La capacidad de memoria es una de las funciones cognitivas primordiales para los seres humanos, dado que nos habilita para recordar, aprender, comunicarnos y solucionar problemas. Y existe un hábito que puede ser muy útil para protegerla.
Sin embargo, también es una de las más vulnerables al paso del tiempo, al estrés, a las enfermedades y a los malos hábitos. Por eso es fundamental cuidarla y ejercitarla para mantenerla en forma y prevenir el deterioro cognitivo que puede derivar en Alzhéimer u otras demencias.
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Existen muchas formas de mejorar la memoria, como hacer ejercicios mentales, leer, aprender idiomas, tocar un instrumento, dormir bien, alimentarse de forma saludable, evitar el tabaco y el alcohol, etc.
Pero hay una costumbre muy sencilla que puede tener un gran impacto en la memoria y que, sin embargo, pocos practican en España. O no lo que realmente deberían...
¿Cuál es la actividad que puede ayudar a mejorar la memoria?
Una investigación reciente habla de una sencilla costumbre que puede ayudar a mejorar la memoria y reducir el riesgo de Alzheimer: caminar. De acuerdo con los especialistas, la actividad de caminar puede ser beneficiosa para incrementar el volumen del hipocampo, una región cerebral crucial para la memoria.
En efecto, un estudio divulgado en Proceedings of the National Academy of Sciences reveló que individuos que caminaban con regularidad presentaban un hipocampo de mayor tamaño en comparación con aquellos que llevaban un estilo de vida sedentario. También encontraron que las personas con un hipocampo más grande tenían una mejor memoria.
El hipocampo es una de las primeras regiones del cerebro afectadas por la enfermedad de Alzheimer, por lo que cualquier cosa que pueda ayudar a aumentar su tamaño y mejorar su función puede ser beneficiosa para reducir el riesgo de esta enfermedad.
¿Cuánto hay que caminar para mejorar la memoria y reducir el riesgo de Alzhéimer?
Según los investigadores, caminar al menos 30 minutos al día puede ser suficiente para obtener los beneficios de aumentar el volumen del hipocampo. Sin embargo, cuanto más se camine, mejores serán los beneficios para la memoria.
Para caminar de manera efectiva y cuidar el cerebro, es importante seguir algunos consejos simples. En primer lugar, es importante mantener una buena postura, lo que significa mantener la cabeza erguida, los hombros hacia atrás y los brazos relajados a los lados.
Una buena postura no solo ayuda a prevenir lesiones, sino que también puede mejorar la oxigenación del cerebro. Otro consejo importante es caminar de manera constante y regular, preferiblemente cinco días a la semana, para obtener los beneficios para la salud mental y física.
Es esencial caminar a un ritmo moderado, lo que significa caminar lo suficientemente rápido para elevar el ritmo cardíaco y respiratorio, pero sin llegar a un nivel de esfuerzo excesivo.
Además de caminar, hay otros hábitos saludables que pueden ayudar a mejorar la memoria y reducir el riesgo de Alzheimer. Por ejemplo, seguir una dieta saludable rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras puede ayudar a mantener el cerebro sano. También es importante mantenerse activo mentalmente, desafiando el cerebro con actividades como juegos de palabras, rompecabezas y lectura.
Es importante mantenerse socialmente activo y tener una red de apoyo sólida. La falta de compañía y el aislamiento social son factores que pueden aumentar el peligro de enfermedades neurodegenerativas y repercutir de forma negativa en la memoria y el bienestar emocional.
¿Qué otros beneficios ofrece la actividad física regular?
Es importante mencionar que el ejercicio físico, incluyendo caminar, también puede tener otros beneficios para la salud, como mejorar la salud cardiovascular, fortalecer los músculos y los huesos, reducir el riesgo de enfermedades crónicas y mejorar el bienestar emocional.
En resumen, caminar puede ser una sencilla costumbre que puede ayudar a mejorar la memoria y reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer.
Y combinarlo con otros hábitos como una dieta saludable, mantenerse activo mentalmente y leer también puede ser muy útil para tener un cerebro sano y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.