Si existe una bebida con verdaderos adeptos, esa es la cerveza. No solo es una de las bebidas más consumidas a lo largo de la historia, sino que, además, parece no perder nunca su popularidad con el paso del tiempo.
Con tantas marcas en el mercado, es casi imposible no encontrar una que te encante. Además, cada vez son más las opciones sin alcohol, convirtiéndose así es una elección ideal para aquellos que disfrutan de su sabor, pero no quieren ingerir alcohol. Sin embargo, los amantes de la cerveza podrían sufrir un revés próximamente.
El fin de la cerveza, más cerca de lo que creemos
Aunque muchos no quieran creer en esta posibilidad, lo cierto es que su producción podría ver llegar a su fin. Tal y como ha declarado el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, las fábricas de cerveza del país podrían sufrir una disminución parcial o total de producción en unas semanas / meses.
Y pese a poder creer que esta decisión no afecta para nada a España, lo cierto es que frenar su producción supondría también que dejasen de llegar cervezas a nuestro país. Es necesario destacar que México es el principal país exportador de cerveza, por lo que muchos países podrían verse influencias por esta decisión.
Además, la gran calidad y sabor de las cervezas mexicanas las convierten una de las elecciones más solicitadas por los consumidores. Se calcula que 1 de cada 5 cervezas exportada, proviene de México.
Asimismo, la decisión del presidente no es casual, ya que se sustenta en los problemas medioambientales que está sufriendo el planeta, puesto que la falta de lluvia se ve traducida en falta de agua y en sus restricciones.
Por ende, ya han sido las fábricas del norte de su país las afectadas por esta decisión. Por el momento, tan solo se produce cerveza en el sureste de México gracias a su cercanía a ríos como el Grijalva o el Usumacinta. Sin embargo, no se espera una concesión de permisos a los fabricantes que se hallen al norte del país.
Una crisis que podría suponer el fin de muchos productos
La cerveza, además, no sería el único producto que podría desaparecer del mercado. Teniendo en cuenta la situación en la que nos encontramos, la alertas no dejan de sonar. Debido a la crisis energética y la inflación que está sufriendo Europa, pronto seremos testigos de los estragos que causarán estos hechos en el mercado.
Un claro ejemplo de ello es la situación actual del hielo. Hasta hace tan solo unos meses, cualquier usuario podía comprar con total normalidad el hielo que quisiese. Sin embargo, este verano nos estamos enfrentando a un desabastecimiento de hielo.
La mayoría de fábricas está racionando su producción y en la mayoría de supermercados, existe un límite de adquisición de una bolsa por compra. Aunque eso no es lo más alarmante, en otro muchos comercios es directamente imposible encontrar alguna bolsa de hielo.
El pollo, la próxima víctima de la situación energética
Por si esto fuera poco, el sector agrario también ha lanzado una advertencia por su parte. Se calcula que a partir de octubre, algunos comercios podrán experimentar una escasez de productos cárnicos, en concreto, todos aquellos que sean de pollo.
La subida de costes de producción se ha transformado en una baja rentabilidad para la mayoría de granjeros. Y pese a que los consumidores paguen, aproximadamente, un 35% más que hace unos meses, este hecho sigue sin ser óptimo para los productores.
Según Lorenzo Ramos, secretario de UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos): "su rentabilidad se ha desplomado y ahora mismo es inviable la supervivencia de las granjas".