Es evidente que los avances de la ciencia han conseguido mejorar nuestra calidad de vida. Para conocer con mayor exactitud el origen, las causas y el tratamiento del cáncer, es indispensable seguir investigando. Y al parecer, cada vez estamos más cerca de conseguir algunos resultados.
El nuevo descubrimiento que pone en "jaque mate" a los tumores cerebrales
Los tumores cerebrales pueden originarse de varias formas: pueden formarse en las propias células cerebrales o bien pueden comenzar en otra parte de nuestro cuerpo y diseminarse hasta el cerebro.
En cualquier caso, un correcto diagnóstico y tratamiento siempre será necesario. Sin embargo, para conseguir estas dos cosas, es necesario que la comunidad científica sigua trabajando en nuevas líneas de investigación.
Y al parecer, eso es lo que han hecho en la Universidad del Sur de California. Steve Kay, profesor de Neurología de la Escuela de Medicina Keck, ha encontrado un nuevo hallazgo. Después de llevar varias décadas estudiando los ritmos circadianos en las plantas, está de enhorabuena, Y es que parece ser que ha dado con unos nuevos genes que podrían estar implicados en las personas.
El estudio de los ritmos circadianos, los "responsables" del cáncer
Los ritmos circadianos son cambios físicos, mentales y conductuales están presentes en todas las personas las 24 horas del día. Gracias a estos procesos naturales, que principalmente responden a la luz y a la oscuridad, las personas (así como las plantas y los animales) podemos tener hambre o sueño en determinados momentos.
Sin embargo, Kay y su equipo de investigadores han encontrado en ellos la que podría ser 'la puerta' en cuanto a la reproducción celular de los tumores cerebrales. De forma más concreta, el estudio llevado a cabo ha podido descubrir la existencia de una molécula que podría hacer retrasar la velocidad de reproducción de las células cancerígenas.
En este sentido, Kay comprobó como las células madre tumorales del gliobastoma repercuten en el sistema circadiano, el cual a su vez controla la reproducción y expansión de dichas células.
Con el objetivo de poder desbloquear este sistema y así evitar la proliferación de las células tumorales, Kay decidió aplicar la inteligencia artificial. Gracias a ella, ha podido llevar a cabo este descubrimiento.
La importancia de la investigación en este caso
El descubrimiento de la molécula capaz de impedir la proliferación de las células tumorales ha sido un gran avance para toda la comunidad científica. El glioblastoma del que hemos hablado antes, es el tipo de cáncer cerebral más frecuente en personas. Este tipo de tumor se caracteriza sobre todo por su rápido crecimiento y su mal pronóstico.
Actualmente, la mayoría de personas que son diagnosticadas de este tipo de cáncer solo consiguen sobrevivir una media de 15 meses. Para acabar con esta situación, la ciencia dispone a día de hoy de algunos tratamientos, como la cirugía (siendo la más habitual), seguido de la radioterapia y la quimioterapia.
No obstante, puede darse el caso de que existan células que sean resistentes a estos tratamientos. Por lo tanto, esto ocasionaría que la multiplicación de dichas células siguiese creciendo.
Por eso, el nuevo hallazgo de Kay y su equipo puede arrojar un rayo de esperanza a estos casos. Tras llevar a cabo algunos ensayos médicos con animales, todo apunta a que los primeros ensayos con humanos podrían ser seguros.
Ahora, todos los esfuerzos de esta investigación se están centrando en testar la molécula SHP656, la cual parece ser bastante prometedora para reducir el crecimiento de las células cancerígenas.