Existen ciertos productos que es mejor mantener alejados, sobre todo aquellos que puedan poner en riesgo nuestra salud. Pero, cuando se trata de niños o adolescentes, esta recomendación todavía es más importante.
Todo lo que hay detrás del consumo de esta bebida
Es evidente que el ritmo y los hábitos alimenticios de la población han cambiado. Si echamos la vista atrás podremos ver cómo nuestra sociedad se ha ido transformando a niveles muy veloces. Son, precisamente, esos niveles de ajetreo y velocidad, los que han ocasionado que nuestras rutinas hayan cambiado tanto. Y la de nuestros hijos, por supuesto.
Sin embargo, la alimentación sigue siendo un pilar fundamental en la vida de cualquier ser humano. Y a pesar de los cambios, esta debería seguir siendo variada y saludable.
Y es que desde que apareció por primera vez en nuestras pantallas el famoso anuncio de 'Red Bull te da alas', el consumo de bebidas energéticas se ha disparado exponencialmente.
Las personas adultas suelen consumir este tipo de bebidas, y aunque tampoco acaba de ser lo más recomendado... la preocupación se centra en el consumo que hacen de ellas los más jóvenes.
Por otra parte, debemos tener en cuenta que las campañas de Marketing tienen un papel clave en todo esto. Asociar estas bebidas a determinados deportes como BMX, motocross o rally consigue captar, todavía más, la atención de muchos adolescentes.
Esto es lo que le pasa a tu cuerpo cuando la consumes
Antes que nada, es importante tener presente la composición que presentan este tipo de bebidas. En la mayoría de marcas es muy similar, siendo las más conocidas Red Bull, Monster o Rockstar Energy Drink.
Lo que más podemos destacar dentro de sus ingredientes es su elevada dosis de cafeína. Para que nos hagamos una idea, una lata de este tipo equivaldría a unas 3 o 4 tazas de café al día.
Si tenemos en cuenta, además, otros ingredientes como los azúcares, los colorantes y los conservantes, los beneficios que podríamos obtener al consumir estas bebidas son nulos.
Aunque en esta vida cualquier exceso es malo, en el caso de este tipo de bebidas lo es todavía más. Un consumo excesivo podría acarrear problemas de ansiedad, nerviosismo, insomnio y angustia. Por si fuera poco, su consumo también puede derivar en trastornos gastrointestinales, temblores y taquicardia. Evidentemente, a nadie le gustaría la idea de sufrirlos.
Algunas personas no deberían consumirlas
Aunque la recomendación, a grandes rasgos, es que ninguna persona las consuma (o lo haga en exceso), sí es cierto que existen determinadas personas que, bajo cualquier circunstancia, no deberían hacerlo.
Hablamos por ejemplo de los niños y los adolescentes. También de las mujeres embarazadas, o aquellas que estén en periodo de lactancia. Y por supuesto, cualquier persona que tenga problemas cardíacos.
Para finalizar, también es importante resaltar que su combinación con otro tipo de bebidas alcohólicas no es para nada saludable. Los efectos que podría producir en nuestro organismo serían bastante perjudiciales.