La Organización de Consumidores y Usuarios ha ofrecido las claves para elegir el mejor jamón ibérico del supermercado. El jamón curado es un alimento típicamente español.
Dentro de ellos se puede distinguir el jamón ibérico que suele destacar por su calidad y su sabor. En los cerdos de raza ibérica, la grasa se encuentra infiltrada en finas vetas dentro del músculo, por lo que la carne resulta especialmente deliciosa.
Para saber de qué tipo de jamón se trata, cuando la pata está entera puedes fijarte en su forma y, sobre todo, en el color del marchamo que lleva colgado.
Aun así, para poder identificar el mejor en el supermercado, la OCU ha analizado 33 marcas de jamón ibérico de cebo, de cebo en campo y de bellota y ha ofrecido las siguientes claves:
Alimentación: bellota, cebo o cebo en campo
Una de las claves para poder identificar el mejor es conocer el tipo de alimentación que han seguido los cerdos. Esto se refleja de forma casi directa en la grasa que almacenan en sus músculos y, por lo tanto, tiene mucha importancia saber cómo ha vivido y con qué se ha alimentado el cerdo cuyo jamón te vas a comer. En las etiquetas se pueden encontrar estas tres menciones:
- Cebo: estos jamones provienen de animales que han sido criados con pienso de cereales y leguminosas dentro de naves o cebaderos. En nuestro análisis, el precio medio por kg de este tipo de jamón es de 64 euros.
- Cebo en campo: es el jamón de cerdos que también se crían con pienso de cereales y leguminosas, pero pasan parte de su vida al aire libre.
- Bellota: estos cerdos se mantienen en el campo durante un mínimo de 2 meses antes del sacrificio, alimentándose exclusivamente de lo que puedan encontrar en la dehesa (pasto, bellotas...). En nuestro análisis, el precio medio del jamón de bellota oscilaba entre los 149 euros del ibérico 50% y los 234 euros/kg del ibérico 100% .
Todas estas cuestiones las comprueba una entidad certificadora, cuyo nombre debe aparecer en la etiqueta. En ocasiones, se declara también el tiempo de curación, que será de un mínimo de 18 meses para las piezas más pequeñas y 24 meses para las de más de 7 kg.
La grasa del jamón ibérico
El jamón ibérico es un producto con un porcentaje elevado de grasa, entre un 16 y un 43% en los jamones analizados, pero no por tener una cantidad mayor de grasa se considera que el jamón es de menos calidad.
El porcentaje depende de la genética del cerdo, del tipo de cría, de sí se trata del jamón (pata trasera) o de la paletilla (pata delantera), pero también influye la zona de la que provienen las lonchas.
En el caso de un exceso de sal sí se consideraría un defecto, ya que afectaría notablemente al sabor. No obstante, no se debe de desconfiar de los puntitos blancos, porque no son sal, sino cristales de tirosina, una señal de buena curación.
La grasa se convierte en una ventaja cuando el producto se encuentra cortado en lonchas y envasado en sobres transparentes porque se puede ver la cantidad de grasa que lleva y elegir según las diferentes preferencias.
Aparte, también conviene que se abra el sobre y se deje a temperatura ambiente un rato antes de comerlo, para que la grasa se atempere y se perciba mejor el aroma y el sabor.
El peso del producto
Por último, en el momento de escoger el jamón ibérico que degustaremos en casa, es sumamente importante presta atención al peso marcado en la etiqueta y al precio por kg que se indica en el lineal del supermercado.
Hay muchos envases de apariencia muy similar, incluso de la misma marca, que tienen pesos bastante diferentes y que podría llevar a un error. Por eso mismo, también se debería revisar el peso en relación con el precio del producto.