El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha prometido a Bruselas que la reforma de las pensiones en España estará lista en febrero. Lo hizo en la reunión del pasado 26 de enero, en la que los comisarios le pidieron mejorar la propuesta. El Gobierno ultima estos días esta ambiciosa reforma.
La reforma de las pensiones es una de las condiciones que la Unión Europea ha puesto a España para recibir los fondos de recuperación. La primera fase de la reforma ha entrado en vigor el 1 de enero de 2023, con varias medidas. Ahora falta acometer la segunda fase, que genera mucha polémica.
Las negociaciones con los agentes sociales están rotas, y el ministro quiere acelerar los plazos y cerrar el acuerdo cuanto antes. El objetivo prioritario es aumentar los ingresos sin recortar las pensiones. Un difícil equilibrio, que el Ministerio de Seguridad Social intenta resolver con tres propuestas clave.
Las 3 claves de la reforma Escrivá
El Gobierno ultima las medidas para mejorar la eficiencia del sistema público de pensiones en España. Se trata de una reforma muy importante porque marcará las pensiones de las próximas décadas y las futuras generaciones. Estos son los pilares básicos del acuerdo que está a punto de alcanzarse.
Ampliación de la base de cálculo
El Gobierno propone ampliar el período de cálculo de la base reguladora de la pensión, de 25 a 30 años. La propuesta incluye poder eliminar las 24 mensualidades con peor base, así que a la práctica serían 28 años efectivos. Ha generado mucha polémica porque supondría un recorte generalizado de las pensiones.
En general, los primeros años de experiencia laboral son los que cuentan con una base de cotización más baja. Las bases de cotización van aumentando, de manera general, y los últimos años suelen ser los mejores. Si se amplía la base de cálculo, los españoles tendrán en general pensiones más bajas.
Entre 2013 y 2022, el período de cálculo ha aumentado de 15 a 25 años, y la intención del Gobierno es seguir incrementándolo. Según el Banco de España, las pensiones serían un 5% menores. El Gobierno también ha introducido factores de compensación en las lagunas de cotización (por ejemplo, por hijos).
Cotización adicional para los sueldos más altos
En su afán por aumentar los ingresos sin recortar las pensiones, el ministro Escrivá ha encontrado una polémica fórmula. Se trata de introducir una cotización adicional para los sueldos más altos. Es decir, que los sueldos más altos paguen más impuestos para costear el gasto de las pensiones.
Es la medida estrella que Escrivá ha presentado a Bruselas para compensar el aumento del gasto en pensiones previsto hasta 2050. En concreto, plantea el destope progresivo de las bases de cotización de los salarios más altos. Las bases de los tramos más altos subirían un 30% entre 2025 y 2050.
Si la ampliación del período de cálculo cuenta con el rechazo de los sindicatos, esta medida aleja a la patronal del acuerdo. La CEOE critica lo que considera una subida de los costes laborales para las empresas. Actualmente, los salarios por encima de la base máxima (4.495 euros) no cotizan.
Jubilación parcial y activa
La clave de la primera fase de la reforma de las pensiones era el castigo a la jubilación anticipada y premiar la jubilación demorada. En la segunda fase, el Gobierno plantea la introducción de cambios en la jubilación parcial y activa. La intención es hacer más compatible la jubilación con el trabajo.
Actualmente ya existen fórmulas para seguir trabajando después de la jubilación, pero son muy poco atractivas y casi no se utilizan. La jubilación activa la utilizan sobre todo los autónomos, que pueden cobrar el 100% de la pensión si contratan un empleado. El objetivo es mejorar estas condiciones.
El ministro Escrivá mostró su intención de “abordar mejores y lograr que se produzca una transición gradual entre estar activo y dejar de golpe el mercado laboral”. La clave está en introducir nuevos incentivos para la jubilación parcial. Algo que es bien visto por los sindicatos, pero no por los empresarios.
Las 5 medidas que entraron en vigor el 1 enero de 2023
El 1 de enero de 2023 entraron en vigor las cinco medidas de la primera fase de la reforma de las pensiones. La primera de ellas consiste en el cambio del indicador para revalorizar las pensiones. La revalorización de las pensiones en base al IPC (precios) ha conllevado una subida de las pensiones del 8,5%.
La segunda medida es el progresivo aumento de la edad de jubilación, que este 2023 se sitúa en 66 años y cuatro meses. El objetivo es llevarlo hasta los 67 en los próximos años. La tercera medida es precisamente premiar la jubilación retrasada con bonificaciones del 4% por cada año adicional.
La reforma también contempla penalizar la jubilación anticipada, de manera que retirarse antes de tiempo (salvo contadas excepciones) conlleve un recorte en la pensión. La quinta pata de la reforma consiste en los nuevos tramos de cotización de los autónomos. Todas estas medidas ya están en marcha.