Aunque hay muchas formas de demencia, incluyendo el Alzheimer, esta se caracteriza por ser la más común. A pesar de que hay veces que no podemos prevenirla, existen algunos consejos útiles para mejorar la memoria y combatir su aparición.
La demencia es un término utilizado para describir un grupo de síntomas relacionados con la pérdida de capacidades cognitivas, incluida la memoria, el pensamiento, el lenguaje, la percepción y la habilidad para realizar tareas cotidianas.
También se han encontrado algunos factores de riesgo que pueden acabar influyendo en su aparición. Por ejemplo, el riesgo de desarrollar demencia aumenta con la edad, además de la existencia de antecedentes familiares.
Seguir una dieta poco saludable, la falta de actividad física, el consumo de tabaco y el consumo excesivo de alcohol también influyen negativamente, como ciertas condiciones médicas (diabetes, hipertensión arterial o enfermedades cardiovasculares).
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Aunque en la actualidad no hay realmente una cura para la demencia, hay tratamientos y terapias disponibles que pueden ayudar a retrasar su progreso y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.
Y, concretamente, existen una serie de consejos, recomendados por los neurólogos, que pueden ser muy útiles en este sentido. Es el caso de Marc Milstein, autor de ‘El cerebro a prueba de edad: Nuevas estrategias para mejorar la memoria, proteger la inmunidad y combatir la demencia’.
1. Mantener a raya la presión arterial y el colesterol
Se sabe que la hipertensión arterial y los niveles elevados de colesterol pueden ser factores de riesgo para el desarrollo de demencia, incluido el Alzheimer. La hipertensión arterial aumenta el estrés en los vasos sanguíneos y puede dañar las arterias, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular y stroke, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de demencia.
Por otro lado, el colesterol alto también puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud que pueden aumentar el riesgo de desarrollar demencia.
2. Controlar el nivel de azúcar en sangre
El consumo excesivo de azúcar puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, como la diabetes, que a su vez pueden aumentar el riesgo de demencia. Además, el consumo excesivo de azúcar puede contribuir a la inflamación y a la formación de placas en las arterias, lo que puede dañar el cerebro y aumentar el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.
3. Descansar y dormir adecuadamente
Sabemos que una persona que sufre de apnea del sueño, la cual no ha sido tratada debidamente, tiende a aumentar el riesgo de pérdida de memoria. Por tanto, la clave está en dormir y descansar bien.
4. Seguir una dieta saludable y nutritiva
La alimentación puede influir de manera positiva o negativa a la hora de proteger y cuidar la memoria (y prevenir o no la demencia. Lo mejor es optar por pescados grasos, frutos secos, aguacates, otras frutas como los arándanos y verduras crucíferas. Por otro lado, también debemos evitar los alimentos ultraprocesados, que tienden a llevar grasas saturadas en exceso, aditivos y conservantes.
5. Evitar el tabaco
Es fundamental cuando deseamos seguir una vida saludable. El humo del tabaco contiene sustancias tóxicas que pueden dañar el cerebro y afectar su función a largo plazo. Dejar de fumar puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar demencia y mejorar la salud en general.
6. Establecer una vida social activa
La soledad, especialmente cuando no es deseada, puede tener graves consecuencias para la salud. En este sentido, las relaciones sociales son muy útiles para disminuir la soledad y el aislamiento. Y ayudará a mejorar nuestro estado de ánimo.
7. Aprender nuevas habilidades (continuamente)
Ayudará a tener buena memoria. A la hora de aprender habilidades, lo mejor es hacer crucigramas, contar números y hacer sudokus. También puede ser muy interesante leer y escribir constantemente.
Por último, mantener una vida saludable, incluyendo una dieta equilibrada, ejercicio regular y estimulación mental, puede ayudar a prevenir o retrasar el desarrollo de la demencia.