Se avecinan cambios en el sector de la telefonía móvil. Afectarán sobre todo a aspectos que hasta la fecha suponían todo un quebradero de cabeza para los clientes. Dichas novedades entrarán en vigor en cuestión de días.
Principalmente hacen referencia a la facturación y al periodo de duración de los contratos, por lo que hay mucha gente interesada. Las compañías de telecomunicaciones disponen hasta finales de octubre para comunicar dichas variaciones a los usuarios.
Estos son los principales cambios con los contratos
La mayoría de cambios, en principio, estén pensados en beneficio del consumidor. A partir de noviembre, las empresas de telefonía tienen la obligación de proporcionar un resumen simplificado y sencillo de las facturas. Además los cambios de operadora, también conocidos como portabilidades, se desarrollarán gratuitamente.
Las principales compañías del país, como Telefónica, Vodafone, Orange y Másmóvil, ya lo habrían comunicado a sus clientes. Sin embargo, en el caso de esta última, no parece estar muy de acuerdo con lo planteado. No acaban de ver claro la simplificación de la lectura de los recibos y el plazo de un mes para las variaciones de la tarifa.
En líneas generales, la mayoría aplaude la decisión adoptada respecto a la permanencia. "Se acaban los contratos indefinidos, que beneficiaban más a las empresas que a los consumidores", explican. A partir de ahora habrá un límite máximo de 24 meses, con posibilidad de prorrogarlo.
¿Cómo afectará a la compra de móviles?
Con este tope de dos años, las telefónicas se ven en la obligación de renovar los contratos una vez que concluya dicho periodo. Desde la plataforma YSI aseguran a ABC que lo adecuado hubieran sido 12 meses, y "que este cambio responde a lo que hacían las operadoras hace un par de años".
También se avecinan cambios en lo referente a la adquisición de móviles nuevos a plazos, en donde se condiciona el gasto y la permanencia. La responsable de comunicación de Kelisto, Sara Perales, explica la situación que se puede llegar a dar.
"Si compras un terminal en 36 o 48 cuotas mensuales, pese a que la permanencia máxima sea de 24 meses", se producirá un hecho curioso. En el caso de que el cliente se dé de baja tendrá la obligación "de abonar lo que le quede por pagar o devolverlo".
Algo similar sucede cuando en dicho acuerdo se incluya también el acceso a distintas plataformas. Ese servicio también se vería anulado de manera automática.
En lo que se refiere al cambio de operador, defienden que puede salir rentable incluso aunque se tenga que abonar una cantidad por la cancelación. Eso sí, recomienda a los usuarios que escapen de las 'permanencias inversas'. No son muy comunes en los contratos ahora, pero "te atan totalmente y la cancelación implica un gasto que va en aumento".
¿Qué tener en cuenta en los cambios de tarifa?
Hay dos detalles de relevancia que se deben tener en consideración cuando queramos modificar las tarifas contratadas. En Kelisto explican que los descuentos no tienen por qué durar lo mismo que la permanencia. Advierten que una finalizada la oferta pueden elevar las tarifas hasta que concluya el contrato.
Esto es algo que se debe valorar y tener muy atado antes de dar cualquier paso con una operadora. De lo contrario, siempre existe el riesgo de que nos llevemos alguna sorpresa desagradable.
También hay un detalle que resulta muy beneficioso para el consumidor. Cuando haya un aumento de las tarifas que impliquen un mayor costo para el cliente, este tiene la posibilidad de darse de baja.
Lo haría de forma inmediata, sin sufrir penalizaciones ni soportar la permanencia. Por lo tanto, la nueva ley de telecomunicaciones satisface algunas de las demandas de los usuarios.