Si hay algo que hace verdaderamente especial la temporada de verano es, sin lugar a dudas, el gazpacho. Esta famosa y tradicional receta, junto a las vacaciones y los planes en la playa, hacen que disfrutemos al máximo de la época estival.
Ahora bien, como cualquier cosa en esta vida... todo exceso es malo, y en lo que respecta a la alimentación también. Si bien es cierto que el gazpacho cuenta con ingredientes naturales, es importante tener en cuenta las recomendaciones que indican los expertos.
Si eres un amante del gazpacho... ¡Es importante que sepas esto!
Su nombre tradicional es gazpacho, pero también se emplea de forma genérica para hacer referencia a las sopas frías. Sin embargo, sea cual sea la forma de referirnos a él, lo que está claro es que es uno de los mayores manjares que tenemos en nuestro país.
Es muy probable que al escuchar esta receta se nos venga a la cabeza algunos ingredientes como el tomate, el ajo, la cebolla, el pepino o el pimiento. No obstante, su elaboración no siempre suele ser así, y es ahí donde los expertos inciden.
Quizás nuestros abuelos sabían mejor que nadie como hacer un gazpacho puro, fresco y 100% natural. Pero el tiempo pasa, y los gazpachos que encontramos en pleno siglo XXI no suelen ser así. De hecho, muchos de los que están en los supermercados esconden grandes secretos.
Por norma general, podemos decir que una taza de gazpacho contiene entre 40 y 60 kilocalorías, dependiendo de los ingredientes que hayamos utilizado. El aceite, además, es uno de los más determinantes respecto a esto.
Y a pesar de que cada vez hay sopas frías más variadas y distintas, lo cierto es que conviene andar con ojo. No todas las que podamos consumir son igual de saludables, y en este sentido, el endocrino Juan Carlos Percovich nos lo aclara.
Así pues, para escoger el mejor gazpacho, lo mejor es tener en cuenta y seleccionar sus macronutrientes. Es decir, su composición debe basarse en hidratos, proteínas y grasas. Por esta razón, si lo elaboramos nosotros mismos, es importante tener en cuenta los ingredientes que se le añaden.
¿Pero qué ocurre con las sopas frías que ya vienen envasadas? Pues bien, Percovich sugiere que aunque hay productos envasados que valen la pena, hay muchos otros que pueden no gustar. En este sentido, la composición es determinante.
Por ejemplo, muchas veces se utilizan gomas para elaborar la textura, fructosa para endulzar o aceite de oliva de peor calidad. Como podremos deducir, si compramos un gazpacho elaborado a partir de estas características, su valor nutricional es escaso.
Por esta misma razón, el endocrino apuesta por poner en la balanza ambos puntos y elegir. En todo caso, es importante tener presente que un gazpacho elaborado por nosotros nunca tendrá secretos, pues sabremos de primera mano los ingredientes y la cantidad que añadimos.
Otras cuestiones a tener en cuenta
Las sopas frías, a nivel general, están elaboradas a base de hortalizas y verduras. Por lo tanto, resulta evidente que si las consumimos estaremos aportándole a nuestro organismo las vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes que necesita.
Ahora bien, dado que nos encontramos en una época donde predominan las altas temperaturas, es importante mantenernos siempre hidratados. Y para ello, consumirlas de forma diaria puede ser la mejor opción.
Así pues, no hay nada mejor que disfrutar de un buen gazpacho natural y recién preparado, ya que será la mejor forma de conservar su textura y sabor. Eso sí, conviene tener presente que su consumo no sustituye a otros alimentos. En este sentido, es importante seguir incluyendo las verduras y las hortalizas en nuestra dieta.