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Imagen de la cresta de una ola a punto de romper

La ciencia avisa: La costa española que podría sufrir un tsunami tras nuevos estudios

Un tsunami con olas de hasta 6 metros podría alcanzar las playas en poco más de 20 minutos

Un tsunami es posible en la costa española. Esta es la conclusión a la que ha llegado un nuevo estudio publicado en la revista Scientific Reports. La Falla de Averroès, situada en el Mar de Alborán, podría ser quien provoque una ola gigante frente a la costa oriental de Andalucía. 

Las fallas, en geología, son fracturas en las que dos bloques de terreno se deslizan uno respecto del otro. La fricción entre los dos bloques suele acumular una gran cantidad de energía que, cuando la presión es demasiado fuerte, es liberada.

Es lo que generalmente provoca los seísmos, que cuando se producen bajo el mar pueden provocar también un tsunami. Frente a la costa de Granada, Málaga y Almería se encuentra la Falla de Averroès, en el Mar de Alborán.

Hasta ahora se creía que no tenía el potencial de generar un gran tsunami, pero este nuevo estudio lo desmiente. El trabajo advierte que un temblor en esta zona podría provocar olas de hasta seis metros de altura. Podrían tardar entre 21 y 35 minutos en alcanzar el norte de Marruecos y las playas andaluzas.

Una amenaza real para las poblaciones costeras

Ferran Estrada, miembro del Instituto de Ciencias Marinas, ha analizado el estudio y el impacto que podría tener. "Estas olas gigantes pueden representar una amenaza para las poblaciones costeras, dañar la infraestructura marina y terrestre", advierte. Y añade que también podrían "causar una crisis económica y ambiental".

Tsunami a punto de llegar a un castillo
Aunque no es habitual en nuestro país, España ya ha sufrido la ira de los tsunamis en el pasado | Getty Images

"La falla de Averroès presenta, en su extremo noroeste, un salto vertical de hasta 5,4 metros, que habría generado un temblor de magnitud 7. Estudiamos la actividad de la falla y, según datos históricos, el último terremoto generado por esta fractura pudo haber ocurrido en el año 356", añade. El periodo analizado comprende 124 000 años.

Los autores del estudio han utilizado un modelo matemático de la deformación del fondo marino. Con él calcularon el comportamiento de las masas de agua en el Mar de Alborán si se produjese un nuevo seísmo en la zona.

La costa oriental de Andalucía, en alerta

La simulación prevé que las olas producidas por el sismo se propagarían en dos ramas principales. Afectarían, esencialmente, la costa oriental de Andalucía y las playas del norte de Marruecos con olas de hasta 6 metros de altura. Y además viajarían bastante rápido, ya que podrían tardar entre 21 y 35 minutos en alcanzar tierra. 

En España, por su ubicación geográfica, las zonas más afectadas serían las localidades costeras Granada. Pero la ola también podría llegar hasta Málaga y Almería.

"Son episodios demasiado rápidos para que los sistemas de alerta temprana actuales funcionen con éxito", avisa Ferran Estrada. Es decir, con tan poco espacio de tiempo, las alertas de tsunami podrían no llegar a tiempo a la población. 

Por eso, los autores del estudio creen que deben tenerse en cuenta los nuevos descubrimientos para el futuro. Y con ello habría que reevaluar los sistemas de alerta temprana de tsunamis.

España ya ha sido víctima de un tsunami

Aunque no es habitual en nuestro país, España ya ha sufrido la ira de los tsunamis en el pasado. El más famoso y destructor se produjo en 1755 tras un terremoto con epicentro unos 300 km mar adentro frente a Lisboa. Ese seísmo provocó olas gigantes que barrieron prácticamente todas las costas del hemisferio norte bañadas por el Atlántico. Entre ellas, las españolas.

Huelva fue la zona más afectada por el maremoto, con gran parte de su playa destruida y miles de vidas perdidas. En Cádiz, las olas alcanzaron los 20 metros de altura, según fuentes de la época. Por suerte, las murallas de la ciudad protegieron a gran parte de su población. 

Olas parecidas de 20 metros barrieron las zonas costeras del norte de África y llegaron hasta el Caribe. En Inglaterra también sintieron la fuerza de la naturaleza, con olas de hasta 3 metros alcanzando sus playas.