Las familias con menos recursos deberían recibir un cheque de hasta 1.900 euros. Aunque solo se trate de una propuesta en borrador, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) cree que es la mejor opción para optimizar los presupuestos destinados a los subsidios.
La Fedea se ha posicionado en contra del plan de subvenciones anunciadas por el Gobierno de España. Según la organización, se está llevando a cabo una mala distribución de las ayudas, que no beneficiará a los más vulnerables. Según la organización, con un replanteamiento del sistema resultaría viable ofrecer una rebaja de los impuestos equivalente a 1.900 euros.
La propuesta de un cheque de hasta 1.900 euros para familias españolas
La propuesta la ha comunicado el director de Fedea, Ángel de la Fuente, durante la presentación de su estudio sobre la situación económica en el contexto de la guerra Ucraniana. "Hay que mantener y reforzar los incentivos a las empresas y hogares para ahorrar energía, no ayudarles a que no lo noten. Más aún por razones estratégicas.", señalaba.
De la Fuente afirma que las ayudas no deberían centrarse en el consumo, sino en aquellas rentas selectivas que lo necesitan, así como en la reducción de impuestos generales.
Considera también que se están destinando presupuestos generales innecesarios que podrían ser redistribuidos, ya que no a todos los grupos les hace falta. El director ha indicado que hay un total de 9 millones de hogares con rentas mensuales inferiores a los 2000 que podrían ser beneficiadas con un cheque de 1.900 euros.
En ese sentido, de la Fuente hace referencia a las bonificaciones que se otorgan a toda la ciudadanía. Por ejemplo, la de los carburantes y la rebaja en los impuestos eléctricos, a través de la cual asegura que "se tapa la señal de precios que impide el ajuste a ese shock y el ahorro necesario".
Tal y como recoge La Razón, este 2022 se han destinado aproximadamente 17.000 millones de euros para estas dos ayudas generales. Sin embargo, Fedea insiste en que es necesario cambiar las medidas para asegurar que las ayudas sean abonadas a las rentas más pobres.
Aunque solo se trate de una propuesta lanzada por la fundación, la organización ya cuenta con un plan para gestionar la partida. El cheque se debería distribuir de forma gradual, empezando por eliminar las rebajas en los impuestos eléctricos y de carburantes. Siempre y cuando, esta decisión no afecte a la bonificación de los transportistas.
Las críticas de Fedea sobre el sistema de ayudas
En cuanto a las regulaciones aplicadas, el director de Fedea admite que el hecho de que se pague más o menos en función de los ingresos en el banco tiene sentido. Sin embargo, también cree que las medidas implantadas no van muy acorde con la dinámica.
De la Fuente afirma que el gravamen a bancos y eléctricas es arbitrario porque no responde como es debido al fundamento jurídico. Esto se debe a que no se grava los beneficios extraordinarios, sino los ingresos. Asimismo, indica que el sistema establecido no acaba de corresponderse con el Estado de Derecho o los principios generales de la Ley tributaria.
El gerente de Fedea también ha criticado la reducción del IRPF destinada a las rentas más bajas. El directivo no está muy a favor de la gestión que está llevando a cabo el Gobierno y asegura que lo único que se ha conseguido es incrementar la rebaja por ingresos laborales.
"Eso implica un marginal del 60% para el tramo de renta entre 15 000 y 21 000 euros (...) porque por cada euro que te sube la renta te quitan un euro y medio de la reducción por rentas del trabajo 2,5 euros más y Hacienda se lleva el 24% de eso", argumenta el gerente de Fedea, que insiste en que la tarea es mejorable.
Las medidas alternativas que proponen
Desde su perspectiva, la fundación ha querido lanzar dos propuestas con las que asegura que mejoraría el sistema vigente. La primera sugerencia hace referencia a una reducción fiscal para las familias con menos recursos económicos. En segundo lugar, Fedea propone la creación de un acuerdo de rentas general.
El directivo de Fedea tampoco tiene muy claro si una disminución a largo plazo de los impuestos es la mejor opción para acatar la reforma fiscal. Según de la Fuente, teniendo en cuenta la deuda y el déficit actual, resulta inviable dar paso a una rebaja general. No obstante, el gerente ve posible que en un corto plazo se puedan llevar a cabo retoques económicos que aboguen por la economía de las rentas más bajas.