En la sociedad actual, las compras se han convertido en una parte integral de nuestras vidas. Ya sea por necesidad o por simple placer, a casi todos nos gusta adquirir nuevos productos o servicios.
Para muchos ciudadanos, llegar a casa con varias bolsas con ropa nueva o cualquier otro artículo de coleccionismo es sinónimo de alegría y felicidad. El hecho de saber que puedes gastarte ese dinero en algo que a ti te gusta genera bienestar.
Los españoles somos muy dados a comprar cosas que, en el fondo, muchos de nosotros no necesitamos. Según un estudio de Statista, los hogares de nuestro país gastaron un total de 17.349 millones de euros en prendas de vestir en 2021, una cifra que supera en 2.000 millones los gastos realizados en 2020, año de la pandemia.
Aquello que parece una jornada tranquila de compras puede tornarse en una pesadilla para algunas personas que optan por pagar con un nuevo método que puede generar consecuencias negativas a largo plazo. Este es el llamado “buy now, pay later”.
¿En qué consiste este nuevo método?
Como bien indica su nombre, si lo traducimos del inglés al español, se trata de comprar ahora y pagar después. El consumidor puede decidir si prefiere fraccionar el pago mediante un crédito concedido por el establecimiento que deberá devolver en cuotas mensuales. Normalmente, estos fraccionamientos no llevan intereses.
A priori puede parecer una operación ventajosa, pero puede esconder algunas condiciones que hagan surgir problemas en las familias a final de mes.
El Banco de España, por este motivo, ha explicado en su Portal del Cliente Bancario los riesgos que conlleva esta operación: el sobreendeudamiento a final de mes.
Estos créditos, según aclara el Banco de España, pueden o no tener comisiones o intereses a simple vista. Sin embargo, si se realizan muchas operaciones mediante este método cabe la posibilidad de que no se puedan atender todos los pagos y algunos queden sin concretar.
En ese caso, si no se resuelve el pago de algunas de las cuotas acordadas, es frecuente y más que posible que las entidades con las que hayas realizado este pago fraccionado cobren intereses en caso de impago.
Este supuesto, como es lógico, elevaría aún más el gasto derivado de esa determinada compra, que podría ser de moda o electrónica, que suelen ofrecer este método de pago, al contrario que al comprar, por ejemplo, alimentación.
El BdE insiste en que la realización de compras mediante este método puede provocar una falsa sensación de ahorro a corto plazo. Sin embargo, a final de mes (cuando algunas familias pueden haber gastado la gran parte de su sueldo) puede llegar el recibo mensual y generar sorpresa.
Si se financian diversas compras con este método y se aumentan de forma considerable los gastos en los próximos meses, se compromete a pagar el dinero del que se dispone a medio y largo plazo. Aunque pueda parecerlo, por tanto, no es una manera de ahorrar dinero.
Entonces ¿cómo puedo ahorrar en mis compras?
Como ya ha alertado el Banco de España, paga con tarjetas de débito y no aceptes pagar a plazos (al menos no en muchas operaciones distintas). Si es posible, págalo todo en el momento. Así llevarás un análisis real de cuál es el presupuesto con el que se cuenta.
Una manera sencilla es establecer un presupuesto antes de salir de compras o hacer una compra en línea. Es esencial determinar cuánto estás dispuesto a gastar en ese artículo en particular y asegúrate de ceñirte a ese límite. Esto te ayudará a evitar gastos impulsivos y a mantener el control sobre tus finanzas personales.
Haz una lista de prioridades, ya que es fácil dejarse llevar por la emoción del momento y comprar cosas que no necesitamos realmente. Establece qué es lo más importante para ti en este momento. Al tener una lista clara, será más fácil resistir las tentaciones y enfocarte en lo que realmente necesitas.
Compara precios, busca ofertas y no te quedes con la primera opción que veas. Aprovecha las ofertas, descuentos y promociones que puedan estar disponibles. No te precipites en comprar algo a precio completo sin explorar otras opciones.
Uno de los mejores consejos es evitar las compras por impulso. Tómate un tiempo para reflexionar y evaluar si el producto o servicio en cuestión encaja con tus prioridades y presupuesto. Muchas veces, al darle un tiempo de reflexión, te darás cuenta de que no era una compra necesaria.