La detección temprana es fundamental para el tratamiento del cáncer, ya que, a modo general, cuanto más se tarda en identificar la presencia de un tumor maligno más probable es que este se desarrolle y se propague a otras regiones del organismo, causando la muerte de la persona afectada.
Aunque la identificación del cáncer en sus fases iniciales sigue siendo una asignatura pendiente para la medicina moderna, se están realizando avances muy prometedores como CancerSEEK, una prueba de sangre eficaz para confirmar la presencia de tumores malignos (e incluso para localizarlos) que ha sido presentado a la comunidad científica a principios de 2018.
CancerSEEK, la nueva prueba de sangre para la detección temprana del cáncer
Muy recientemente un equipo de investigadores liderado por el estadounidense Joshua Cohen ha desarrollado una prueba de sangre no invasiva que permite la detección temprana de 8 tipos de cáncer muy comunes, incluyendo el de mama, el de pulmón o el colorrectal. Más adelante nos detendremos en la descripción de cada una de estas enfermedades.
El test, que ha sido bautizado como “CancerSEEK” (cuya traducción sería aproximadamente “búsqueda de cáncer”), se basa en el análisis de los niveles de proteínas en sangre y en la identificación de mutaciones en el ADN o ácido desoxirribonucleico, del cual dependen el funcionamiento y la estructura de nuestro organismo.
En concreto, CancerSEEK evalúa la presencia de 10 biomarcadores de proteínas sanguíneas que han sido asociadas a distintos tipos de cáncer, junto con la de 16 mutaciones genéticas propias de estas enfermedades.
¿Es realmente eficaz para identificar estas enfermedades?
Para analizar la potencia del test, Cohen y colaboradores estudiaron a 1005 pacientes con cáncer de ovario, de hígado, de estómago, de páncreas, de esófago, de pulmón, de mama y colorrectal. Además llevaron a cabo la misma prueba con 812 sujetos libres de cáncer para analizar su especificidad y descartar el riesgo de falsos positivos.
Según las pruebas realizadas por sus creadores, la eficacia de CancerSEEK para detectar estas enfermedades es superior al 70% aunque varía en función del tipo de cáncer (y llega a ser del 98% en algunos casos); por tanto, podemos decir que parece ser una prueba muy sensible. Además es específica, ya que sólo existe un 1% de posibilidades de que se dé un falso positivo.
Además, CancerSEEK fue capaz de hallar la localización del cáncer con bastante precisión en el 83% de los casos, algo poco frecuente en este tipo de prueba. En cualquier caso, estos resultados deben ser corroborados por otros equipos de investigación independientes, puesto que no es recomendable tomar como definitivas las conclusiones de los propios creadores de la prueba.
A los prometedores resultados de los estudios sobre la eficacia de este test sanguíneo para detectar procesos cancerígenos en estadios iniciales hay que sumar el hecho de que, en palabras de sus creadores, aplicar CancerSEEK puede ser muy barato, costando menos de 500 dólares estadounidenses -un coste claramente inferior al de otros tests que detectan un único tipo de cáncer.
Los 8 tipos de cáncer que detecta este test
A continuación describiremos las características principales de los 8 tipos de cáncer que CancerSEEK puede identificar. De este modo, el test podría llegar a sustituir pruebas individuales como la colonoscopia, que se emplea para confirmar o descartar la presencia de cánceres de colon y recto.
Entre estos tipos de cáncer hay 5 que destacan particularmente por el hecho de que hasta la creación de CancerSEEK no existía ninguna prueba que permitiera su detección temprana. Nos referimos al cáncer de ovario, al de hígado, al de estómago, al de páncreas y al de esófago.
1. De ovario
Si bien hay muchas variantes de cáncer de ovario, lo más habitual es que se localice en el epitelio (el tejido celular que reviste el interior de este órgano). Dado que no suele causar síntomas evidentes, es tristemente común que el cáncer de ovario se detecte demasiado tarde; no obstante, el pronóstico es favorable cuando se identifica pronto, algo en lo que CancerSEEK puede ser de ayuda.
2. De hígado
El cáncer hepático se relaciona con el consumo excesivo de alcohol, con la hepatitis y con la diabetes, entre otros problemas que afecta al hígado. En estos casos es habitual que el tumor se transmita desde otro órgano a la sangre y que haga metástasis en el hígado.
3. De estómago
El cáncer de estómago provoca casi un 10% de todas las muertes por esta enfermedad; tal hecho se debe sobre todo a que suele ser detectado cuando ya se encuentra en un estadio muy avanzado.
Entre los síntomas tempranos que sugieren la presencia de un tumor maligno en el estómago cabe destacar problemas digestivos como la indigestión, la acidez, la hinchazón del vientre y la disminución del apetito, sobre todo con relación a los productos cárnicos.
4. De páncreas
Existen varios tipos de cáncer que afectan al páncreas, órgano fundamental para la digestión y encargado de producir las hormonas insulina y glucagón, entre otros. El más común de todos ellos es el adenocarcinoma pancreático.
5. De esófago
La mayoría de tumores malignos en el esófago causan síntomas relacionados con la nutrición y la digestión, como las dificultades para ingerir alimentos y líquidos, el dolor de estómago y la pérdida de peso. El pronóstico del cáncer de esófago es bastante negativo, sobre todo cuando se detecta tarde.
6. Colorrectal
Las personas que no hacen ejercicio, que son obesas, que consumen cantidades elevadas de alcohol y de tabaco o cuya edad es avanzada corren un mayor riesgo de sufrir un cáncer en el intestino grueso, y específicamente en el colon o en el recto.
7. De pulmón
El de pulmón es el tipo de cáncer con mayor riesgo de mortalidad que existe. Si bien es cierto que se da sobre todo en fumadores, aproximadamente 1 de cada 10 personas que sufren cáncer de pulmón nunca han consumido tabaco.
8. De mama
El cáncer de mama es el más común entre las mujeres, pero también es relativamente habitual en varones. La presentación típica de esta enfermedad consiste en la aparición de anormalidades en el pecho, por ejemplo bultos o descamaciones, derivadas del tumor maligno.