En los últimos días ha estallado en España la fiebre por las Letras del Tesoro. El bajo riesgo y la alta rentabilidad de esta inversión ha hecho que muchos españoles acudan a las oficinas del Banco de España para comprar deuda pública. En muchas ciudades ya no se puede pedir cita hasta marzo.
Hasta hace poco las Letras del Tesoro estaban en negativo, y ahora ofrecen beneficios de hasta 2,693% a seis meses. El riesgo es muy bajo, ya que la inversión está protegida por el Tesoro Público. Esto ha hecho que se dispare la demanda de pequeños ahorradores que quieren comprar deuda pública.
Pero aunque esta inversión tiene riesgo casi cero, no deja de ser un producto financiero y por lo tanto sujeto a fiscalidad. Los compradores de deuda pública tienen que pagar unos impuestos a Hacienda. Los técnicos fiscales han aclarado qué ocurre con estos ahorradores y la Declaración de la Renta.
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Cuándo hay que declararlo a Hacienda
La mala noticia es que los compradores de deuda pública tienen que pagar impuestos en la Declaración de la Renta. La buena noticia es que los que están comprando Letras del Tesoro estos días no tendrán que hacerlo este año ni el que viene. Será en 2025, y esta es la razón principal.
Los impuestos de las Letras del Tesoro tienen que abonarse cuando se amortiza la deuda. Por lo tanto, los que están comprando ahora Letras del Tesoro no tienen que declararlo en la Renta de 2023, ya que esta solo contiene el IRPF del año pasado. Por lo tanto, por ahora, no deben preocuparse.
La mayoría de estos inversores recuperarán su deuda en 2024, así que tendrán que pagar impuestos en la Declaración de la Renta de 2025. Para entonces, tendrán que declarar el beneficio que obtengan. Es decir, la diferencia entre la deuda pública que han adquirido y las ganancias que les pagará el Tesoro Público.
Las Letras del Tesoro son instrumentos de inversión a corto plazo, a 3 meses, 6, 9 o 12. La mayoría adquiere deuda pública a un año vista, aunque también los hay que compran a tres, seis y nueve meses. En estos casos, amortizarían la inversión antes y tendrían que declararlo en la Renta de 2024.
Cuánto se queda Hacienda por las Letras del Tesoro
El Tesoro Público deja claro en su página web que las Letras del Tesoro están sujetas a fiscalidad: “La diferencia entre el importe obtenido en la venta o amortización de la letra y el pagado en su compra tiene la consideración de rendimiento de capital inmobiliario. Sujeto, en consecuencia, al IRPF”.
Según la última reforma fiscal, el gravamen de las rentas del ahorro en el IRPF sube al 27% para rentas entre 200.000 y 300.000 euros. Para rentas superiores, la retención es del 28%. Pero para los pequeños ahorradores (hasta 6.000 euros), el impuesto a pagar sigue siendo del 19% como hasta ahora.
En el caso de los inversores que compran deuda pública a través de bancos privados, hay una serie de gastos y comisiones. Esto se tiene que restar de las ganancias obtenidas, y declarar solo la cantidad resultante. En todo caso, las Letras del Tesoro no son deducibles, es decir, no tienen exención fiscal.
Las Letras del Tesoro seguirán subiendo
Las Letras del Tesoro se han convertido en un atractivo objeto de inversión en plena crisis económica. Este mes han registrado la mayor rentabilidad en los últimos diez años, y la previsión es que sigan subiendo. Y es que su rentabilidad está vinculada a la subida de los tipos de interés del Banco Central Europeo.
Para comprar Letras del Tesoro puedes hacerlo de forma presencial, pero hay que pedir cita previa. En ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia ya no hay fechas disponibles hasta finales de marzo y abril. También puedes comprar deuda pública a través de la web del Tesoro Público.
Para comprar deuda pública en las oficinas del Banco de España hay que llevar el DNI, con una cuenta corriente y el dinero a invertir. La inversión mínima es de 1.000 euros, y se puede pagar con cheque o transferencia bancaria. La comisión para hacerlo a través de una entidad financiera es de 0,3%.