Las caídas de Silicon Valley Bank (SVB) y Credit Suisse han generado una importante pérdida de confianza por parte de los mercados. El temor a un posible efecto contagio siempre está presente. Esto ha provocado la reacción del Banco de España, que ha salido de alguna manera a calmar la situación con su mensaje.
El gobernador de esta entidad, Pablo Hernández de Cos, confirma que la banca española no corre ningún tipo de riesgo en este sentido. Explica que en el caso de esos dos bancos afectados, presentan una serie de "elementos idiosincrásicos" que no se encuentran en las firmas españolas.
Por lo tanto, considera que "no puede hacerse una traslación mecánica de la experiencia de estas entidades al conjunto de nuestro sector bancario". Se tratan de casos muy peculiares.
La mayor parte de los préstamos y depósitos del Silicon Valley Bank se repartían entre compañías de venture capital, fintech y startups, recoge El Mundo. Para su financiación tenían una gran dependencia de depósitos mayoristas, en donde la mayoría no tenían la protección del fondo de garantía de depósitos.
A ello se le une además, que un elevado número de activos consistían en valores de renta fija. En la actual situación, con unos tipos de interés tan altos, lo único que consiguen es perder valor.
Por su parte, el hundimiento de la entidad suiza se debió a varios motivos. La acumulación de pérdidas y las inversiones fallidas originaron una cierta pérdida de confianza por parte de los inversores. Eso impidió que pudiera finalizar el proceso de transformación del modelo de negocio que tenía entre manos.
Los bancos españoles respiran tranquilos
Esas condiciones que acabaron por hundir a los dos bancos no se dan en el sector bancario de nuestro país, pero tampoco en la UE. El gobernador del Banco de España cree que las entidades españolas afrontan este periodo de indecisión en los mercados "con una elevada capacidad de resistencia". Además, cuentan con unas "posiciones de capital y de liquidez elevadas".
Las exigencias regulatorias que se implantaron a raíz de la crisis de 2008 garantiza la buena situación del sector en España. "Están sujetos a los mismos requerimientos estrictos de capital y liquidez", al margen de su tamaño.
Como es lógico, las turbulencias financieras podrían suponer un grave perjuicio para el sector de alargarse en el tiempo. Destaca que "el balance de riesgos sobre las perspectivas de crecimiento económico en la zona euro se inclina a la baja". Entre otros motivos por el conflicto de Ucrania, que podría incrementar de nuevo el coste de las materias primas alimenticias y energéticas.
También podría acarrear una moderación de la economía mundial mucho más fuerte de lo pensado en un primer instante. Durante su intervención en un foro de El Norte de Castilla indicó que de continuar las tensiones económicas las condiciones para acceder al crédito se endurecerían. Además habría una mayor pérdida de confianza por parte de los mercados.
Analiza el estado actual de la banca española
Hernández de Cos valora de manera positiva que los bancos de nuestro país hayan incrementado su rentabilidad de "manera significativa". También cuentan con unos ratios de liquidez bastante altos. Sin embargo, las dudas que hay en los mercados podrían obligarles a reforzar las provisiones.
Entiende que lo adecuado ahora es realizar una "política prudente de planificación de provisiones y de capital". En su opinión, con el aumento de los beneficios que se produzcan en el corto plazo se elevaría la "capacidad de resistencia del sector". Añade que en caso de que "se materialicen los distintos escenarios de riesgo" que hay identificados, se podrían afrontar mejor las posibles pérdidas.