La hipoteca se trata de un préstamo que la mayoría de los propietarios deben pedir al banco para poder adquirir su nuevo hogar. Para conseguirla, la edad, al igual que otros factores, se convierte en un aspecto fundamental.
Las entidades bancarias tienen muy en cuenta la edad de los clientes a la hora de conceder o no un préstamo hipotecario. A pesar de que no existe una regulación con respeto a la edad máxima para solicitar la hipoteca, los bancos sí ponen sus propios límites.
Este factor es no siempre conocido por los solicitantes. Por este motivo, en el caso de que estés pensando solicitar este tipo de préstamo, debes consultar con el banco qué límite tienen establecido de acuerdo con sus políticas de riesgo.
Esta es la edad máxima para pedir una hipoteca en España
De forma general, a pesar de que no existe una regulación con respecto a la edad máxima para solicitar una hipoteca, el límite se suele establecer sobre los 75 años. Sin embargo, esto dependerá de cada banco, así como de su política de riesgos.
El límite está muy relacionado con el riesgo en materia de salud, así como de supervivencia, que se asocian a una edad avanzada. Es decir, cuanto mayor es el solicitante, mayor riesgo de impago existe, algo que el banco busca evitar a toda costa.
Dos límites a tener en cuenta
En este sentido, existen dos límites distintos con respecto al plazo de amortización de la hipoteca. Conocerlos es fundamental antes de solicitar el préstamo.
1. Plazo máximo de la hipoteca
En primer lugar, existe un plazo máximo que se vincula al tipo de la oferta hipotecaria. Las hipotecas de tipo fijo, por ejemplo, no suelen superar los 25 años. Sin embargo, las variables pueden alcanzar los 40 años de financiación.
2. Edad del solicitante
Por otra parte, a pesar de que la oferta pueda dar la posibilidad de devolver el préstamo en 40 años, la edad del solicitante resultará un factor clave y se considerará el límite extra.
Esto puede acortar el plazo máximo y lo situará en el momento en que la persona cumpla 75. La edad, en este caso, supone un factor de riesgo de impago. Asimismo, también condiciona el plazo de amortización del préstamo hipotecario.
A mayor edad, menos plazo de amortización
Con todos estos datos en la mano, cuanta más edad tenga el solicitante menor será el plazo de amortización que se admita. Es decir, mayores también serán las cuotas mensuales que el interesado deberá abonar al banco.
Además, puede que algunas entidades exijan la contratación de un seguro de vida o que una persona de menor edad haga las funciones de aval. Para ello, esta persona debe contar con unos ingresos determinados según el préstamo.
Ventajas de contratar una hipoteca con más edad
A pesar de todo, el contratar una hipoteca con más edad no solo tiene riesgos. De hecho, también son varias las ventajas que se pueden atribuir. Una de ellas, por ejemplo, es el contar con una pensión fija mensual, es decir, una estabilidad financiera.
Por otro lado, la situación se puede convertir en más favorable en el caso de que la persona cuente con planes de pensiones privados o tenga en alquiler una vivienda por la que reciba ingresos de forma habitual.
La recomendación del Banco de España
Por todo ello, cada caso se estudia por parte del banco de forma particular. Sin embargo, también conviene conocer cuáles son las recomendaciones que lanza el Banco de España cuando se va a solicitar una hipoteca.
En primer lugar, destaca la de no superar los 30 años como plazo máximo. Por otra parte, también conviene no destinar más del 35% de los ingresos mensuales al pago de la misma. Esto es así independientemente de la edad del solicitante.