruebas suficientes que relacionen la avería con el daño causado y las aporte en la solicitud de arbitraje al objeto de reforzar su pretensión.
4. Reclama una indemnización
No obstante, si no desea acudir a este sistema extrajudicial de solución de conflictos o la compañía suministradora no acepta el arbitraje, debes saber que existe una alternativa a la que puedes recurrir.
Como consumidor, tienes la opción de reclamar, en vía judicial, a la compañía por los daños causados en sus bienes una indemnización de hasta 2.000 euros. Sin necesidad de abogado ni procurador.