Algunas de las marcas de alimentación y bebidas más prestigiosas de este país dejarán de tener presencia en los supermercados. Será de manera temporal hasta que se solucione el conflicto con los trasportistas, que cumplen su noveno día de huelga. La situación empieza a resultar especialmente grave, señalan las patronales del sector alimentario.
Distintas organizaciones que aglutinan a las industrias del sector demandan una solución inmediata al Gobierno. Piden una "intervención urgente en un conflicto que se ha convertido en un problema de Estado". El "impacto sobre la economía y los ciudadanos" es evidente y ya "no admite demora".
Las empresas de alimentación se encuentran en un "claro riesgo de abastecimiento". Además están en peligro muchos negocios y "más de 100 000 puestos de trabajo".
Tampoco la situación es mucho mejor en otros ámbitos de la economía nacional. La Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción también advierte del daño que provoca el paro a este sector. Afecta al suministro de piezas y agrava aún más el retraso en el aprovisionamiento de vehículos.
En la misma línea se han pronunciado los distribuidores de cerámica y materiales de construcción. No descartan que durante los próximos días tengan que paralizar su actividad ante el desabastecimiento.
Las distintas patronales insisten en la necesidad de garantizar la seguridad y el derecho a trabajar de los transportistas que no quieran sumarse al paro. También solicitan que los que lo respaldan no coaccionen al resto ni impidan la libre circulación de mercancías.
La situación cada vez es más preocupante, principalmente por la labor de los piquetes y por la ausencia de servicios mínimos. Son muchas las compañías y cooperativas que se han visto obligadas a detener sus procesos de fabricación. Es el caso de algunas muy conocidas como Cuétara, Conservas Calvo, Azucarera, Dcoop o Agrosevilla.
Durante los próximos días es posible que los consumidores echen de menos a estas marcas en las estanterías de los supermercados. Pero no serán las únicas. Otras muy conocidas podrían seguir este mismo camino en cuestión de horas.
Así lo advirtieron Danone, Heineken o Lactalis. En el caso de la primera, ya advirtió de que las medidas serán inmediatas. De no recuperarse la normalidad en el transporte tendrían que detener el trabajo en las cuatro plantas de lácteos y en las tres de agua.
Explicaban que "de no llegar a un acuerdo en las próximas horas, se verán obligado a tomar la drástica decisión de interrumpir el proceso de recogida de leche". Eso afectaría al proceso de producción de las fábricas y finalmente a la cadena de distribución.
Señalan que han tratado de mantener la normalidad hasta la fecha, pero ahora se enfrentan a un periodo de inestabilidad "inaudito". Los paros están afectando al suministro de materias primas como la leche.
Productos que faltarán en supermercados y bares
Pero la huelga de transportes también afecta al sector de las bebidas. Desde Heineken han advertido del impacto que está teniendo el paro sobre sus operaciones y clientes. Apuntan que de no finalizar los paros de forma inmediata, serán incapaces de servir sus productos a supermercados, bares y restaurantes.
En Mahou San Miguel también han visto alterado su ritmo de producción. Tratan de continuar con su labor aunque cada vez les resulta más complicado. Mejor suerte corrió Estrella Galicia.
Alarma en España: En peligro el abastecimiento de productos en los supermercados
Este lunes evitaron el cierre de la fábrica después de que recibieran la materia prima que necesitaban con urgencia. La Guardia Civil tuvo que escoltar un convoy de 18 camiones desde Zamora a A Coruña.
En vista de los anuncios de estas marcas, el ministro de Agricultura, entiende que "tienen la obligación de decir lo que puede pasar". Incide en que "o intentamos tender puentes o la situación va a ser muy complicada".