Las principales gasolineras de España ya lo llevan advirtiendo desde hace tiempo. Repsol, Cepsa y BP alertan de lo que ocurrirá a partir de febrero en las estaciones de servicio. Si nada lo remedia, el precio del gasoil sufrirá un importante repunte.
Es cierto que con la entrada del nuevo año ya se ha visto hacia donde se dirige el mercado. En apenas tres semanas la gasolina ha incrementado su precio un 17%, frente al 15% del gasóleo. Siempre en comparación con las tarifas que había a finales de diciembre con la bonificación de los 20 céntimos por litro incluida.
Pero la situación en el caso del diésel no pinta nada bien. En cuestión de unos días su incremento será mucho más pronunciado debido a las sanciones impuestas a Rusia por su invasión a Ucrania.
La Unión Europea tendrá prohibido adquirir productos petrolíferos de Rusia. La norma entrará en vigor a partir del 5 de febrero. A esto se le une el embargo al crudo de este país que llega por barco. Lo que se pretende con todo esto es estrangular la economía del gobierno de Putin.
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Gran dependencia del gasóleo de Rusia
Pero todo ello tendrá también importantes consecuencias en el mercado de los combustibles en Europa. El continente continúa siendo muy dependiente aún de Rusia para abastecerse de diésel. De hecho, casi la mitad del gasóleo que se importó en noviembre procedía de allí.
Europa se ve incapaz de producir tanto gasóleo como demanda el ciudadano. Por lo que se ve obligado a recurrir a otros mercados ajenos. Esto es motivado también por la estrategia energética de la Unión Europea.
Desde hace tiempo viene apostando por desvincularse lo antes posible de los combustibles fósiles. Esto ha provocado, entre otras cosas, que las inversiones se hayan reducido de forma considerable. La patronal europea del sector de refino confirma que se han cerrado 26 refinerías en el continente en los últimos 12 años.
Ante eso no le ha quedado más remedio que incrementar la dependencia de terceros países. La situación se antoja mucho más complicada a partir de febrero. La oferta rusa se reducirá, pero la demanda se mantendrá, llegando incluso a crecer a consecuencia de las caídas de los termómetros.
El sector, de hecho, augura una subida de los precios en España a lo largo de los próximos meses. Hace unas semanas Repsol y Cepsa abordaban esta situación con el presidente del Gobierno en un encuentro. Le confirmaban que se abría un nuevo escenario con este combustible por culpa del embargo.
Las principales compañías han ido acumulando gasóleo antes de que entrara en vigor el veto a Rusia. Pero tampoco se puede conocer lo que durará el carburante adquirido. En cualquier caso, no creen que vaya a ver problemas de abastecimiento en las estaciones de servicio.
España notará las restricciones
España no es uno de los países que más depende del diésel de Rusia. No obstante, también notará bastante el embargo a las importaciones de este producto desde este país.
Explican que el gasóleo "se compra mediante contratos anuales que tienen muchos sumandos. El más importante de los cuales es la cotización internacional del propio diésel".
Avisan de que si el veto a Rusia "provoca escasez y esa cotización se incrementa, eso se traslada al coste de lo que tú pagas". Sin necesidad de que lo adquieras directamente a los rusos.
Como medida para desengancharse del gasóleo procedente del país del este, desde hace tiempo vienen comprando en otros mercados. Es el caso de Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí o India.
Aseguran que la llave para contener los precios podría tenerla Turquía. Es el principal comprador de diésel ruso fuera de la Unión Europea, y tendría la oportunidad de ejercer de intermediario. Se encargaría de comprarlo a Rusia y vendérselo al resto de países del continente.