Ten mucho cuidado con lo que haces este verano cuando te vayas a bañar a la piscina de turno. Te lo decimos porque podrías sufrir algún tipo de infección grave si no actúas a tiempo.
El verano está a la vuelta de la esquina y todos estamos pensando ya en disfrutar de unas merecidas vacaciones. Y tenemos en mente, por qué no, darnos un buen chapuzón en la playa o en la piscina.
Pero hay un tipo de españoles que deben de tener mucho cuidado al bañarse en el agua de las piscinas, sobre todo. Lo señalamos porque si usas lentillas, podrías correr un riesgo considerable en caso de no quitártelas al meterte en el agua.
Con la llegada del periodo estival, el correcto uso de las lentillas nos complica la vida. Y es que usarlas cuando vamos a una piscina no es nada aconsejable. Tampoco lo es si vamos a una playa u otro medio acuático porque aumenta el riesgo de infección, especialmente en la córnea.
Los españoles que corren un grave riesgo si se bañan en una piscina
El motivo de este riesgo tan patente es que el agua contiene bacterias y gérmenes que pueden pegarse a tus lentillas y por ende, a tus ojos.
Es una recomendación que no debes dejar pasar por alto, porque si no te la tomas en serio, podrías padecer un problema de salud importante. Y lo que es peor, podrías llegar incluso a perder la vista.
En el artículo de hoy vamos a poner el foco en el uso de las lentillas en las piscinas. Un gesto que no es nada recomendable porque en estas hay productos químicos en el agua, como el cloro, que puede hacer que sufras irritaciones o inflamaciones en el globo ocular.
Además, las lentes de contacto tienen la característica de absorber el agua a su alrededor, por lo que podrían variar de aspecto notablemente.
Usar lentillas en ciertos lugares puede provocar graves problemas de córnea
Si sucede esto, tus lentillas se volverán ciertamente molestas y verás de forma borrosa, algo que seguro no quieres que te ocurra. El mejor sistema para darte un chapuzón en una piscina es comprarte unas gafas de natación graduadas y podrás nadar con toda la tranquilidad del mundo.
Estamos hablando de unas gafas que actúan igual que las gafas normales y se adaptan perfectamente a tus ojos e impiden que el agua entre en ellos. Con las gafas de natación ya no tendrás riesgos de que ninguna bacteria u otros microorganismos entren y afecten de la peor manera a tus lentillas.
A veces, a los usuarios les cuesta mucho no llevar lentillas porque están muy acostumbrados o bien por ciertas necesidades no se las pueden quitar. Pero lo más recomendable es no llevarlas cuando acudas a una piscina.
Los mejores consejos para minimizar los riesgos de usar lentillas
En el caso de que tengas que usarlas sí o sí, expertos en la materia dan una serie de consejos para mitigar el efecto de usar lentillas en una piscina. Usa lentillas desechables, especialmente las diarias. Además, debes intensificar las medidas higiénicas lavándote las manos después de salir de la piscina si vas a tocar tus lentillas.
Puedes utilizar unas buenas gafas de natación o usar lágrimas artificiales si ves que tus lentes de contacto se han resecado. También es importante no exponer demasiado el tiempo de uso de las lentillas, ya que están expuestas al agua y tus ojos necesitan un descanso.
Y por último, no te frotes los ojos, aunque notes un poco de picor es muy poco recomendable porque podrían infectarse las lentillas. Siguiendo todos estos consejos, te evitarás llevarte un buen susto con tus lentillas en las vacaciones de verano que están a punto de arrancar.