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Antihistamínicos: qué son, usos y efectos secundarios

Existen complementos naturales para los antihistamínicos que pueden ayudar a disminuir los síntomas de alergia

Las alergias o reacciones alérgicas son un conjunto de afecciones causadas por una hipersensibilidad del sistema inmune a sustancias que, en otras condiciones, son completamente inofensivas. Al contacto con estas, la persona experimenta una respuesta física que puede incluir estornudos, moqueo o congestión, lagrimeo o reacciones dérmicas.

En el año 1930, aparecieron los primeros fármacos creados para tratar algunos de estos síntomas, los llamados antihistamínicos. A lo largo de este artículo descubriremos qué son los antihistamínicos, para qué sirven y sus efectos secundarios.

¿Qué son los antihistamínicos?

Los antihistamínicos son una familia de medicamentos que se utilizan, principalmente, para tratar afecciones como alergias, urticarias y otro tipo de reacciones a agentes externos que el cuerpo reconoce como patológicos o amenazantes.

Este tipo de fármacos favorecen el alivio de los síntomas propios de las alergias tales como la congestión nasal, los estornudos o reacciones dérmicas, que aparecen cuando la persona está en contacto con el objeto de su alergia, siendo las más comunes los ácaros, el polvo o el pelo de los animales.

Los antihistamínicos se interfieren la actividad de la histamina y sus receptores que hay en nuestro cuerpo | .

El primer paso para evitar la aparición de una reacción alérgica es intentar no entrar en contacto con aquello que la produce. Sin embargo, esto no es siempre posible, por lo que los fármacos suponen un eficaz remedio a corto plazo. En caso de alergias crónicas, como el asma o la sinusitis, los antialérgicos no siempre resultan eficaces, lo que implica tener que llevar a cabo un tratamiento más ajustado e individualizado.

Habitualmente, hacemos referencias a los antihistamínicos para nombrar aquellos medicamentos que utilizamos para tratar las alergias en general. No obstante, dentro de la comunidad médica, son aquellos fármacos o elementos (también hay antihistamínicos naturales) que se oponen o interfieren en la actividad de la histamina y sus receptores que hay en nuestro cuerpo.

Teniendo en cuenta esto, podemos distinguir de clases diferentes de antihistamínicos según el receptor sobre el que actúen. Los dos grupos más grandes son:

  • H1: actúan sobre el receptor H1 y se utilizan mayoritariamente para tratar reacciones alérgicas con síntomas nasales, insomnio, o vértigo.

  • H2: ejercen su efecto sobre el receptor de histamina H2 y se emplean en el tratamiento de afecciones gástricas ácidas.

¿Existen alternativas naturales?

En aquellos casos en los que las personas posean alergias estacionales y se sientan reacias a tomar fármacos para la alergia, existen alternativas más naturales a los anhistamínicos que también pueden ayudar en el alivio temporal de los síntomas. Hay ciertos alimentos y extractos de plantas que pueden tener efectos similares, gracias a su papel en la producción de esta amina. Estos son:

Vitamina C

El remedio natural para la alergia más conocido y fácil de encontrar es la vitamina C. Podemos encontrar vitamina C tanto en frutas y verduras como en forma de suplementos, estos últimos son mucho más recomendados para el tratamiento de las reacciones alérgicas.

Debido a que un correcto uso de la vitamina C no posee efectos secundarios ni tóxicos, esta es una buena solución para tratar síntomas como la congestión o la nariz tapada, entre muchos otros. Para ello, los expertos recomiendan ingerir 2 gr. de vitamina C al día para unos resultados óptimos.

Ortiga

La ortiga es una hierba muy común dentro de la medicina tradicional ya que, entre muchos otros usos, es considerada como un antihistamínico natural. Según los estudios, las ortigas liofilizadas resultan altamente efectivas para el tratamiento de los síntomas de la alergia.

Quercetina

La quercetina es un flavonol que se encuentra de manera natural en alimentos como manzanas o cebollas. Además de poseer efectos antioxidantes, se ha observador que también resulta una alternativa natural al disminuir los efectos nocivos de las alergias. Al igual que la vitamina C, la quercetina se puede encontrar tanto en alimentos como en suplementos nutricionales.

Bromelina

La bromelina es un compuesto que se encuentra sobre todo en las piñas. Pero, además, también puede adquirirse en forma de suplemento. Se hipotetiza que la bromelina es muy eficaz en el tratamiento de reacciones alérgicas que incluyen dificultad respiratoria e inflamación.

Los alimentos con vitamina C son conocidos por sus efectos beneficiosos sobre los síntomas de la alergia. | .

¿Para qué sirven? Usos

Tal y como se menciona a lo largo de los puntos anteriores, los antihistamínicos son comúnmente utilizados para el tratamiento de las alergias, reacciones alérgicas severas (anafilaxis), urticarias, etc.

Para ser más concretos, estos medicamentos se utilizan con los siguientes propósitos:

  • Aliviar los síntomas de la rinitis alérgica estacional, entre los que se incluyen: inflamación de la nariz y ojos, estornudos y secreciones nasales.

  • Disminuir la gravedad de las erupciones y picazones de las reacciones alérgicas.

  • Aliviar la picazón en las picaduras de insectos.

  • Prevención del mareo y las náuseas.

  • Tratamiento de las náuseas matutinas durante el embarazo.

  • Cuidado de enfermos terminales gracias a sus efectos sedantes.

  • Tratamiento de emergencia de reacciones alérgicas graves.

¿Cómo funcionan?

La histamina es una amina producida de manera natural en nuestro cuerpo, sobre todo en aquellos lugares en los que nuestro organismo entra en contacto con el medio exterior (nariz, piel, garganta o pulmones).

Este químico forma parte del sistema inmune. Concretamente, cuanto las células del sistema inmunitario detectan cualquier elemento patógeno o alérgeno, liberan grandes cantidades de histamina que se une a sus receptores especiales (H1 y H2).

En la mayoría de personas, la reacción inmune a estas sustancias es normal. Sin embargo, en las personas con alergia, el sistema inmune es hipersensible a ciertos alérgenos, por lo que esta liberación de histamina es mucho mayor y excesiva, provocando la aparición de síntomas como enrojecimiento, picazón e hinchazón.

En las alergias, los antihistamínicos funcionan bloqueando físicamente los receptores H1, impidiendo que la histamina alcance su objetivo. Esto disminuye la reacción del organismo a los alérgenos y, como consecuencia, ayuda a reducir los síntomas asociados con las alergias.

¿Cuáles son sus efectos secundarios?

La mayoría de las personas que toman fármacos para la alergia no desarrollan efectos secundarios graves más allá de una leve sensación de somnolencia. No obstante, al igual que ocurre con cualquier fármaco, los antihistamínicos pueden provocar los siguientes efectos secundarios:

  • Somnolencia

  • Dolor de cabeza

  • Mareo

  • Agitación

  • Boca seca

  • Visión borrosa

  • Dificultad para orinar

  • Trastornos del estómago y del intestino

Existen diferentes marcas y variedades cuyos efectos secundarios pueden variar de una a otra. Antes de comenzar un tratamiento con antihistamínicos, es recomendable consultar con un médico o farmacéutico, el cual seleccionará la medicación más adecuada y ajustará la dosis a las necesidades reales de la persona.

Referencias bibliográficas

  • Panula, P., Chazot, P. L. & Cowart, M. (2015). International Union of Basic and Clinical Pharmacology. XCVIII. Histamine Receptors. Pharmacology Reviews, 67(3): 601–655.