Todos pensamos cada año que “ya tendré tiempo para comprarlo todo a tiempo”, pero… ¡No siempre pasa! Queremos darte unos consejos de última hora para evitar que las prisas puedan jugarte una mala pasada y estropear el día donde los niños son los verdaderos reyes de casa.
Si ya tienes los juguetes…
1. Antes de utilizarlos:
Comprueba su estado. No dudes en devolverlo al lugar donde se compró si tienes alguna duda o no te fías de sus condiciones. Siempre es muy recomendable leer las instrucciones de empleo. Así como condiciones de uso y/o conservación, tales como “Utilícese bajo la vigilancia de adultos” o “No recomendado para menores de 3 años”.
Por si algo pasara, que nunca se sabe, conserva las informaciones sobre el fabricante que figuran en el embalaje. Son de gran utilidad en caso de reclamación. Es conveniente demostrar a los niños el funcionamiento del juguete, advirtiéndoles de sus posibles riesgos y explicándoles las manipulaciones que deben evitar.
2. Después de su utilización:
Comprueba de nuevo el estado del juguete. Si observas algún riesgo o defecto una vez utilizado, evita que el niño tenga acceso a él.
Si observas la existencia de algún juguete que presente un riesgo por defecto de fabricación, no dude en comunicarlo a las administraciones competentes a través de organizaciones de consumidores y usuarios.
¿Has dejado las compras para el último momento?, Recuerda…
Debemos de ser responsables a la hora de elegir qué juguetes vamos a regalar. Es importante tener en cuenta lo que conviene de acuerdo con la edad, según la finalidad y las actitudes que se desarrollan en cada etapa de la vida.
Tener un juguete crea infinitas formas divertidas de aprender. Los juguetes deben estimular la imaginación y la creatividad, la acción y el movimiento, y formen al niño. La sobredosis de juguetes puede generar en los niños actitudes de derroche y destructividad.
El elevado precio de un juguete no es, en sí mismo, una garantía de seguridad, aunque en determinados casos, elegir un juguete más barato puede suponer renunciar a determinadas garantías.
Por tanto, se debe valorar la relación calidad precio y comparar en distintos establecimientos para beneficiarse de las ofertas que estos puedan poner a disposición de las personas consumidoras y usuarias.
La seguridad no es cosa de juegos, compra solo juguetes homologados y de calidad contrastada. Un juguete es seguro cuando cumple los requisitos mínimos de seguridad que la normativa al respecto establece.
Según la normativa europea, entre las indicaciones que los juguetes deben llevar, tienen que constar unos datos mínimos obligatorios, como son:
- La marca CE, garantiza que el juguete ha sido probado y cumple las normas de seguridad.
- El nombre y la marca del producto.
- La razón social y la dirección del fabricante y de los responsables de comercialización.
- Las instrucciones y advertencias de uso.
- Si tienen funcionamiento eléctrico, se debe especificar su potencia máxima, la tensión de alimentación que y su consumo energético.
- Todos los datos deben estar visibles en el embalaje o en el juguete.
¿Dónde hay que reclamar?
En caso de que el juguete que hemos adquirido se encuentre defectuoso, lo primero que tendremos que hacer es reclamar directamente ante el establecimiento para que nos lo sustituya por otro artículo de iguales características o nos devuelva el importe que hemos pagado por dicho producto.
Si detectamos que el juguete puede suponer un riesgo para la salud, sería conveniente que pusiéramos este hecho en conocimiento de las autoridades. Si fuera necesario se aplicarían los controles necesarios para poder retirar el juguete del mercado.