La colitis ulcerosa es una enfermedad inflamatoria intestinal de la cual no se ha identificado ninguna causa específica. Su curso es agudo y crónico, con remisiones y exacerbaciones impredecibles y numerosas complicaciones. El impacto económico y emocional de esta enfermedad es enorme.
En este artículo explicaremos cuáles son los síntomas de la colitis, en qué se diferencia de la enfermedad de Crohn y qué tipo de dieta es recomendable seguir para tratar sus brotes.
La colitis ulcerosa es una forma de enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Causa síntomas como hinchazón, ulceraciones y pérdida de la función del intestino grueso.
El síntoma principal es la inflamación en el revestimiento del recto y del intestino grueso. Esta inflamación puede diseminarse por todo el intestino grueso, pero solo en raras ocasiones afecta a la última sección del intestino delgado (el llamado íleon). El resto del intestino delgado permanece normal.
Los primeros síntomas de la colitis ulcerosa son calambres abdominales y dolor, una sensación de necesidad urgente de defecar y la presencia de sangre y pus en las heces.
Algunos pacientes también experimentan diarrea, fiebre y pérdida de peso. Si la diarrea continúa, comienzan a aparecer signos de pérdida grave de líquidos (deshidratación) que incluyen presión arterial baja, frecuencia cardíaca rápida y mareos.
Las complicaciones graves de la colitis ulcerosa incluyen la perforación del intestino (en la que la pared del intestino desarrolla un agujero), la dilatación tóxica del colon (el colon se vuelve bastante grande en diámetro) y la formación de un cáncer de colon.
Los pacientes con colitis ulcerosa también tienen una alta probabilidad de experimentar otros trastornos, como inflamación de las articulaciones (artritis) o de las vértebras (espondilitis), úlceras en la boca y en la piel, desarrollo de protuberancias rojas dolorosas en la piel, inflamación de varias áreas del ojo y diversos trastornos del hígado y de la vesícula biliar.
Asimismo estos pacientes presentan un riesgo significativo de desarrollar cáncer de colon. Este riesgo parece comenzar alrededor de 10 años después del diagnóstico de colitis ulcerosa y se vuelve estadísticamente mayor cada año.
La colitis ulcerosa es similar pero difiere en ciertos aspectos de la enfermedad de Crohn, que es una forma de EII que afecta tanto al intestino delgado como al grueso. La inflamación de la colitis ulcerosa se produce sólo en el revestimiento del intestino -a diferencia de la enfermedad de Crohn, que afecta a todas las capas de la pared intestinal.
A medida que la inflamación se mantiene el tejido del intestino comienza a desprenderse, dejando hoyos (ulceraciones) que a menudo se infectan.
Además de la característica inflamación, la enfermedad de Crohn causa ulceraciones o fosas irritadas en la pared intestinal. Estos hoyos ocurren porque la inflamación hace que áreas de tejido se desprendan.
Si bien la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa son similares, también son muy diferentes en algunos puntos clave. Aunque puede ser difícil determinar si un paciente tiene enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa, es importante hacer todos los esfuerzos posibles para distinguir entre estas dos enfermedades ya que esto es importante para el tratamiento.
Una de las dietas que se suele recomendar para tratar los brotes de colitis ulcerosa es la dieta baja en fibra y residuos. Esta dieta también es recomendable para brotes de la enfermedad de Crohn, colitis nerviosa o síndrome del intestino irritable o diverticulitis.
El consumo de alimentos bajos en fibra ayuda a ralentizar sus movimientos de intestino. Esto ayuda a disminuir la diarrea, gases e inflamación. Una dieta baja en fibra puede incluir alimentos como:
Vegetales cocidos
Frutas sin pulpa, enlatadas o en compota
Pan blanco
Carnes cocidas
Pescado
Huevos
En cambio, se deben evitar algunos alimentos y productos altos en fibra y residuos, como los que vamos a presentar en la lista siguiente:
Legumbres
Vegetales y frutas crudas
Nueces
Nervios en la carne
Pan, galletas, cereales, pastas o arroz integrales
Salsas o alimentos picantes
Salsas o alimentos con semillas
Comidas fritas con mucho aceite
Cafeína
Alcohol
Finalmente se recomienda beber suficientes líquidos, particularmente si se presentan síntomas de diarrea. Debido a que esta dieta no tiene la variedad de alimentos que su cuerpo normalmente necesita para mantenerse sano, es posible que tenga que tomar suplementos, como un multi-vitamina. Consulte con su médico o dietista si necesita obtener más información.
El tratamiento para la colitis ulcerosa aborda la inflamación subyacente, así como los problemas que ocurren debido a la diarrea continua y la pérdida de sangre.
La inflamación se trata con un medicamento llamado sulfasalazina, compuesto por antibióticos sulfa y una forma del ácido salicílico químico antiinflamatorio (relacionado con la aspirina). Se cree que es principalmente el componente de ácido salicílico que actúa en el tratamiento de la colitis ulcerosa, al combatir la inflamación.
Para los pacientes que no responden a la sulfasalazina, los medicamentos esteroides (como la prednisona) son la siguiente opción.
Dependiendo del grado de pérdida de sangre, un paciente con colitis ulcerosa puede requerir transfusiones de sangre y reemplazo de líquidos a través de una aguja en la vena (intravenosa o IV).
Finalmente, los medicamentos que pueden disminuir la diarrea se deben usar con sumo cuidado ya que pueden causar el desarrollo de la afección llamada “megacolon tóxico”.
Carson-DeWitt, R. (2002). Ulcerative Colitis. In D. S. Blanchfield & J. L. Longe (Eds.), The Gale Encyclopedia of Medicine (2nd ed., Vol. 5, pp. 3429-3431). Detroit: Gale.