El anisakis es un parásito que encontramos principalmente en la mayoría de los pescados de agua salada. Su presencia en los pescados puede provocar la anisakiasis, una infección que puede ser potencialmente mortal y que se contrae al consumir pescados contaminados, como algunos de los que comemos habitualmente.
Para prevenir la propagación del anisakis, se ha establecido una normativa que obliga a la hostelería a congelar todos los pescados que se vayan a servir crudos o semicrudos.
Se trata de una medida crucial para evitar la propagación del parásito y proteger nuestra salud. Aunque también es recomendable conocer cuáles pueden ser los pescados populares más afectados.
¿Cuáles son los pescados más populares que tienen un riesgo mayor de anisakis?
Para evitar la anisakiasis, es importante conocer qué especies de pescado son más propensas a contener anisakis. Algunas de estas especies son el jurel, la merluza plateada, la caballa, la bacaladilla y la merluza europea, que son el top cinco de pescados con más anisakis según una investigación realizada en 2019 por varias universidades de España y América Latina.
Es importante señalar que esto no significa que estos pescados deban ser evitados por completo, ya que si se cocinan adecuadamente, pueden ser seguros para el consumo humano. Pero, ¿qué debemos saber sobre estos pescados tan consumidos?
Jurel
El jurel es un pescado de carne firme y sabrosa que se encuentra comúnmente en las aguas del Océano Pacífico y del Atlántico. Es un pescado azul que se caracteriza por su sabor intenso y su alto contenido de ácidos grasos Omega-3. El jurel es un pescado muy versátil que se puede preparar de diversas formas, desde frito o a la parrilla hasta en conserva.
Merluza plateada
La merluza plateada es un pescado blanco que se encuentra comúnmente en las aguas del Océano Atlántico. Se caracteriza por su carne suave y tierna, con un sabor suave y delicado. Es muy valorado en la gastronomía debido a su versatilidad y su capacidad para adaptarse a distintas técnicas de cocción, como el horno, la parrilla o el vapor.
Caballa
La caballa es un pescado azul que se encuentra comúnmente en las aguas del Océano Atlántico y del Mediterráneo. Es un pescado de carnegrasa y firme, con un sabor intenso y ligeramente salado.
Es muy saludable debido a su alto contenido de ácidos grasos Omega-3, vitaminas y minerales. Se puede preparar de diversas formas, desde asada o a la parrilla hasta en conserva.
Bacaladilla
La bacaladilla es un pescado blanco que se encuentra comúnmente en las aguas del Océano Atlántico y del Mediterráneo. Se caracteriza por su carne suave y blanca, con un sabor delicado y ligeramente dulce. Es muy versátil que se puede preparar de diversas formas, desde cocida o a la parrilla hasta en escabeche o en conserva.
Merluza europea
La merluza europea es un pescado blanco que se encuentra comúnmente en las aguas del Océano Atlántico y del Mediterráneo. Es de carne suave y blanca, con un sabor delicado y ligeramente dulce. También es valorado en la gastronomía debido a su textura y sabor, y se puede preparar de diversas formas, desde al horno o a la parrilla hasta en sopas o guisos.
¿Por qué es fundamental prevenir el anisakis?
La respuesta es sencilla: esta enfermedad puede causar graves daños en nuestro organismo, como dolores abdominales, diarrea, náuseas, vómitos, fiebre y, en algunos casos, reacciones alérgicas graves.
Es importante mencionar que los pescados de agua dulce no suelen contener anisakis, por lo que no es necesario congelarlos antes de consumirlos. Sin embargo, esto no significa que no debamos tomar precauciones al manipular y cocinar estos pescados.
¿Qué hacer para evitar y prevenir el anisakis en el pescado que consumamos?
La clave es asegurarnos de que el pescado se haya cocido a una temperatura de al menos 60 grados centígrados durante más de un minuto en todas sus partes.
Otra forma de prevenir la anisakiasis es congelar el pescado. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda congelar el pescado durante al menos cinco días a -20 grados centígrados en un congelador de al menos tres estrellas. Este proceso de congelación mata al parásito y lo hace seguro para el consumo humano.
Además de prevenir la anisakiasis, la congelación también puede ser útil para mantener el pescado fresco durante más tiempo. Si compramos pescado fresco y no lo vamos a consumir inmediatamente, lo mejor es congelarlo para evitar que se deteriore.
Hay que tener en cuenta que la congelación no es efectiva contra todos los parásitos y bacterias que pueden encontrarse en el pescado. Por lo tanto, es fundamental que siempre manipulemos y cocinemos el pescado de forma segura y adecuada.
En este sentido, existen otras medidas preventivas muy efectivas para evitar el anisakis y proteger nuestra salud, que te descubrimos a continuación.
Cocinado adecuado
Cocinar el pescado a una temperatura de al menos 60°C durante al menos un minuto es otra forma eficaz de eliminar el anisakis. Además, las técnicas de cocinado que involucren altas temperaturas como la fritura, el asado o el hervido pueden ayudar a eliminar el parásito por completo.
Compra de pescado fresco
Es importante comprar pescado fresco en lugares de confianza que garanticen la seguridad y la calidad del producto. Al elegir el pescado, debemos comprobar que esté libre de rasguños, magulladuras, y que tenga un olor fresco a mar.
Evitar el consumo de pescado crudo o semicrudo
La normativa exige que en hostelería se congelen los pescados que se vayan a servir crudos o semicrudos. Esto se aplica especialmente a platos como el sushi, el tartar o el ceviche. En casa, también es recomendable congelar el pescado antes de su consumo, especialmente si se va a comer crudo o semicrudo.
Además de lo mencionado, es importante recordar que algunas especies de pescado son más propensas a estar infectadas por anisakis que otras, como las que hemos indicado anteriormente. Por tanto, es importante prestar atención a las recomendaciones de las autoridades sanitarias y restringir el consumo de estas especies.