A las enfermedades de transmisión sexual se las denomina de forma abreviada como ETS. Estas infecciones, como su nombre indica, son contagiadas entre personas por contactos sexuales directos en los cuales no se ha usado ningún método anticonceptivo de barrera, como el condón o los protectores bucales de látex. Dependiendo del tipo de enfermedad pueden tener su causa en parásitos, hongos, virus o bacterias.
Las enfermedades de transmisión sexual afectan igualmente a hombres y mujeres, sin importar sus preferencias sexuales o edad, pues basta un solo contacto sexual sin protección con alguien infectado para contraer cualquiera de estas condiciones. De allí que protegerse durante el sexo sea tan importante para garantizar nuestra salud.
Formas de contagio de las ETS
Las ETS se contagian mediante todo tipo de prácticas sexuales, ya sean por vía vaginal, oral o anal. Algunas son transmitidas por el intercambio de fluidos corporales, como el semen, las secreciones vaginales o la sangre. En otros casos la transmisión puede producirse por el simple contacto de la piel con zonas infectadas.
Cuáles son las 5 enfermedades de transmisión sexual más comunes
En la actualidad se contabilizan más de 20 distintas ETS, estando algunas más extendidas que otras. A continuación, te revelamos las cinco infecciones sexuales más extendidas en España, así como sus consecuencias.
VPH: Virus de Papiloma Humano
La enfermedad de transmisión sexual más común en España y una de las más extendidas en el mundo es el VPH. Según la Academia Española de Dermatología y Venereología, esta ETS afecta al 25% de los adolescentes de nuestro país.
Los virus del papiloma humano que causan esta enfermedad se clasifican en 2 tipos: de alto riesgo y de bajo riesgo. Su contagio puede producirse mediante relaciones sexuales tanto de tipo oral, anal o vaginal.
A pesar de no contar con un tratamiento específico en la actualidad, es muy recomendable hacerse revisiones periódicas en médicos especialistas, ya que el VPH no presenta síntomas. Puede tener consecuencias muy graves, con la aparición de distintos tipos de cáncer, como el cervicouterino. Para detectar su presencia, la citología vaginal es uno de los exámenes más empleados, una simple revisión rutinaria ginecológica que puedes llevar a cabo una vez al año.
Clamidia
El contagio de la clamidia ha aumentado en 5 años en la escalofriante cifra de un 654%, según estudios del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III.
La clamidia puede afectar al recto y a la garganta de mujeres y hombres, afectando también a la uretra en el caso de los segundos y al cuello del útero en el caso de las primeras.
La clamidia puede provocar embarazos ectópicos y, frecuentemente, infertilidad.
Herpes genital
El herpes genital puede ser causado por 2 tipos de virus:
VHS-1: que afecta a boca y labios, aunque puede transmitirse a los genitales.
VHS-2: que puede contagiarse a través de secreciones orales y genitales y también por contacto de la piel.
Aunque no existe cura para el herpes, sí hay medicamentos que previenen la aparición de sus brotes o disminuyen su duración, además de reducir el riesgo de contagiar a tu pareja o parejas.
Gonorrea
ETS provocada por la bacteria Neisseria Gonorrhoeae, provoca infecciones en garganta, recto y genitales, y puede ser contagiada por vía vaginal, anal y oral. En sus fases avanzadas puede provocar infertilidad en hombre y mujeres, además de dolorosas inflamaciones en las zonas genitales.
Sífilis
Es la bacteria Treponema Pallidum la que causa esta enfermedad de transmisión sexual. Es frecuente su contagio a través de llagas ubicadas en genitales o boca, siendo el sexo oral el más habitual para su transmisión. No tratar la sífilis adecuadamente puede provocar parálisis, ceguera y daños cerebrales irreversibles.
Cómo prevenir las enfermedades de transmisión sexual
El mejor sistema para la prevención de las ETS es el uso de preservativos en tus relaciones sexuales, procurando siempre que los condones sean de marcas de calidad certificada, como por ejemplo Durex.
Adquirir preservativos es muy sencillo en cualquier farmacia, con unos precios más que económicos y que, sin duda, son una inversión en salud y en vida. Aunque los preservativos no eliminan totalmente el riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual, sí que disminuye los riesgos en un porcentaje importantísimo.
A qué médico acudir si sospechas padecer una ETS
Ante el menor síntoma de padecer algún tipo de infección, debes acudir a un médico especialista: urólogos en el caso de los hombres y ginecólogos en el caso de las mujeres.
Evita la automedicación, nunca es una buena idea y solo conseguirás retrasar el tratamiento adecuado.
En caso de ser diagnosticado con una ETS, debes comunicárselo urgentemente a la pareja o parejas sexuales que hayas tenido recientemente.
Recuerda que más vale prevenir que curar. Si eres activo sexualmente, realiza un chequeo médico de forma periódica.