Es muy complicado librarse de la Agencia Tributaria. Este organismo es de lo más estricto en lo que se refiere al cumplimiento de pagos y obligaciones. Pero hay algo que si no abonas a tiempo irán a por ti hasta el final, siendo capaces de embargar tus propiedades.
Nos referimos a las multas de tráfico. Lo adecuado sería satisfacer su importe lo antes posible y así disfrutar de una reducción del 50% por pronto pago. Esto solo se permite cuando se pague en el periodo de 20 días naturales desde que se recibe la notificación.
A medida que transcurran los días esta cuantía irá aumentando por no cumplir los plazos fijados. Pero si crees que no ocurrirá nada por no abonar la sanción a la Dirección General de Tráfico (DGT) estás muy equivocado. Llegado el momento se derivará la multa a Hacienda, que será la encargada de efectuar la correspondiente reclamación.
Estos son los pagos de una multa en función del retraso
Una vez que no se liquida la multa en el periodo voluntario de 20 días se dará comienzo a una fase ordinaria. Consistirá en otros 25 días más, en donde habrá que afrontar el 100% de la misma. Transcurrido ese plazo se pasa a la vía ejecutiva, por lo que la Agencia Tributaria se encargará del cobro.
En este caso se aplicará un recargo de hasta el 20% sobre el importe. Desde Hacienda te mandarán a tu domicilio una notificación de la providencia de apremio. En ella te comunicarán el nuevo plazo de abono, que irá con un suplemento inicial del 10% sobre la cantidad de partida.
De no cumplir con este requerimiento, el ciudadano tendrá que enfrentarse a un nuevo incremento. En este caso llegará hasta el 20%, a lo que se le sumarán las costas de notificación e intereses de demora.
El precio de la multa se multiplica por cuatro
Merece la pena efectuar el pago de una sanción de tráfico lo antes posible. Y no solo porque nos quitaremos de encima un problema con la Agencia Tributaria. De llegar a este último punto, con un 20% de recargo, el importe de la multa pasaría de 50 euros hasta los 200 euros.
Pero de hacer caso omiso a esta notificación, la situación se complicará mucho más. A Hacienda no le temblará el pulso a la hora de tomar una medida drástica. De ahí que a continuación proceda a remitir una notificación de diligencia de embargo.
En primer lugar intentarán saldar las deudas embargando las cuentas bancarias o bienes que tengas a tu nombre. De no contar con liquidez en el banco se dictamina una orden de embargo de salarios, pensiones o incluso del vehículo si fuera preciso.
Para ello ordenarían una orden de búsqueda y captura del coche. Si de esta forma no son capaces de cobrar el dinero que se adeuda de la multa, procederán al embargo de bienes inmuebles.
¿Merece la pena esperar a que prescriba la sanción?
Cometerías un grave error si esperas a que la multa prescriba. La Agencia Tributaria hará todo lo que esté en su mano para recuperar el dinero que le corresponde. Pero también hay que tener en cuenta las molestias que acarrea un proceso de estas características.
Entre otras cosas provocará que la víctima no pueda optar a ayudas públicas ni a ningún tipo de beca. Además, es preciso que sepas que las sanciones tienen una vigencia de cuatro años desde que se notifica.
Por lo tanto, dispondrán de bastante tiempo para cobrarlo. En ese caso, nunca se recomienda llegar hasta el final con Hacienda. Ellos tienen todas las de ganar.