La obesidad es una enfermedad que está presente cada vez más en la vida de muchísimas personas. Solo en España, la tasa llega a alcanzar hasta un 40%, un dato verdaderamente preocupante.
Algunos expertos advierten de que este problema está en auge, y que la mayoría de personas que lo padecen lo van a tener toda la vida. Sin embargo, existen algunos factores que se pueden modificar y que está en nuestra mano poder hacerlo.
El sobrepeso y la obesidad, un problema preocupante
España presenta un problema de obesidad, tanto en adultos como en niños. "Los datos dicen que la situación está mal", señala Fernando Rodríguez Artalejo, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid.
Estos datos apuntan a que el 40% de los niños de entre 6 y 9 años tienen sobrepeso u obesidad. En conjunto, el 20% de los adolescentes presenta también esta condición, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Estos datos son bastante preocupantes, ya que sitúa a España como el cuarto país europeo con mayor prevalencia en obesidad infantil.
La evolución de esta enfermedad tiene como consecuencia el inicio de otras muchas enfermedades que también podrían estar relacionadas, sobre todo las cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
Además otra de las circunstancias que también se da en muchas familias es el hecho de que esta problemática se perpetúe entre ellas, y por lo tanto muchos niños con sobrepeso posiblemente deriven de padres que también lo padecen.
Pero no todo son malas noticias. En el artículo de hoy te mostramos algunas recomendaciones realizadas por médicos de digestivo que podrían ayudar en la pérdida de peso.
El principal consejo: revisa tu estilo de vida
Para empezar a perder peso, debes dejar atrás los hábitos poco saludables que te obstaculizan adelgazar. Para ello, debes reflexionar sobre cómo te alimentas, por ejemplo. Debes asegurarte de que sigues los consejos de los expertos y comes regularmente: fruta, verdura, hidratos de carbono (legumbres, cereales, arroz...), lácteos y proteínas (carne, pescado o huevo).
El consumo de todos ellos hará que tengamos variabilidad y por lo tanto nos aseguremos de ingerir todos los nutrientes necesarios. En lo que respecta al hábito de comer, también señalan que lo ideal es comer en platos de medida pequeña y no dejar a la vista otros alimentos en la mesa. Sobre todo, aquellos que no son tan saludables.
Del mismo modo, es importante que establezcamos la rutina de comer siempre en el mismo sitio, y que mientras lo hagamos no realicemos paralelamente otra actividad, como ver la tele.
Aunque una correcta alimentación es el pilar fundamental para combatir los problemas de sobrepeso y obesidad, el ejercicio también debería estar presente en nuestra vida. Los expertos afirman que los ejercicios aeróbicos y de fuerza son los mejores para quemar calorías.
La causa fundamental de la obesidad
En muchos casos, el sobrepeso y la obesidad se pueden deber a un desequilibrio energético entre las calorías consumidas y las gastadas. De esta forma, si ingerimos muchos alimentos con alto contenido en grasas y no practicamos apenas ejercicio, el sedentarismo empezará a pasarnos factura.
La predisposición genética, el consumo de ciertos medicamentos (como los corticoides o los antidepresivos) también pueden influir en nuestro peso. Además, algunas patologías como el síndrome de ovario poliquístico o el hipotiroidismo también estarían involucradas.
No obstante, en los últimos años se ha observado una tendencia de casos de personas que sufren algún problema psicológico, como el estrés o la ansiedad. Estos dos factores tampoco ayudarían.
No hay ningún secreto: para adelgazar necesitamos menos calorías
Robin Rivera y Jimena Abilés, especialistas de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) aseguran que para adelgazar hay que consumir menos calorías de las que se gastan. Pero eso sí, tampoco se puede adelgazar de cualquier forma.
Para asegurar que nuestra pérdida de peso se hace de forma correcta y saludablemente, es importante que consumamos la cantidad suficiente de proteínas, vitaminas y minerales que nuestro cuerpo necesita.
Esto lo podemos conseguir planificando nuestros menús y siendo conscientes de que no debemos saltarnos ninguna comida. Beber agua también es indispensable, por tanto deberíamos asegurar que ingerimos 1-2 litros diarios.