Los estados de nerviosismo y tensión pueden manifestarse en cientos de respuestas conductuales diferentes. Algunas personas mueven un pie, otras andan de un lado hacia otro y unas pocas aprietan o rechinan los dientes de vez en cuando.
Este rechinar de dientes se conoce como bruxismo y, aunque si sucedeo casionalmente no tiene porqué causar daños, cuando se hace de manera regular puede afectar seriamente a la salud bucal. En este artículo vamos a definir qué es el bruxismo, sus síntomas, causas y tratamiento.
La definición de bruxismo es la de una condición o conducta en la que la persona muele, rechina o aprieta los dientes de manera inconsciente. Esta conducta, que aparece de manera automática, sin que la persona se de cuenta, puede darse tanto cuando está despierto o puede también rechinar o apretar los dientes mientras duerme; estos casos se conocen como “bruxismo de sueño” o “bruxismo nocturno”.
El bruxismo nocturno es un trastorno del movimiento relacionado con el sueño. Las personas que padecen esta afección poseen también más probabilidades de desarrollar otros trastornos del sueño como ronquidos fuertes o apnea del sueño, la cual consiste en la detención temporal de la respiración durante el sueño.
El bruxismo en sus formas más leves puede no requerir de ningún tratamiento ya que no llega a afectar al estado de los dientes y tiende a remitir de manera automática. No obstante, en algunas personas esta condición aparece con la suficiente intensidad y frecuencia como para causar trastornos y daños en la mandíbula, dolores de cabeza, lesiones dentales y otros problemas de salud.
Puesto que en la mayoría de los casos la persona no es consciente de que está rechinando o apretando los dientes o de que padece un bruxismo nocturno, es posible que esta no perciba el problema hasta que empiecen a aparecer las complicaciones, por lo que es muy importante conocer los signos y síntomas del bruxismo y solicitar atención dental.
Existen grandes diferencias en cuanto a los datos epidemiológicos del bruxismo debido, principalmente, a las diferencias en cuanto a la definición, al diagnóstico y a los métodos de investigación.
A pesar de estas diferencias se sabe que los niños desarrollan bruxismo en igual o en mayor medida que los adultos -incluso, en algunos casos, las conductas asociadas al bruxismo pueden aparecer dentro del primer año de vida del bebé, cuando los primeros dientes comienzan a crecer. La incidencia general del bruxismo infantil es aproximadamente de entre un 14% y un 20%.
Tal y como se comenta en el punto anterior, en la mayoría de casos de bruxismo la persona no es consciente del problema, bien porque no aparecen signos secundarios o porque los síntomas que experimentan no los asocian con esta condición de rechinamiento.
Los síntomas del bruxismo nocturno suelen ser mucho más intensos al despertar y van disminuyendo gradualmente a lo largo de la mañana. Por otra parte, en aquellas personas que rechinan los dientes durante el día, los síntomas van aumentando a lo largo de la jornada.
Los principales signos y síntomas asociados al bruxismo incluyen:
Desgaste dental
Hipersensibilidad dental causada por el desgaste
Ruidos al rechinar o apretar los dientes
Sensación de ardor en la lengua
Marcas de los dientes en la lengua
Sensibilidad, dolor o fatiga de los músculos de masticación
Hipertrofia de los músculos de la masticación
Trismo o apertura restringida de la boca
Dolor o sensibilidad de las articulaciones temporomandibulares
Cefaleas o dolor de cabeza ubicado en las sienes y provocado por la tensión del músculo temporal
Habitualmente el bruxismo es detectado a causa de los efectos del rechinamiento y presión de los dientes. La intensidad de la fuerza con la que se efectúan estas conductas puede acarrear graves problemas en algunos componentes del sistema masticatorio: los dientes, el periodonto y las articulaciones temporomandibulares, así como los músculos utilizados para mover la mandíbula.
Por el momento la comunidad científica no ha logrado comprender con exactitud qué causa la aparición del bruxismo. Sin embargo, se hipotetiza que existen una serie de factores causales físicos, psicológicos y genéticos que, combinados, pueden contribuir a la aparición de esta condición física.
Además la investigación sugiere que existen causas diferentes para el bruxismo diurno y el bruxismo nocturno. A continuación nos referiremos a estas.
El bruxismo que se produce a lo largo de día puede ser una respuesta automática a estados emocionales de ansiedad, estrés, ira, frustración o tensión psicológica.
Por otra parte, también puede aparecer como una estrategia de afrontamiento o un hábito que aparece durante momentos de concentración intensa.
En cuanto al bruxismo que aparece durante las horas de sueño, este suele estar asociado a una actividad de masticación relacionada con algún trastorno del sueño.
Aunque el bruxismo es un problema que puede afectar a cualquier persona independientemente de su sexo y de su edad, existen una serie de factores de riesgo que aumentan la posibilidad de que aparezca el rechinamiento de dientes:
Experimentación de estados de ansiedad y estrés
Edad: el bruxismo aparece con mayor frecuencia en niños
Personalidades agresivas, competitivas o hiperactivas
Tratamientos farmacológicos con antidepresivos
El tabaco y ciertas drogas recreativas
Consumo habitual de bebidas con cafeína
Otros miembros de la familia con bruxismo
Otras condiciones clínicas como la enfermedad de Parkinson, demencias, epilepsia, trastornos nocturnos y trastorno por déficit de atención e hiperactividad
En muchos casos el bruxismo es tan leve que no necesita tratamiento y acaba por desaparecer solo. Sin embargo, si la persona experimenta cualquiera de los síntomas asociados descritos anteriormente se recomienda que acuda a la consulta de un especialista dental.
Si el bruxismo empeora o se agrava, existen diferentes intervenciones y tratamientos tanto dentales como psicológicos para prevenir el aumento del daño dental y aliviar el dolor o las molestias en la mandíbula.
Existen formas de preservar y/o mejorar el estado de los dientes perjudicados por el bruxismo. Aunque estos métodos son eficaces a la hora de prevenir o corregir el desgaste de los dientes, es posible que no detengan el bruxismo por completo. Entre los tratamientos dentales existentes encontramos:
Férulas de descarga dental y protectores bucales: estos aparatos están diseñados para mantener los dientes separados y evitar que la persona los apriete o rechine.
Corrección dental: consiste en la remodelación de las superficies de masticación y implementación de coronas dentales para reparar el daño.
Aunque no se ha determinado la efectividad de la terapia farmacológica en el tratamiento del bruxismo, existen diferentes medicamentos que suelen estar recomendados en estos casos. Estos son:
Relajantes musculares
Inyecciones de botox
Fármacos ansiolíticos o antidepresivos
Finalmente, puesto que el bruxismo puede estar causado por ciertas condiciones psicológicas o estados emocionales alterados, existen diferentes enfoques o terapias psicológicas que pueden ayudar a aliviar los síntomas. Estas incluyen:
Aprendizaje de técnicas de manejo del estrés y la ansiedad
Cambios comportamentales
Terapia de biofeedback